Eros suspira cerrando la puerta, quedándose con Erick del otro lado de la habitación. —¿Que estás haciendo?— Brama entre dientes.
No puedo creer que su hermano menor se esté comportando de esa manera en una clínica, y delante de las personas que son los familiares de la chica que atropellaron.
Puede llegar a entender que el alcohol y las sustancias que esta noche habían consumido pudieran llegar a tenerlo algo nervioso, de todos modos, esa no era la excusa suficiente como para comportarse de ese modo.
No cuándo él, lo había tenido bajo su ala durante el mayor tiempo posible para protegerlo de este tipo de situaciones, evitando de esa manera quedar arraigado en momentos que pudieran llegar a complicar las cosas para con Rebeca.
—¡Sabe quién sos, y por ende quién soy yo y sabe muy bien quiénes son nuestros familiares, Eros!— Arruga su entrecejo preocupado.
Eros asiente. No obstante, a pesar de que su hermano se encuentra completamente conmocionado y preocupado, él parece no inmutarse por la situación.
—¡No es amenaza, Erick, cómo te vas a comportar de esa forma en un lugar en el qué tenemos qué mantener el perfil bajo, además de qué te vuelvo a recordar qué esa chica y su familia no es amenaza alguna!— Le recuerda obvio.
Erick abre sus ojos de forma aterradora. —¡Eros, siquiera te estás escuchando!— Lo observa preocupado.
—¡Solo está molesto porque atropellamos a su hermana y me parece incluso lo más normal, Erick, atropellamos a alguíen y no podemos esperar qué reaccionen bien!— Suspira tomando asiento fuera de la habitación, en el pasillo.
Erick niega con la cabeza, esta perdido en este tema.
No puede llegar al punto de inflexión en el que pudiera comprender cómo es que ahora mismo su hermano esta llevando las cosas.
—¡Lo lamento!— Suspira alzando su mirada. —¡Realmente lo lamento, no quiero que esto nos perjudique!— Bufa cerrando los ojos.
Eros alza la manos. —¡Ya está, sólo déjame llevar está situación y todo estará bien, te lo prometo!— Suelta sincero.
El menor infla su pecho y asiente, llevando una mano a sus labios.
Eros muerde su labio inferior, chasquea la lengua y se mantiene en silencio. Su cabeza no deja de fabricar información y lo único que necesita es mantener la calma para tomarse unos instantes y resolver cuál es el siguiente movimiento que hará al salir de la clínica, tras haberse asegurado de que la chica se encuentra bien.
—¡¿Es el hijo?!— Señala con la cabeza hacia la habitación.
Eros niega con la cabeza. —Es el hermanito. Y si lo trajo es porqué no tuvo otra opción, y vos seguías discutiendo con él, cuándo seguían teniendo a esa criatura en brazos.— Suelta mirando su celular.
En las redes ya se corrió la noticia de que los hermanos Massim están en una famosa clínica del centro de la ciudad.
Y es por eso que decide hacer un pequeño comunicado para sus seguidores en redes, de no ser de esa manera, su jefe de relaciones públicas se comunicara con él de inmediato.
Matara dos pájaros de un tiro, evitará a la prensa llevando un mensaje de tranquilidad y no vendrán a molestar a la puerta. Siendo, al mismo tiempo, una gran excusa para poder evitar que se conozca en realidad lo que están haciendo allí mismo y lo que había sucedido en la noche.
Infla su pecho y comienza a escribir en una historia de i********:, que también se publicará de manera instantánea en su perfil de f*******:, siendo más específicos en la página que tiene dedicada a el mismo y a cada uno de sus negocios, no a su f*******: personal, ya qué allí solamente tiene menos de tres personas agregadas, siendo nada más y nada menos que sólo solamente, familiares, sus amigos y allegados más cercanos.
"Buenas noches a todos, entiendo que en los medios de comunicación se ha informado que me encuentro junto a mí hermano Erick Massim, en una clínica del centro de la ciudad, y para poder llevar tranquilidad hacía todos aquellos que se preocupan o preguntan que está ocurriendo, tienen que saber que nosotros estamos en perfectas condiciones, estamos aquí para acompañar a una amiga de la familia, que también se encuentra en perfectas condiciones, es por eso mismo, que les pido por favor que nos den nuestro espacio y les vuelvo a repetir que los dos estamos en perfectas condiciones. Muchas gracias por el apoyo y por la comprensión de siempre."
Eros finaliza de escribir pasando una mano
por la comisura de sus labios, trás un suspiro.
—¡¿No crees qué tu agente de prensa se molestará?!— Infla su pecho frustrado. —¡Lamento todo esto!— Insiste negando con la cabeza.
Eros arquea sus cejas. —Me importa muy poco, es mí vida privada, y puede qué Rebecca quiera controlar los asuntos familiares, pero esto no tiene qué ver con ella y su maldito agente de prensa.— Bufa rodeando los ojos.
—¡Eros!— Lo llama mordiendo su labio inferior.
—Te lo envío al w******p para que también lo puedas escribir cambiándole tu nombre por el mío.— Le hace saber a su hermano, queriéndole restar importancia a cualquier tipo de disculpas o de excusas que pueda llegar a utilizar ahora mismo Erick.
Reconociendo que no es el momento para excusarse o pensar en algo de esa magnitud, le quedan muy pocas horas, si es que no son minutos, para que su madre se comunique con ellos, y tenga que dar las explicaciones pertinentes de lo sucedido y de su comunicado en las r************* .
Erick asiente tomando su teléfono. —Eso pararán poco a las fieras que te siguen.— Bromea.
Y Eros, ambién, sonríe pero su sonrisa se borra cuándo los dos hermanos de Lola salen de la habitación.