En vista de que Meg se dilataba decidí contactarla, sin embargo, no lograba saber de ella ya que su teléfono me enviaba directo a buzón. Debido a esto observe la hora y con ello comprobaba que se hacía tarde. Por tal motivo decidí bajar por el auto. Estando en el garaje no veía mi vehículo, aunque si el de ella el cual tenía una llanta en mal estado asi como una gran abolladura en frente. “¡No puede ser Meg, te llevas mi auto y encima me plantas! —dije para tomar mi teléfono y pedir un taxi. Al poco tiempo dicho servicio estaba allí, mismo que aborde para dirigirme a la agencia. Al cabo de unos minutos de haber llegado al lugar me topaba con dos compañeras. Kristell, rubia egocéntrica con la cual he tenido algunos roces y Megan, la cual era la acompañante de Sam. Justo esta última