4. Conociendo a Vitoria.

1974 Words
Capitulo 4. Conociendo a Vitoria Al día siguiente Enzo recibe un llamado telefónico, es su numero privado el que estaba timbrando, no todos tenían su numero privado. Él toma la llamada en espera de saber quien estaba al otro lado del teléfono, -- Señor Zeppelin, habla Vittorio Blanco. El hijo de …-- -- Se de quien eres hijo muchacho. Tu padre fue un buen amigo mío, dime que necesitas esta vez-- le dice, esta no era la primera vez que Vittorio lo llamaba para pedirle ayuda, su padre Tomas Blanco fue muy amigo de Enzo, y él lo ayudo mucho cuando vivía. Hasta en atentados y malversaciones apoyo a su padre, pero ahora Enzo sabia que su hijo había cambiado para bien, el muchacho que ya no era un muchacho estaba casado, tenía hijos y trabajaba siendo un ejemplo, así que quería saber para que lo necesitaba esta vez, -- Sabemos que hombres suyos han secuestrado a la esposa de mi sobrino esta mañana. Pretenden sacarla del país en algún aeropuerto clandestino por pedido del hijo del mafioso italiano Gianpiettri-- le dice Vittorio, Enzo lo escucha y sabe que, si hablan de algún sobrino en el país, solo podría tratarse de los Rosso, -- Hablas de Nicolás Rosso-- le pregunta Enzo en ese momento, -- El mismo. Necesito que me ayudes en nombre de mi padre y del favor que me debes-- le dice Vittorio, Enzo no tiene mucho que pensar. -- Dalo por hecho-- le dice, esta era la mejor oportunidad que tenia para cumplir su promesa. Nicolás Rosso, no era nada mas ni nada menos que el presidente de la empresa mas poderosa del país, Rosso&Vitorinox, su padre el poderoso empresario Valentino Rosso, era conocido y temido por muchos, pagar un favor a Vittorio Blanco, no era nada como ganarse uno de los Rosso. Colgó la llamada y en menos de veinte minutos tenían ubicado el lugar donde aquellos rebeldes se habían llevado a la mujer. Enzo llamo a Vittorio para comunicárselo, en paralelo envió a sus hombres al lugar, debía quedar claro que ellos no tenían nada que ver con este asunto y los autores debían de pagar por meterse con un m*****o de la familia Rosso. El rescate fue todo un éxito, Vittorio no solo estaba agradecido, sino que le comunico directamente con Valentino, ellos ya habían conversado antes, hacia años también tuvo que ayudar cuando se trato de su esposa, -- Estoy en deuda contigo Enzo-- le dijo Valentino en el teléfono, él todavía no llegaba al lugar donde estaba su nuera, pero ya sabia que todo estaba bien, su asistente y amigo le había comunicado todo, solo esperaba que su hijo se acerque para decírselo y salir para allá. -- Podrías cancelarla con un favor especial-- le dice Enzo ahora, Valentino Rosso frunce las cejas, no se imagina que favor podría pedirle el líder del bajo mundo, -- Dime-- -- Contrata a mi hijo como empleado de tu empresa, él termino en primer puesto en Administración y Economía y Finanzas, nunca se ha relacionado con mi mundo y este sería el mejor momento para liberarlo de carga. Puedes confiar tu bien más preciado con él-- le dice y luego calla esperando una respuesta, -- Envíalo al lugar, dile que me busque-- le dice Valentino y corta la llamada, eso para Enzo era suficiente, él sabia que si Valentino lo hacia ir, era porque definitivamente lo ubicaría en su empresa, mira su teléfono por un momento y pone el nombre de su hijo en la pantalla, luego lo taca para que comience a marcar, -- Hola padre, dime como estas.-- le dice Máximo, era el cuarto día después de la muerte de su tío, el primer día después del periodo de luto, si su padre lo llamaba probablemente se sentía solo o triste, -- Hoy cumpliré mi promesa hijo mío. Debes ir al lugar que te enviare en el teléfono, busca a Valentino Rosso, él te estará esperando-- le dice su padre, Máximo había oído hablar de Valentino Rosso, sabia quien era y que representaba, él hombre mas poderoso del país y representaba la empresa mas importante, si la promesa de su padre era sacarlo del bajo mundo, entonces la posibilidad de salir y seguir siendo respetado era si se unía al grupo mas poderoso del país, al grupo Rosso. Maximo llega al lugar donde la ubicación lo envió, ahí pudo ver a muchos de los hombres de su padre, y algunos de sus amigos. Él fue directo a quien sabia debía buscar, -- Valentino Rosso, soy Maximo Zeppelin-- le dice y hace una pequeña reverencia a modo de respeto y saludo, él nunca perdió las enseñanzas y costumbres que su madre le regalo. Valentino Rosso, un hombre poderoso y conocedor de la gente vio el interior del muchacho, él supo que el hijo de Enzo no era igual a su padre, y si le pedían que le de trabajo en su empresa, aun sabiendo que es un gran heredero, definitivamente era porque el muchacho no se veía en el bajo mundo. -- Maximo. Administrador y economista, tienes el mundo a tus pies al lado de tu padre. Porque tendría que darte una oportunidad-- le dice Valentino sin dejar de mirarlo, -- Señor, estudie dos carreras para no tener que estar al lado de mi padre. Con mi sabiduría, dinero y poder, podría crear un imperio diferente al de él. Pero también soy leal a mis principios, se quien soy y que me toca en la vida. Si estoy acá, es porque mi padre decidió liberarme de esa responsabilidad, y porque tendría que darme una oportunidad señor Rosso, es simple, ofrezco mi lealtad a quien me de la mano señor-- le dice y hace otra reverencia, esta vez un poco mas larga que la anterior, eso indicaba que grado de respeto que tenia ante el hombre que estaba frente a él. Valentino ya había decidido darle una oportunidad al muchacho, sino nunca le hubiera permitido venir, pero quería escuchar algunas cosas de su propia boca. Ahora que lo hacía estaba seguro de que Maximo era el hombre ideal para estar al lado de su hijo. Maximo había llegado en su auto ultimo modelo, pero ahora no sabia en que se iría. Valentino parecía satisfecho con sus respuestas, -- Quiero que seas el asistente de mi hijo. Se que eres experto en lucha y manejas muy bien las armas. No, no quiero un seguridad, solo lo digo para prevenir-- Maximo entendió perfectamente lo que él le decía, así que asintió como respuesta. Juntos caminaron hasta donde había un avión, de pronto Maximo ve como un hombre alto, aunque no tanto como él comienza a bajar las escaleras con una mujer en brazos, al instante lo reconoció. Nicolás Rosso había salido hace poco en las noticias, el nuevo presidente de la empresa Rosso&Vitorinox donde ahora comenzaría a trabajar. -- Nicolás este es Maximo, a partir de ahora será tu asistente y seguridad-- le dice su padre, ambos se miran directamente, al parecer no habrá problemas entre ellos. Maximo Comencé a trabajar como asistente del presidente de la empresa mas poderosa, Nicolás me cae bien, es un tipo derecho. Le secuestraron a su esposa y lo acompañe en un viaje de ida y vuelta para enfrentar al padre de ella, no he tenido tiempo para ver a Sherry, en el avión me pregunto sobre mi vida, él quería saber todo sobre mi, así que le conté todo lo que podía contar, tuve que ocultar el incidente de hace siete años. También le conté sobre Sherry. Ya es muy tarde cuando lo deje en la clínica donde su esposa está internada, también aproveche para instalarle una aplicación a su teléfono, ahora lo puedo tener monitoreado en todo momento, si voy a ser su asistente y seguridad más vale que haga bien mi trabajo. No puedo ir a mi departamento porque está muy lejos, no podría estar a tiempo mañana temprano por él. Mi auto se lo entregue a uno de mis hombres, ahora como asistente manejo el auto de Nicolás. Miro a mi alrededor y veo un lugar decente donde pueda pasar la noche, esta cerca a la clínica así que es perfecto para mí. A la mañana siguiente me levanto muy temprano, mi ropa la envié anoche a la lavandería del hotel, pero Nicolás y su esposa deben estar necesitando una muda. Tomo el auto y voy directo a la empresa Rosso, esta empresa se dedica a la confección de las prendas de vestir mas exclusivas y ediciones limitadas. Algunas veces compro mi ropa ahí. Regreso a la clínica y me encuentro con él en el pasillo que lo guiaba al área Vip donde estaba la habitación que estaban ocupando, le entrego las bolsas con la ropa para él y su esposa, -- Presidente lo espero en el auto-- le digo, y al salir me encuentro con Valentino, el padre de Nicolás y su esposa Robin, ella es muy agradable me acaba de tratar como a un amigo de su hijo mas que como un empleado, su padre me cambio las llaves del auto, al parecer hay mas personas adentro a las que debo llevar de regreso a su casa. Veo a mi jefe y enciendo el auto, salgo para ayudarlos a subir, de pronto mis ojos se detienen sobre una muchacha, al parecer hay dos muchachas exactamente iguales, pero solo una de ellas llamo mi atención, estiro la mano para tomar la suya sin dejar de mirarla a los ojos, no sé qué me pasa, pero pareciera estar hechizado en este momento, sus ojos verdes con algunos destellos caramelo me han dejado sin aliento, mi manzana de Adam sube y baja mientras trago saliva que se acumula en mi boca. Trato de desviar la mirada, no quiero tener problemas con Nicolás, no tengo idea de quien es ella, -- Maximo ellas son mis hermanitas, Mikela y Vitoria. A mi esposa Brisa ya la habías visto, aunque ella no debe saberlo porque estaba desmayada y este de acá es mi mejor amigo Paulo. -- Un gusto-- fue lo único que pude decir, no tengo ni idea el nombre de la gemela que me hechizo, pero presiento que esto se va a complicar. Ella sube a la tercera fila de la camioneta y al hacerlo tropieza, coloco mis brazos para sujetarla y mi cuerpo se eriza por completo, si estuviese en otro lugar estoy seguro de que mi hombría también hubiera reaccionado a ese simple contacto. Vitoria Mi hermano nos presenta a su asistente Maximo, al verlo a los ojos siento una corriente recorrer todo mi cuerpo, los pocos bellos que pueda tener estoy segura de que los tengo chinitos de todas maneras, no puedo dejar de mirarlo a los ojos, el azul profundo de ellos hace que me pierda y olvide donde y con quien estoy. Intento subir a la camioneta y no se donde coloco mi pie, pero si se que voy a caer por distraída. Cierro los ojos imaginando como mi cuerpo cae al suelo delante de todos, pero no fue así, unas manos enormes y unos brazos poderosamente fuertes me sujetan, mi cintura y mi cuello están por completo rendidos a este hombre, -- Por Dios, sino fuera por Maximo estarías en el suelo hermanita-- me dice Mikela, me siento avergonzada, pero soy un m*****o de mi familia que nunca se ha ruborizado, así que puedo disimular con facilidad, además también soy modelo así que mantengo la seriedad y tomo rápido el control, trato de no mirarlo nuevamente y me acomodo en mi asiento. Si el asistente de Nicolás se convierte en uno tan amigo como lo era el tío Antonio de papá estoy arruinada, estoy segura de qué por este hombre me meteré en más de un problema.
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