Narra Edward
Observe como la mujer salió corriendo, una sonrisa se formó en mi rostro, después de todo su cuerpo sigue reaccionando al mío.
Esa mujer me estaba volviendo loco, hace unas horas se estaba comiendo con el idiota que llama novio, se veía tan feliz que incluso sentir envidia de aquel hombre.
Decido salir de la oficina, pero algo me detiene, el cuadro que pinte hace más de cuatro años estaba colgando en esta pared, por fin mi hermana usa su cerebro.
Camino directo hasta mi auto, pero algo o específicamente alguien llama mi atención, el chico que se estaba besando a Charlotte está parado a lado de lo que mi parecer es su auto, trae consigo un ramillete de flore y una estúpida sonrisa en la cara.
-cariño-escucho una voz detrás transmisor y me giro para visualizar como Charlotte sale corriendo para tirarse en brazos de ese hombre.
-vine a buscarte, te invito a comer-el chico le entrego las flores y Charlotte volvió abarcarlo con más fuerza.
-justamente te iba a llamar para ir juntos a comer-el chico la beso tan descaradamente que parecía que se la estaba comiendo, pero me causa gracia el recordar que hace unos minutos yo había besado a Charlotte.
-nos vamos entonces? -Charlotte asintió y antes de subir al coche me miro con una cara que trasmitía nervios y sorpresa.
Esta me la vas a pagar Charlotte.
Narra Charlotte
Después de una larga charla y una excelente comida con mi novio, decidimos salir por un helado como si fuésemos adolescentes.
-como sabe tu helado? -me pregunto Ignacio por lo que lleve mi helado hacia su boca para que probara un poco-esta sabroso.
En cuanto terminamos de nuestro helado, el me llevo a la oficina donde antes de entrar me dirigí a una pequeña tienda para ir a comprar unas pequeñas decoraciones.
Observe todos los floreros que había, pero ninguno me gusto así que me devolví para irme al trabajo nuevamente.
-Charlotte-me asuste por el grito de Carmen.
-me asústate-ella soltó una leve risa y con la mirada apenada me pidió perdón.
-quiero invitarte a celebrar esta noche-dijo mientras caminábamos por los pasillos.
- a que se debe tal celebración? -pregunte algo confundida por sus actos.
-vamos a celebrar que ambas entramos a trabajar y como eres mi única amiga, quisiera ver si me podías acompañar-me quedé pensando sobre todo lo que tenía que hacer esta noche, pero decidí ignorar mis responsabilidades como adulta.
-solo nosotras dos? -asientos.
-quería invitar a la jefa, pero tengo miedo de como vaya a reaccionar-me explico.
-quieres que la inviste por ti?
-harías eso por mí? -asiento-eres la mejor-me abrazo fuertemente y luego salió corriendo hacia su consultorio.
Me moví por los pasillos hasta llegar a la oficina presidencial, toqué varias veces y un ¨pase¨ hizo que abierta la puerta y entrara.
-qué bueno verte Charlotte-dijo Isabel levantándose para saludarme con un amistoso abrazo.
-vine a preguntarte si querías venir conmigo y Carmen, a celebrar y beber un poco? -ella me miro algo confundida.
-el hecho de que ya no seas mi cuñada no quiere decir que no sigamos siendo aquellas amigas inseparables que éramos antes-me aclaro.
-entonces aceptas? -ella me miro con una sonrisa en la cara.
-obvio que acepto, estaré lista esta noche para beber y celebrar sus ingreso en mi centro psicológico-solté un suspiro de alivio
-te mandare un mensaje para decirte la ubicación-ella asintió.
Me gire para salir de su oficina y contarle las buenas noticias a Carmen.
-algún día me dirás la razón? -me voltee en cuanto Isabel hablo.
-la razón de que? -ella me miro seriamente.
-la razón por la que rompiste con mi hermano-me mordí el labio por tales palabras.
-sobre eso, cuando esté lista te lo cuento-Sali corriendo de su oficina.
Soy una maldita cobarde.
-que te dijo? -mire a Carmen quien me miraba comiéndose las uñas.
-acepto-dejo de comerse las uñas y se abalanzo encima mío para abrazarme.
-gracias…
Cuando decidimos el lugar, le mandamos la dirección a Isabel, seria en un bar que contenía salas privadas.
Hable con Ignacio sobre mi salida y el solo me aconsejo que no bebiera mucho, mientras que, por otro lado. No volví a ver a Edward durante toda la tarde y eso se llama tener suerte.
-crees que este lugar se adapte a la jefa-dijo Carmen viendo la sala, esta contenía un karaoke y una mesa llena de alcohol y comida-por lo que se, ella es una dama de la sociedad.
-el lugar está bien-en cuanto termine de hablar una Isabel con unas diez botellas de alcohol de adentro a la sala.
-llegue yo-grito.
Carme la vio algo sorprendida, pero yo ni me inmute, esta era la verdadera Isabel.
-lamento llegar tarde, había mucho tráfico-dejo todas las botellas en la mesa y se acercó a nosotras.
-señora jefa, no se preocupe acabamos de llegar-en cuanto Isabel escucho la palabra ¨señora¨ hizo como si estuviera a punto de desmayarse.
-tengo 26 años, no estoy casada por lo que cabe recalcar que aún no soy una señora. -Carmen se puso más pálida que un papel mientras yo trataba de no soltar una carcajada.
-lo lamento-Carmen quiso disculparse, pero Isabel la detuvo.
-ahora mismo estamos en una relación de amigas, no de jefa y empleada así que calmada-Isabel abrazo a Carmen.
Empezamos a cantar y al notar lo fea que era nuestra voz empezamos a beber.
-juguemos verdad o shot -inquirió Isabel.
-está bien, empiezo yo-dije moviendo mi vaso-Carmen, a qué edad fue tu primer beso?
-a los nueves años-en ese momento la mire con sorpresa-Isabel, has hecho un trio? -mire a Carmen y me sorprendió la manera en la que tomaba confianza con su jefa.
-aun no, espero es una fantasía que pienso cumplir pronto-todos soltamos una risa-Charlotte, donde fue el lugar más peculiar en el que tuviste sexo?
-fácil, en la cama de mi antigua cuñada-observe el rostro de Isabel que parecía como si hubiese visto un fantasma.
-Isabel, cuando fue la última vez que tuviste sexo? -en eso ella bebió de la botella de wiski.
-Carmen, eres virgen? -carme imito el acto que había hecho Isabel y tomo de su botella.
-Charlotte, alguna vez te han roto el corazón? -tome mi botella y bebi hasta curar mi herida.
Seguimos jugando, pero al estar un poco borrachas, las preguntas eran estúpidas.
-voy al baño-les dije y Sali de la sala para bajar las escaleras, observe que el único baño que estaba disponible para mi estaba fuera de revisiones, así que baje al baño que estaba cerca del estacionamiento.
En cuanto quise entrar al baño siento como unas manos tapaban mi boca con un pañuelo blanco.
-Suéltame-grite y trate de Salir de su agarre, pero fue inútil, mis ojos empezaron a pesar y en menos de lo que creo, todo se volvió n***o.
(…)
sentí varias caricias en mi entrepierna y enseguida abrí mis ojos.
Sali del agarre de aquel hombre y moví para estar más lejos de él.
-que quieres? -observe con claridad donde estaba, era una enorme habitación y por supuesto una gran cama, mire mi cuerpo que estaba desnudo y trate taparme con mis manos.
-a ti, por supuesto-subí mi mirada para observar al hombre, que por cierto no era muy visible, pero con escuchar su voz supe de inmediato de quien se trataba.
-déjame en paz, Edward-trate de levantarme, pero las piernas me dolían.
-eso jamás, primero muerto-se lanzó sobre mí y empezó a besar todo mi cuerpo.
-déjame ir Edward-él se levantó y me miro a los ojos.
-eres mi mujer, siempre lo has sido, me niego a perderte de nuevo, mi hermosa flor de durazno-volvió a besarme, pero esta vez con delicadeza.
Pelee conmigo misma y hacerme entender que esto estaba mal, pero mi cuerpo quería esto.
Comenzó acaríciame el rostro, solté un pequeño gemido cuando sentí una de sus manos en mis senos.
Reclamo mis labios a un beso hambriento, dejo que él se pusiera entre mis piernas y sus manos jugarán con la tierna piel de mis muslos.
- eres mía-tome su boca con fuerza haciendo que jadeara por aire.
Se sentía también, no quiero que esto terminará, amaba cuando el me tocaba, me besaba, me abrazaba. Aunque pensaba que esto era una locura, extrañaba su cuerpo pegado al mío.
me dejo llevar por el placer, enrollo mis piernas en la cadera de Edward, sus dedos jugaban con mi centro mientras la otra mano de él apretaba uno de mis pechos
él se acercó a sus pechos expuestos y dejo que él se amamantara de ellos con fuerza, se sentía arder.
- te...necesito dentro de mi… -me moví entre sus brazos y supliqué-
Rozo mi zona con la punta del m*****o de él que sobresalía sobre el pantalón.
Mientras se introducía en mi con fuerza para después moverse con velocidad dentro de mí. Lo podía sentir muy en el fondo, y se sentía muy bien tenerlo ahí, mis labios ardían por los besos salvajes y feroces. Estaba casi por llegar, pero Edward se detuvo, abrí mis ojos con frustración.
Edward me giro y me puso boca abajo y alzo mis caderas, sabias lo que iba hacer.
Su posición favorita.
comenzó a acariciar mis muslos hasta llegar a mis nalgas para después apretarla y azotarla con fuerza que me hizo gritar, sorprendida por aquello aprovecho para penetrarme.
- ooh -gemí cada vez que arremetía dentro de mí.
Me agarre de los bordes de la cama para soportar el placer, estos eran tan intenso, cada embate me llevaba al mismo paraíso.
Lo hicimos en casi toda la habitación incluyendo la mesa, en el sillón, contra la pared, cada vez en diferentes.
Cuando decidimos descansar ya eran más de las tres de la madrugada.
-vez, eres mía -dijo mientras acariciaba mi cuerpo con delicadeza. Se quite esto está mal, pero me deje llevar por el placer, me siento como una puta.
Las lágrimas empezaron a salir por mi rostro y sin dudarlo me levante de la cama, tape mi cuerpo y empecé a buscar mi ropa.
-a dónde vas? -pregunto levantándose de la cama para pararse frente a mí.
-me miré a mi casa, mi novio de seguro esta preocupado por mi-vi como tensaba la mandíbula y me agarraba del brazo.
-no te atrevas a retarme, deja a ese hombre en este instante-subí mi mano y lo único que escuche fue el ruido que causa mi mano cuando la estampe contra su mejilla.
-no tienes derecho a mandarme, desde cuando te preocupas por mí? -le grite.
-recuerda que la que rompió conmigo fuiste tu-quite sus manos de mis brazos y lo mire con asco.
-recuerdas el día en te fuiste?-el asintió-dos semanas después mi madre cayo enferma en el hospital, ese mismo día me desmaye y me entere que estaba embarazada-observe como sus ojos se abrieron de repente-una mañana el doctor me llamo y me dijo que mi madre había fallecido, trate de comunicarme contigo pero fue en vano, después del funeral de mi madre no tenia a nadie, por primera vez deje mi orgullo atrás y te escribí y te dije que estaba embarazada, mientras salía del cementerio una luz ilumino mi teléfono y observe que tenia dos mensajes nuevos, no sabes lo mucho que me alegre al saber que eran tuyos, observe los mensajes pero me sorprendí al ver una foto tuya con una mujer desnuda, en tu cama, disfrutando de los placeres de la vida, junto con un mensaje que decía ¨no trates de amarrarme a ti con tu mocoso, eres solo una maldita puta, de seguro ese bebe es de alguien más, no me llames nunca más¨ en ese momento me desmaye y cuando llegue al hospital, había tenido un aborto-sus ojos muestran tristeza.
-yo nunca dije eso-me aclaro.
-mejor cállate-me termine de colocar la ropa-por ese estúpido mensaje perdí a mi bebe y ahora la probabilidad de que quede embarazada es de un 4%, por tu maldita culpa-las lagrimas fluyeron por todo mi rostro-Hazme un favor-lo mire a los ojos-Olvida el día que nos conocimos. Olvida el primer momento en que me hablaste. Olvida mis celos y mi orgullo. Olvida que una vez forme parte de tu vida. Olvídame. Si te lo pido es porque sé que no te costara hacerlo. Olvídalo tú, porque yo, sinceramente, no puedo.