Narra Ashera La preocupación se mostraba ante esta revelación. Aunque no he estado con ellos mucho tiempo, sé que perdieron a su hija hace muchos años y ella fue la única hija que tuvieron. — Sufría de dolores de cabeza. Pero creí que no era algo grave. Por eso no te comente — le dice la abuela Jude a su esposo — Pero fue ese día que convulsioné y mi pequeña sin saber que pasaba, fue a buscarte. El ambiente se torna pesado y es por ello que el doctor aclara su garganta. — Creo que lo mejor es ir a estudiar su caso y analizar las posibles soluciones que podamos utilizar. —dice el médico despidiéndose. — Creo que también debo irme. Es lo mejor. — susurro, incómoda por el ambiente yendo que se genero de un momento a otro. — No, quédate. No necesitas marcharte cuando eres parte de esta