—Déjate de rodeos y dime que sabes con respecto a esa reunión. —Te lo diré si accedes en darme dinero—ante esto gire hacia ella y me aproxime. —Mejor lárgate por donde entraste porque no te daré nada. —Pues, siendo asi no sabrás de que tratara la reunión. —No me importa, puedo ir y averiguar por mí mismo. —Tan testarudo y avaro como siempre. —No seguiré perdiendo mi tiempo contigo, vamos, retírate de mí vista. Basto con decirle que se marchara para que bajara por las escaleras y a su paso rompiera algunas de las reliquias de gran valor que había como parte de la ambientación. Contemplando lo que hacía decidí bajar mientras llamaba desesperadamente a mi ama de llaves. —¡Roberta! Llama de inmediato a la policía, no seguiré encubriendo a una vividora que en cada ocasión viene