Olivier cierra la puerta, furioso, ya tenía sus ojos vidriosos, por eso mismo no quiso dejar que Paul lo viera así, afuera de la casa dentro de su auto lo está esperando una de las bailarinas, aquella mujer duró mucho tiempo con las insinuaciones, todo hasta que consiguió que él cediera y ahora son algo así como amantes sin ningún compromiso. —¿Qué es lo que te pasa? Estás tenso, sé muy bien que un masaje te caería de maravilla; no acepto que te niegues. —Ella lo besa, intenta introducir su lengua dentro de la boca de él, pero él aprieta tanto sus labios para no dejarse. —Simplemente déjame conducir, —él agarra el volante, está tembloroso es la primera discusión con su hijo luego del accidente. —Pensaste tanto tiempo para traerme al bar, todo esto me parece tan ridículo, no puedes esme