Capítulo 5: Todo es un problema

1802 Words
Esa es una de las sensaciones más horribles que alcanza a sentir Nathan, en sus planes no cambiará nada, seguir demostrándole odio a Anne le devolverá por lo menos un poco la tranquilidad, será el castigo que a su juicio ella más merece. —Paul mi amor solo escúchame, entiende que toda mi vida me la paso sacrificando por ti, esto no es una obligación, es que yo a ti te amo —Nathan habla muy bajo, no desea verse frágil delante de Anne, aunque ella ya tiene bastante analizada la personalidad de él. —Es que últimamente estás muy grosero papá, eso no es lo que tú me has enseñado —Paul le dice a su padre, Nathan se siente orgulloso porque está criando un caballero en todo el sentido de la palabra, a pesar de que en este instante parezca su más grande enemigo. —Hay muchas cosas que tú no puedes entender todavía, eres muy niño, en cambio yo haré de todo para protegerte. Ya tengo una solución para todo campeón. —Él mueve de una forma tierna el cabello de su hijo, quien se está ya apaciguando. —¿Qué papá? —Paul da un salto, manteniendo la esperanza de tener una familia, para el niño todo ha sido complicado y tener una plática con su padre que sobrepasa un minuto es algo muy extraño, siempre convivió con un hombre que llegaba en traje y rendido a dormir. —Convenceré a Alizze yo sé que ella no se negará por ti, además de que te adora —Nathan termina de hablar, y se da cuenta que él niño está frunciendo los hombros, el solo escuchar el nombre de la madrastra que le tocó lo irrita. —Ella no, prefiero quedarme bruto papá —un grito de Paul hace que el rostro de su padre se encienda de un color rojo intenso, estando a punto de explotar. —¡Me parece el colmo! —Nathan empieza a subir la voz, él sabe muy bien que su paciencia cada día desaparece más. —¿Tanto te desespero papá? —Los ojos de Paul están cristalinos, de inmediato él va bajando mechones de su cabello rizado para esconderse de su papá, mientras que sus manos se guardan en su espalda. —Hijo no es eso, pero es que eres tan terco, entiende que las personas que yo permito que entren en nuestra vida es porque nos conviene, jamás buscaría los peligros para ti, mejor quita esa barrera y funcionara —Nathan está intentando convencerlo, al igual para él, aunque Paul no acepte nada tendrá que asimilar. —Tu siempre vas a terminar eligiendo —Paul gritó, Anne está escuchando detrás de la pared muy atenta—. Entonces deja a Anne para mí —dice Paul, haciendo que una pequeña risa le salga a Anne, Nathan alcanza a escuchar y mueve su silla de ruedas hacia afuera de la recámara, Anne se esconde detrás de un sillón. —Hay muchas cosas que tú inocencia de niño no te deja ver. —Nathan llama a Paul, él sabe que Anne está por ahí, como sea la hará pasar como una mentirosa por más que ella no tenga la culpa, pagará cada lágrima que riega él. —Yo no creo papá, es más eres un aburrido y preciso cuando encuentro alegría me la quieres dañar. —Paul mira hacia atrás, disimuladamente levanta su dedo pulgar sin que su padre se dé cuenta, todo directamente para Anne. —Cambiare por ti, son los esfuerzos más intensos, solo por amor —Nathan expresa, todo para culminar con la conversación. Nathan maneja su silla de ruedas y termina dejando a Paul, él niño se agacha y con una cantidad de sonrisas va hasta donde Anne. —Ya puedes salir, el camino está despejado, —el niño todo lo ve como un juego. —Gracias, eres un excelente cómplice. —ella se queda intacta al notar que Nathan los está viendo. —¿Qué tienes Anne? —Paul gira su cuerpo y nota la presencia de su padre, de inmediato se acomoda sobre la espalda de ella, sabe que va pasar algo muy malo por las expresiones de su padre. —Esto es lo más ridículo e irrespetuoso que he visto en mi vida, está hundiendo a mi hijo en sus mentiras, alcancé a pensar que una profesora enseñaría bien, pero ya veo que no. —Nathan aprieta sus brazos sobre sus costillas, tiene mucha rabia. —No, era simplemente un juego y nada más… Usted también se puede unir, bueno si quiere —Anne no sabe cómo más defenderse. —Así, pues eso solo lo cree la ingenuidad de mi hijo, ¿por qué no deja que yo pase tiempo con él? comprenda que no permitiré que una aparecida me robe su cariño, cuando lo he mantenido desde que lo sostuve por primera vez —Nathan no lo dice por celos de padre, es más porque está previniendo sentir algo más cercano por ella. —El amor de padre es muy distinto a lo que yo le puedo cultivar al niño, sin embargo, yo los entiendo muy bien, tampoco soy tan tonta como usted me quiere hacer sentir Nathan. —Anne acomoda su cabello para atrás ya esta sulfurada. —No pues que valentía —Él continúa con las indirectas. —Tengo mucha para su información, —ella solo trata de no caer en la tentación de ofender, tiene presente que la dureza de él, es su culpa. —Por lo mucho que me interesa. —Él la trata como lo más insignificante, Paul solo está en silencio. —Podríamos salir los tres a la calle papá, hay un nuevo parque que quiero conocer papá nos divertiremos más si llevamos a Anne. —Paul está solicitando salir, algo que antes Nathan quería que pasara, pero en este instante le da temor. —Luego será con tu abuelo, será más entretenido con él, además yo prefiero que nos quedemos en la casa. —Nathan mira la puerta, ya no es capaz de nada, sin la compañía de Alizze se transforma en un cobarde. —Ese es un magnífico plan —Anne habla incómoda, hace mucho no percibió que no existe un lugar en el mundo donde sea bienvenida. —Pensé que tardaría toda la vida en dar un comentario coherente, pero qué alivio es notar que fue más rápido de lo que pensé, usted ya conoce exactamente donde es la salida, no espere que la acompañemos cuando no se lo merece. —Nathan está sacando su nueva manía de ignorar al que le estorba. —Simplemente tengo unos asuntos por resolver, aun cuando aquí tengo a Paul que es muy importante para mí. —Ella solo trata de subirle los ánimos al niño, pero tal parece que esta vez no funcionó, nuevamente la tristeza le está llegando. —Los vas a colocar por encima de mí, yo sé que tú no eres como mi papá. —Eso deja todo en pausa, ya ninguno de los dos quiere agarrar la palabra. —Eso es cierto, quizás absolutamente nada me exime de cometer errores, pero el perdón siempre es importante, además de que tu corazón necesita mi amor. —Ella se agacha para mirar a Paul. —Entonces no me dejes solo. —Paul ya está rogando, Nathan se siente como lo peor, eso no es nuevo, pero hasta ahora lo quiere ver. —Está tu papá, mejor cuidado será imposible. —Anne solo trata de bajarle a los desprecios. —Eso no es cierto, él siempre se encierra en su estudio con esa mujer, cuando me voy acercar ella me dice que yo sobró, que mi papá era solamente suyo. —Paul mueve su boca ya que llora. —Paul ninguna mujer será más esencial que un hijo, yo no conozco a esa señora, a pesar de todo desde ya te admito que la estoy detestando, debe ser un fastidio. —Anne levanta una de sus cejas. —Alizze te quiere hijo, solo que tú debes ser más considerado, ella se estresa porque en su rutina los niños son los que menos están. —Nathan está defendiendo los desplantes de su ex novia. —¡No! —Paul se cruza de brazos, dentro de poco llegarán sus cumpleaños número cinco y él no ha escuchado a su padre hablar sobre el tema. —Eres un malcriado. —Nathan aprieta su mandíbula. —Ya Nathan, es usted el mayor no él, Paul decidirá a quien querer y por lo visto esa mujer no se lo debe ni merecer, es una atrevida a la que usted le dio alas para mandar sobre su casa, dígale que venga así la enseñó a tratar bien a las personas porque hasta yo tengo mucha más educación. —Deje de exigir cosas Anne, cuando usted no es nadie —Nathan es hiriente. —Ella sí lo es, la escogió mi corazón papá. —Paul le está demostrando a su padre, que él también tiene carácter y no es siempre el niño tímido que vive escondido. —No tu mamá ya no está con nosotros, por eso le dejo ese gran espacio a Alizze, —Nathan cree que con ella ya su hijo ganó hasta la lotería. —Yo voy a estar con mi mamá y vengo en la noche, aunque me separe unos metros, estaré contigo. —Su lado materno está saliendo, Anne ya lo siente de su familia. —¿Tú tienes mamá todavía? —El pequeño tiene interés. —Sí, me encantaría que tú la conocieras algún día, ella es sensacional además de que obviamente te convertirías en su preferido. —Anne no está mintiendo, puesto que su madre si anhela ser abuela, solo espera que, aunque no comparta la misma sangre con Paul lo acepte. —Que emoción Anne, cuando estaba estudiando todos hablaban de sus abuelas, pero yo no tengo, contigo ya tendría. —El niño sonríe. —No hagas planes Paul. —Nathan se mete para destruir las maravillas que demuestra Anne. —Papá, yo le voy a pedir permiso a la señora, así como lo hice con Anne… Agacha tu cabeza por favor Anne. —Ella lo hace sin saber qué es lo que él niño va hacer, él levanta su mano y le da la bendición finaliza con su beso en la mejilla. —Eres un amor. —Ella le aprieta las mejillas a Paul. —Es para que llegues bien. —Paul se va, mientras que Nathan sigue ahí. —No se despidió de mí. —Nathan manifiesta lo dolido que está. —Nathan lo ofendió, mejor hablen. —Pese a qué Nathan hace como si nada, él toma muy en cuenta el consejo de ella.
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