5. Situación bastante comprometedora en el auto.

1925 Words
Capítulo 5. Situación bastante comprometedora en el auto. El encuentro entre Maximo y Vitoria estuvo explosivo, cada uno por su lado sintió cosas que no se pudo explicar, pero algo si es seguro, entre ellos existe una atracción innegable. Al llegar a la casa de su jefe Maximo se da cuenta que es una enorme mansión, muy similar a la suya, Maximo supo que Nicolás querría estar con su esposa todo lo que restaba del día, por lo tanto, se le acerco para preguntarle si quería que haga algo más para él, -- Necesita algo mas presidente-- le pregunta Maximo, Nicolás en ese momento solo tenia ojos para su esposa, así que le mueve la cabeza de lado a lado, -- Todo por hoy Maximo. Te agradezco todo lo que has hecho, me siento tranquilo trabajando contigo. Te espero mañana en la empresa-- le dice su jefe, Maximo le devuelve las llaves de la camioneta, él no necesita llevarse el auto. Maximo debía pedir ahora un vehículo para volver a su casa, su gente se había llevado su auto a casa de su padre, -- ¡Espera!, toma. Nos vemos mañana-- se escucha el sonido de las llaves cuando son lanzadas hacia las manos de Maximo por su jefe Nicolás, este le hace un cambio, se queda con las llaves de la camioneta de tres filas que le entrego Maximo y recibe las llaves de otro auto. Cuando todos ya habían desaparecido de su vista Maximo toca el botón para ver a que auto de todos los que estaban estacionados le pertenecían aquellas llaves, cuando un Ferrari deportivo de dos puertas color rojo enciende sus luces, el auto le pareció un poco femenino para sus gustos, pero era lo que le dieron así que tomo el auto y salió de ahí. Vitoria debía ir a una sesión de fotos con su hermana, ella siempre acostumbraba a usar su Ferrari rojo, cuando llega a la puerta luego de cortar la llamada, ve como su auto sale por la reja principal de la mansión, sin poder hacer nada se queda viendo su hermoso auto alejarse, ella tampoco quería hacer un escándalo por algo tan insignificante, supuso que fue Nicolás quien cogió sus llaves al ver que eran las únicas que faltaban. Además, su hermano ahora estaba con su esposa, así que mejor olvida el asunto y veía el lado positivo, este día no tendría que lidiar con el tráfico. Maximo se apareció en el estacionamiento de la universidad, ocupo el mismo lugar del estacionamiento que ocupaba cuando estudiaba ahí, al parecer todavía nadie se atrevía a utilizar su sitio, ya habían pasado dos años desde que termino sus estudios y sin embargo cada vez que iba por algún documento o simplemente a pasar el rato, su lugar estaba libre. Bajo del auto y camino unos metros hasta una banca para esperar ver a Sherry, ella debía estar por acabar sus clases pronto, Maximo quería comprobar que tipo de sensaciones le provocaba ahora, después de haber conocido a la hermana de su jefe Nicolás Rosso. --¡Wau no me digas que Vito vino temprano a clases!, pero si dijo que tenía unas fotos hoy-- se escucha la voz de una mujer cerca a Maximo, ella se asoma al auto rojo y trata de mirar a través de las lunas oscuras, él la observa, al parecer reconoce el auto en el que ha llegado él, pero cuando Maximo piensa interrumpirla se acerca Sherry, -- Maxi no sabia que vendrías-- le dice ella sonriente, luego mira el lugar donde se encuentra el auto rojo y abre mucho los ojos, ella comienza a mirar a los alrededores como buscando algo o mejor dicho a alguien, Maximo se acerca y le toma por los hombros, la atrae hacia él para darle un beso en las mejillas, pero toda la atracción que antes había sentido por ella ahora no existía. Solo podía mirarla como una amiga, como alguien que le recordaba a su querida Hiubi o lo que su madre representaba como parte de la cultura oriental. -- Pasa algo-- le dice cuando se aleja de ella, -- Tu auto, donde lo dejaste. Tu lugar ahora esta ocupado por-- ella voltea y señala el Ferrari rojo que él mismo había estacionado ahí, Sherry había oído hablar de las encantadoras gemelas Rosso, pero nunca se había cruzado con ellas, el campus era enorme y ellas no estudiaban la misma carrera por lo tanto era mucho mas complicado que se junten, pero en los estacionamientos todos los chicos estaban mesclados y este desde que Maximo arrollo su scooter se había convertido en el estacionamiento preferido de Sherry, pero aun así, todavía no se había cruzado con Vitoria. Ella no sabia que Vitoria era la única en el campus que también utilizaba ese estacionamiento. Pero cual era la historia con ese estacionamiento, la verdad era que muchísimos años atrás una pareja de novios que frecuentaba el campus siempre acostumbraba a dejar su auto en ese lugar, ellos estaban muy enamorados y hasta se iban a casar, tenían fecha, iglesia y todo. Pero nadie sabe realmente lo que paso, pero la chica nunca llego a la boda, es mas ella nunca más apareció en el campus, ni en la ciudad. El chico salió desesperado a buscarla y tuvo un accidente donde perdió la vida. Después de eso, algunos alumnos ocuparon ese lugar y cuando tenían alguna pareja en el campus siempre terminan sus relaciones por las patas de los caballos, por poco y terminaban odiándose. Así que comenzaron a correr los rumores que el lugar estaba maldito, y nadie quería dejar su auto en ese sitio. Hasta que llego Maximo, él nunca creyó en las supersticiones ni nada de eso. Además, después de lo que había pasado en su vida, poco le importaba enamorarse de otra mujer, lo único que él quería era conseguir un buen lugar donde estacionar su auto cada vez que llegaba a sus clases. Así comenzó a estacionar su auto en ese lugar cada día, cada semana, cada mes y cada año durante todos los años que estudio en la universidad. Nunca se intereso en ninguna mujer, así que nadie pudo decir si la maldición era cierta o no, en el caso de Maximo. Cuando él termino de estudiar, nadie se arriesgaba a probar suerte estacionando en ese sitio, quedando libre siempre, los alumnos nuevos que no sabían bien la leyenda pensaban que era un lugar reservado para el Dios Max Zepp, y luego que él termino quien ocuparía el sitio fue la encantadora gemela Vitoria Rosso con su increíble Ferrari rojo. Quien se iba a imaginar que el mismísimo Dios era el que había llegado manejando el Ferrari. --Ese es mi auto-- dice Maximo en voz alta, cuando él termina de hablar, Sherry, Nancy la amiga de Vitoria y dos chicas más que la acompañaban también lo escuchan, -- Tu auto-- todas a la vez lanzan un grito unísono, como era posible. Nancy se fija en el numero de placa, es el mismo numero de Vitoria, no era posible. Luego mira bien a Maximo y se da cuenta que era el mismísimo y legendario Max Zepp. Nancy no podía creer que lo estaba viendo frente a ella, todo el mundo tenia comentarios sobre él, pero ellas no lo conocían en persona porque era obvio que eran mucho menores que él, pero fotografías al menos Nancy si había visto. -- Nos vamos-- le dice Maximo a Sherry, la verdad era que él no estaba acostumbrado a hablar con nadie y menos del sexo opuesto. Tomo a Sherry por los hombros, sin importar que las chicas no dejaban de observarlo, le abrió la puerta del auto, se dio la vuelta miro hacia donde ella estacionaba su nuevo scooter, lo recogió, lo subió al asiento trasero, se sentó en el lugar del piloto, las chicas vieron como se inclino para colocarle el cinturón a la muchacha adentro del auto, todas habían dejado de respirar mientras lo observaban, Maximo no tenia una belleza extrema, pero era un tipo atractivo, sus ojos azules combinados con esa mezcla perfecta de su padre francés y su madre asiática lo hacían demasiado atractivo, y su altura superaba el metro noventa algo que muy pocos hombres llegaban a tener. Adentro del auto ahora se veía mucho mas grande de lo que realmente era. Sherry estaba realmente perdida por él, desde el día que destruyo su scooter hasta la fecha, ella no dejaba de pensar en Maximo. Pero no habían tenido ningún progreso como pareja, las veces que salían lo hacían solo como amigos, aunque se notaba que había atracción, al menos eso pensaba ella. Fueron varios días los que no había visto a Sherry, pero al estar tan cerca de ella no se le movió ni un pelo, ni siquiera cuando cubrió su cuerpo al momento de colocarle el cinturón, definitivamente después de conocer a la gemela todo el encanto inicial había desaparecido. Maximo llevo a Sherry a cenar, él quería ser honesto con ella, prefería mantener la amistad de quien consideraba su primera amiga, -- Te gustaría ir a cenar a mi casa, hoy tengo la tarde libre-- le dice Sherry, -- Muero de hambre, pero me gustaría invitarte a un lugar. No creo que este bien ir a tu casa Sherry, podría considerarse inapropiado-- él mira por el rabillo del ojo a Sherry y ella solo sonríe, ellos en realidad nunca han hablado sobre una relación en particular, y no quiere que ella se confunda, pero Sherry no piensa igual. Maximo llega al estacionamiento del sótano del restaurant, este quedaba en el piso catorce de uno de los hoteles más lujosos de la ciudad. Sherry que malentendió las cosas apenas el auto se detuvo se dio la vuelta y se lanzo sobre el cuerpo de Maximo, él no había terminado de cerrar el contacto del auto cuando de pronto la pierna de Sherry presiona algunos botones, el respaldar del asiento del hombre se lanza totalmente para atrás cayendo sobre el scooter, él queda acostado y ella echada sobre él, sus pechos fueron directo a la cara de Maximo, el hombre quería sacarse de encima a su amiga, pero ella se había atorado entre la palanca de cambios y el freno de mano, por lo tanto, al querer sacar su pierna le da un golpe en sus partes íntimas y presiona algo en el timón y la parte descapotable del techo comienza a levantarse. Lo peor de todo fue que las fotografías programadas para ese día tenían como locación las instalaciones del hotel, por lo tanto, las gemelas debían estar ahí más temprano para que las vayan maquillando. Juan era el chofer de la familia, él fue quien llevo a las muchachas al hotel para las fotos, Mikela bajo del auto y fue directo al lugar, en cambio Vitoria se quedó porque recibió una llamada de su amiga Nancy, ella la llamo para contrale que el Dios de la universidad había estado ahí con un auto igual al de ella, con una placa con los mismo números a los de ella. Luego de colgar el teléfono Vitoria se disponía a tomar el ascensor en el sótano, cuando vio que su Ferrari llegaba al estacionamiento, ella se quedo observando su auto en el preciso momento en el que el techo comienza a levantarse y se encuentra con la escena del asistente de su hermano y una muchacha echados en su auto en una situación bastante comprometedora haciendo sabe dios que.
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