Angélica escuchó pasos, abrió su cajón, tomando unas gotas y las puso en sus ojos, provocando que se le volvieran llorosos, luego las guardó, tomó de su bolsa una prueba de embarazo con resultado negativo. Ella fingió llorar. Conrado entró. Angélica intentó limpiar sus lágrimas y ocultar la prueba de embarazo. —¿Qué pasa, mi amor? ¿Qué escondes? Él tomó la prueba de embarazo, descubrió que era negativa. La miró con tristeza. Angélica se abrazó a su cuerpo. Conrado acunó su rostro. —Tranquila, mi amor, vamos a adoptar a un hijo, serás una gran madre. Angélica sonrió feliz, lo abrazó con fuerzas. —¡Gracias, Conrado! Eres mi ángel. La mujer le dio un dulce beso que él aceptó con ternura. Zahara despertó al dìa siguiente. Miró a Azael sentado sobre una silla, con la cabeza re