Días Grises

1643 Words
Aurora A Bell A partir de esa noche el cielo dejo de brillar para mí, como para sobrevivir, una ojeras enormes son el adorno principal de mi rostro, el sigue su vida “normal” como si no hubiese pasado nada malo. ¡Tengo que salir de esta mierda de una vez por todas!, pienso totalmente convencida de que esto no es lo mío, no voy a volverme monja por una decepción amorosa, pero no se cómo carajos escaparme de aquí, a las novicias no nos permiten salir mucho. –Necesito, hablar contigo.– Me dice Alex, tomándome del brazo, de manera que no pueda negarme. –Suéltame ahora mismo, no tengo nada que hablar contigo.– Digo muy molesta de que se me acerque. –No opino lo mismo.– Dice metiéndonos en el confesionario a la fuerza, en el cual nos dimos nuestro primer beso. –¿Que carajos intentas hacer?.–Pregunto empujándolo con todas mis fuerzas. –A partir de las ocho de la noche, no debes salir de tu habitación, por nada del mundo, debes encerrarte con llaves.– Suelta el serio –Quien te crees para darme ordenes.– Pregunto arizca –El agente especial, Alex Smith, cumpliendo con la misión que me fue encomendada, esta noche tienen planeado una entrega grande de novicias, tu no debes arriesgarme a que te vendan.– Me suelta serio sin ninguna expresión particular en la cara –¿Eso era todo agente?.– Pregunto con rabia contenida, solo verlo recuerdo el momento exacto cuando rompió mi corazón…Lo mínimo que le deseo es que se golpee el dedo chiquito del pie, –No, inmediatamente termina el operativo, y no nos veremos nunca más en la vida.– Responde viéndome a los ojos. –Que bueno, es la mejor noticia que me han dado en mi vida.– Le respondo furiosa, no sé porque me siento triste, necesito que se aleje de mí, es un toxico, mi corazón se comprime ¡pero debo ser fuerte! Él no merece una de mis lagrimas. A partir de ese momento, dejaras de ser una novicia, pasaras a ser un testigo protegido, se te cambiara la identidad, y serás reintegrada a la sociedad, se te dará techo cobijo y estudios.– Responde tragando grueso al verme a los ojos. –¿Puedo besarte por última vez?.– Pregunta serio, viéndome los labios –No.– Respondo en el mismo tono de aburrimiento con el que él me estaba hablando. Cuando voy a salir por la puerta del confesionario, me hala hacia el sorprendiéndome en ese mismísimo instante ¡o puedo creer, lo que esta haciendo! –Eres un ca.– Me calla uniendo nuestros labios, para mi es algo nuevo la forma en que me está besando, remueve todas y cada una de las fibras de mi ser, me besa con ternura y no sé qué hacer por un instante le correspondo.  Pero luego le doy su merecido, elevo la rodilla con fuerza impactando en sus testículos–Tenias razón, no mereces una mujer como yo.–  Le digo viéndolo en el piso sosteniendo su m*****o. –Acabas de matar a mis hijos.– Murmura rojo –No se te ocurra acercarte a mí, nuevamente okey.– Respondo con rabia, sujetándole el cabello Salgo de allí, tan furiosa, que no me percato que estaba lucia cerca, se acerca con una sonrisa en la cara –Después de todo al parecer estamos cortadas por la misma tijera.– Me dice con una sonrisa –No tengo tempo para tus estupideces.–  Un dolor de cabeza aparece de la nada –El amor nos hace hacer cosas estúpidas.– Asegura ella. –Estoy de acuerdo contigo, pero este motivo, no me haré tu amiga, ni tu confidente ni nada respondo .–Muy molesta. –El no me ofreció nada, y yo lo di todo por él, pero a él ´poco le importa. –¿Por que me cuentas todo esto?.– Le pregunto severa –Tal vez para ti haya tiempo, para mí no lo hay.– –No me importa, nada  los de lo que tengas que decir.– Le digo dándole con el hombro dispuesta a pelear lo necesario –Lo digo como tu amiga.– Responde con lagrimas en los ojos –Guarda tus consejos para alguien que te los pida.– Le digo seria con ganas de lastimarla –No quiero verte sufrir más por amor.– Responde ella –Hazle un favor a ti, y me lo haces a mí, dibuja un mapa y piérdete.– –Eres tan infantil.–Se burla ella. –¿Comiste payaso?.– Pregunto obstinada caminando hacia mi habitación, es mi refugio, en todo momento, entro y me encierro a llorar por que perdí lo que nunca tuve, sé que Alex es un imbécil, pero en caló hondo en el fondo de mi corazón –Necesito hablar contigo.– Dice Paola, entrando sin permiso a la habitación –¿Lo del operativo de esta noche?, ya me lo advirtió Alex.– Respondo a sin darle mucha oportunidad de hablar. –¿Me consideras tu amiga?.– Me pregunta y yo solo asiento en silencio, ella fue la primera en advertirme que lo que estaba haciendo estaba mal… –Okey, te enviaran a un programa de protección al testigo, si necesitas algo, lo que sea no dudes en llamarme, me dice entregándome una tarjeta de presentación, con su número de celular y su dirección. –¿A dónde me van a enviar?.– Pregunto un poco asustada, mi vida últimamente parece una montaña rusa, no tengo control de nada, es decir jamás lo he tenido, sé que es momento de cambiar, no puedo ir por el camino que otros marquen por mí, me canse de eso. Ella parece leer mis pensamientos, –Es momento de hacer lo que tú crees que te guste, te puedes equivocar y simplemente volver a comenzar.– –No te entiendo nada.– Le digo sentándome a orillas de la cama. –Cuando, logre escapar de mis secuestradores jure vengarme regresar por ellos y acabarlos.– Me dice con la mirada oscurecida esta recordando cosas. –¿Lo lograste?.– Pregunto curiosa– –Soy la mejor, les di en la madre, pero después que termine con ellos no sabia que hacer, pensé en hacer lo que no pude, por haber estado encerrada, de hecho lo hice.– –¿Y que sucedió?.– –Resulta que mis pasiones e intereses cambiaron sin darme cuenta, me gusto mas ser espía que veterinaria y lo demás es historia.– –¿Qué te gusta de tu profesión?.– –Ayudo a salvar vidas, todos los días, es gratificante y anónimo, también gano mucho dinero en el proceso, es que me gusta blanquear a los malos antes de meterlos a la cárcel– Me dice con una sonrisa –Eres una ladrona.– La acuso por molestarla –De hecho, tengo complejo de Robín Hood.– Responde con la misma actitud. –¿Robas a los ricos para darle a los pobre y desamparados?.–Bromeo, de hecho me da curiosidad todo lo que me explica. –Tengo varias fundaciones, entre ellas en el orfanato donde esta tu sobrino.– –¿Cómo sabes de él?.– Le pregunto asombrada, no tengo idea de donde esta. –Me contactas y te llevo con el.– Promete tomando mis manos, tengo un nudo en la garganta y unas ganas de llorar enormes. –No te pongas así, toda tu vida está cambiando para mejor.– Me abraza ella, me siento tan bien, la siento más mi hermana que la propia Alba.– –Gracias por todo lo que has hecho por mi.– Le digo aferrándome a ella con fuerza, no me siento tan sola de esa forma –Nos vamos a divertir mucho juntas, tengo una amigas muy locas ¿Te gusta bailar? –No lo sé.– Respondo sincera y ella rueda los ojos –Tenemos un duro trabajo por delante, ya sabes no importa lo que escuches no salgas por nada del mundo esta noche, lo quieren hacer pasar por un ataque terrorista, porque se quieren llevar a casi todas.– –Demonios, Daniels está implicado ¿cierto?.– Pregunto con certeza –Él y otras personas que ni te imaginas.– Me dice ella –Me encantaría, hacer las cosas que tú haces.– Le digo –¿Ser agente?.– Pregunta, mientras yo asiento, viéndola admirada –Es un poco difícil.– Dice ella –Si tu pudiste, yo también puedo hacerlo.– Respondo dejándole con la boca abierta –Definitivamente la gatita esta sacando las garras.– Responde –Debo irme, cuídate.– Me dice dándome un beso en la frente. Al cabo de un rato, tocan mi puerta las dos amantes de Alex –¿Qué diablos hacen aca por Dios?.– Suelto una maldición y ellas solo se rien de mi entrando a mi habitación sin ser invitadas –Alex es difícil.– Me dice la mas rubia –Si se nota.– Les digo sarcásticamente –Tiene miedo de lo que pueda llegar a sentir por ti.– Me aclaran –El y sus complejos pueden  irse a la mierda.– Chillo, queriendo desaparecerlas de mi vista de inmediato. –Lucha por él, vale la pena.–Dice Nelly –Llévense sus consejos de donde se los regalaron.–Les digo rodando los ojos –Si te decides, es un tigre en la cama.– Me dice la otra. –No me interesan esos datos.– Les aclaro tomando a cada una de un brazo y sacándolas de mi habitación, cuando se voltean intentando regresar a la habitación les cierro la puerta en la cara.  
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD