When you visit our website, if you give your consent, we will use cookies to allow us to collect data for aggregated statistics to improve our service and remember your choice for future visits. Cookie Policy & Privacy Policy
Dear Reader, we use the permissions associated with cookies to keep our website running smoothly and to provide you with personalized content that better meets your needs and ensure the best reading experience. At any time, you can change your permissions for the cookie settings below.
If you would like to learn more about our Cookie, you can click on Privacy Policy.
Aiden sale de la habitación de Lola con unas grandes ojeras bajo sus ojos. había logrado poder acostar a su hermano pequeño de manera un poco más cómoda en uno de los sillones que había en la misma habitación para los acompañantes de las personas qué se encontrarán en internación. Quería estirar un poco sus piernas e ir por algo de tomar, teniendo que admitir para sus adentros, a regañadientes, que el café que le habían dado los hermanos Massim había ayudado a pasar las últimas siete horas despierto. —¿Ey, cómo está?— Eros se pone de pie apenas lo ve. —¿Todavía acá?— Se carajea arqueando sus cejas. Erick coloca sus ojos en blanco absteniéndose a cualquier tipo de respuesta que pudiera llegar a perjudicar a su hermano mayor. El cuál agradece internamente. Sería un gran dolor de cabeza