Las Trillizas Richett

3. De vuelta a casa.

Gracias a los recuerdos de Marife el viaje termino muy rápido, ahora lo único que ella quería era salir y encontrar a su padre, quien seguramente la había ido a recoger, al momento de aterrizar el avión, el piloto les comunica la temperatura para que todos estén preparados por los cambios de temperatura, Las puertas de desembarque son por adelante todos los pasajeros que venían en primera clase y por el centro y atrás el avión los pasajeros de la clase ejecutiva, turista y económica.

Marife se levanta cuando las azafatas dan la indicación para el desembarque, pero al instante vuelve a tomar asiento al recordar que su equipaje de mano se encontraba en la primera clase, ella quería hacer tiempo para que cuando vaya a recoger su equipaje no se encuentre nadie de primera clase.

La azafata al percatarse que los pasajeros ya están desembarcando y ver que Marife no se mueve de su asiento, se acerca algo preocupada

-- Disculpe señorita, necesita usted que la ayude-- le comunica muy atenta, ella suponía que la pareja de enamorados debe haber discutido

-- Por favor, podría informarme si todos los pasajeros de primera clase ya bajaron del avión-- le pide Marife, esperando que el sujeto que estaba sentado a su lado ya haya desembarcado. La azafata le pide que espere, se dirige hacia primera clase y se encuentra con Nicola, él estaba sacando el equipaje de ella que se encontraba en el compartimiento sobre su cabeza, al ver a la azafata se le acerca

-- Por favor señorita, este equipaje es de mi compañera de vuelo. Ella no volvió así que me temo que debe haber olvidado que su equipaje de mano se encontraba acá. Para sacar el mío, he tenido que sacar el suyo-- le trata de explicar Nicola, lo último que quiere es que crean que está tomando un equipaje ajeno

-- Muchas gracias señor. Nosotros nos encargaremos del equipaje de la señorita—termina diciendo la azafata y lo acompaña para que él desembarque del avión, al percatarse que Nicola salió por la manga regresa a donde se encuentra Marife

-- Señorita ya no se encuentra nadie en primera clase, su equipaje se encuentra disponible para que lo pueda retirar-- le dice y le pide con la mano que la siga hacia primera clase, Marife avanza detrás de la azafata y al acercarse a su asiento logra ver su pequeña maleta de equipaje. Ella lo toma y cuando va a salir por la manga escucha una voz que la llama

-- Mari preciosa nos volvemos a ver-- Marife mira al dueño de esa voz y se da cuenta que debe ser el piloto o el copiloto del vuelo, se quita los lentes para mirarlo de manera seria, pero el problema de la encantadora Fe es que su mirada ha logrado que más de uno se enamore de ella y une sus cejas tratando de recordar si es algún chico con el que estudio antes de salir de su pais hace tres años.

-- ¿Perdón, nos conocemos? -- le pregunta al darse cuenta que no lo recuerda para nada. El piloto con el rostro algo enrojecido se acerca a ella, la mira directamente a los ojos y se queda hipnotizado por aquellos ojos azules, la azafata que continuaba en el lugar, al darse cuenta que el piloto no había respondido hizo un sonido con la boca para que él reaccione

-- Perdón, si no eres Zia y tampoco eres Paz, ¿debes ser Fe? -- le dice el piloto, Marife cambia un poco su actitud y se relaja un poco al escuchar los nombres con que ella y sus hermanas solían llamarse, lo que le parece extraño es que un desconocido también las llame por el diminutivo que solo la familia utilizaba

-- Marife un gusto-- le dice y estira su mano para saludarlo. El piloto se acerca y toma la mano de Marife, se la lleva a los labios y sin dejar de mirarla le planta un beso en ella

-- Es un placer conocerte por fin Marife, yo soy el piloto del vuelo Diego Ferrer para servirte cuando gustes-- le dice sin soltar la mano de ella, Marife se siente tentada a preguntar de donde conoce a sus hermanas, pero sabe que ya se ha demorado mucho y su padre posiblemente se estaría preocupando por ella

-- Que tal Diego, me vas a disculpar, pero debo encontrarme con mi padre-- le dice y se acerca para darle un beso en la mejilla, no quería que él piense que era una grosera.

-- No te preocupes Fe, salúdame a tu padre-- le dice y con una sonrisa deja que ella sigua su camino.

Marife avanza rápido para encontrarse con su padre, ella no había llevado nada de equipaje en la bodega, así que se fue directamente a migraciones para salir de ahí.

Al pasar por la puerta comienza a buscar a su padre, había todavía muchas personas en el aeropuerto y de pronto se encuentra con un letrero que tiene su nombre y muchos corazones alrededor, ahí estaban su padre y su abuelo esperándola con flores y un gran globo en forma de corazón. Marife al verlos corre hacia ellos, no sabe a cuál de los dos abrazar primero porque para ella el amor que les tenia a ambos era inmenso.

Jensen al ver a su nieta correr a sus brazos, estira los suyos para recibir a su pequeña Marife, él era un abuelo bastante joven y mantenía una apariencia de un hombre menor, su nieta lo abraza muy fuerte y en ese momento su padre la abraza también. Marife estaba acostumbrada al popular abrazo familiar de los Monard, pero su papá siempre se avergonzaba de los abrazos grupales, por eso ella sabía que si abrazaba a su abuelo primero su padre tendría que formar el gran abrazo familiar, además Fe era consiente que su abuelo era mayor y por respeto siempre lo saludaría primero.

-- Pequeña cuanto te extrañe-- le dice el Abu, ellos podían visitarla todos los días si quisieran, pero habían respetado los deseos de ella, Marife quería estudiar en un internado y dedicarse por completo a su carrera, si los veía seguro los extrañaría más de lo que ya lo hacía, por eso les pidió que no vayan a verla, al terminar sus estudios ella volvería. Pero esta vez regreso antes de tiempo, pues este aniversario era muy importante para sus padres.

-- Los quiero, los amo mucho-- les dice Marife con lágrimas en sus ojos. De pronto se escucha una voz que va llegando y se une al abrazo familiar

-- Y a mí me has extrañado pequeña ojitos-- escucha que su hermano Mateo también habla mientras se une al abrazo. Ella disfruta estar rodeado por los tres hombres más importantes de su vida. Una vez que termina la sesión de abrazos los tres salen del aeropuerto con las flores todas aplastadas y sin globo, este se fue volando durante el abrazo

-- Ojitos te voy a robar al abuelo, ¿papá la llevas a casa verdad-- le dice Mateo a su padre y abraza al Abu Jensen para llevarlo hacia su automóvil. Jensen era para todos sus nietos el Abu preferido, él los consentía mucho, pero también los educaba fuertes. Mateo estaba enamorado de una de las nietas de un amigo de su abuelo y quería que él lo ayude a conquistar a su suegro. Siempre que necesitaba consejos sobre chicas hablaba con su padre, pero en esta ocasión debía hablar con su Abu, pues era él quien conocía muy bien a su suegro y al abuelo de su chica.

En el automóvil de Giuseppe, Marife iba contándole a su padre lo que le paso en el avión, ella le tenía mucha confianza a su padre y siempre le contaba sus cosas, de las tres hermanas era la que más conexión tenía con Giuseppe, por eso también ella fue quien decidió estudiar la misma carrera que él al igual que su hermano Mateo, claro que no le conto lo que paso con el desconocido, sino que le conto lo que le paso con el piloto

-- Papi quien es Diego Ferrer. He tratado de recordarlo, pero mi mente se pone en blanco-- 

-- No lo conoces pequeña, él es hijo de una amiga de tu madre. Ella volvió al mismo tiempo en que tú te fuiste a estudiar al internado-- 

-- Oh!, ella vivía acá. Pero la he conocido de pequeña-- 

-- Claro que sí. Es más, a Diego también lo conoces, ellos siempre iban a la casa cuando ustedes eran pequeñas-- 

-- Pero yo no lo recuerdo-- le dice su hija rebuscando en su memoria esos momentos lindos que recordaba de su infancia

-- No Fe, eran muy pequeñas cuando Tefi se fue-- 

-- Tefi?, si recuerdo a tía Tefi-- 

-- Pues Diego es su hijo. Ella volvió y Diego se graduó de Piloto hace un par de años, en ocasiones van a casa y tus hermanas lo tratan como un primo. Por eso lo escuchaste que te llamo Mari. Siempre decía que nunca podría diferenciarlas y que seguro cuando tu volvieras, sería más complicado para él. Por eso opto por llamarlas Mari, ya que los nombres de mis tres princesas empiezan así-- le explico Giuseppe a su hija.