Capitulo 6

1173 Words
Capitulo 6 Estaba en la comodidad de mi cama, había sido un día largo y agotador, mucho trabajo y poca diversión, solo quería dormir, descansar de una vez por todas, pero alguien toco la puerta insistentemente, me hice el loco, pero al continuar los golpes no me quedo de otra que decir que entraran, era Steven el cual estaba serio, eso solo significaban malas noticias. -Que pasa? te dije que no quería molestias- el traga saliva pero no dice nada- habla de una vez- no me gustaban que titubearan. -Es la señorita Carolina... ha ido con su amiga a una discoteca. Sin pensarlo me encontraba vistiéndome y en camino a la dichosa discoteca en la que se encontraba la mujer de mi vida, al entrar no la vi, pero no fue difícil localizarla, muchos hombres deseaban ir a bailar con ella pero mis guardaespaldas los mantuvieron a raya, me extraño que no estuviera con sus seguridad, esta era mi oportunidad y no la iba a desaprovechar, era ahora o nunca. Ella noto que la miraba nuestras miradas conectaron por primera vez y sentí como mi pene dio un brinco, esos ojos, esa mirada, como deseaba tenerla dándome un rico oral, la dejo disfrutar ella toma sin ningún control su amiga esta muy entretenida con un tipo como para prestarle atención o estar al pendiente de ella, lo cual aunque me conviene me inquieta, estas niñas no estaban preparadas para salir solas al mundo. Me seduce con sus bailes sus miradas, no conocía esta parte de ella pero la estaba disfrutando mucho. Veo mi oportunidad cuando va al baño, la espero afuera, estoy nervioso nunca una mujer me había puesto en este estado, al salir quiero hablarle presentarme pero ella se lanza a mis labios, y esos labios me volvieron loco, trato de presentarme pero ella no me deja, todo es tan rápido tan carnal tan sabroso, que muy rápido la tengo de espalda y me estoy hundiendo dentro de ella como un loco, se que mis guardias nos están cuidando así que me dejo llevar. Se siente tan bien, la escucho gemir, toco su clítoris porque se que no duraría mucho, ella pega su espalda a mi cuerpo y suelta un gritico cuando llega al orgasmo y yo no puedo evitar llegar y regar toda mi semilla en su interior sin que me importe nada. Ella se gira y me vuelve a dar un beso, la cargo y ella enrolla sus piernas en mi cintura. -Yahir- me presento y ella me sonríe acariciando mi cabello. -Carolina- me rio, porque ella no sabia quien era yo, pero por mi lado yo conocía todo de ella. -Eso ya lo se pequeña- ella me ve sin entender pero antes de que pueda decir algo mas aparece su amiga la cual parece preocupada y la ve con horror. -Caro, que haces?- la mencionada se ríe y se baja de mi cuerpo, no, yo la quiero cerca, necesito seguir sintiendo su cuerpo contra el mío. -Sophia te presento a mi nuevo amigo... me voy con el hoy- su amiga la ve mal y niega, me la quería llevar conmigo, pero sabia que eso me odia traer graves consecuencias, no era un gallina, era una persona inteligente. -Estas loca no- la empieza a jalar pero antes de que se la pueda llevar Carolina se suelta y me vuelve a besar. Le sigo el beso, toco su trasero sobre la falda que lleva, recorro su cintura, la quiero tocar toda, grabarme cada espacio de su cuerpo en mi mente porque no sabia cuando volvería a tener la oportunidad de tenerla a mi lado, de tenerla de esta manera. -Nos vemos Yahir- murmura sobre mis labios y tan pronto como llego se marcho. Estoy duro, pero se que debo dejarla ir, no era el momento indicado para traerla a mi lado, aun no, primero debía de solucionar varios asuntos, pero eso no quitaba que había disfrutado este encuentro, tenerla tan dispuesta y mojada para mi, no me contuve me la cogí como tanto había querido aunque hubiese deseado que nuestro encuentro hubiese sido en mi habitación y que durara mas que este poco tiempo. Al llegar a casa reviso mi bolsillo y saco la pequeña tanga que tenia puesta mi mujer, la huelo y se me es imposible no hacerme una paja con ella, Dios me sentía tan primitivo, tan animal, tan fuera de mi cuando se trataba de ella, haría lo que fuera para tenerla conmigo por las buena so por las malas, pero Carolina iba hacer mía y nada se interpondría entre nosotros. Los días siguientes me dedique a seguirla, sabia su rutina, por las mañanas iba hacer ejercicio a uno de esos gimnasios super pipis, me inscribí solo para estar cerca de ella, aunque ella ni siquiera notaba mi presencia, yo no existía en su vida, también había ido al ginecólogo, me reí mucho ese día, y me imagine como seria un hijo nuestro, porque si tenia que embarazarla para que se quedara a mi lado nada me detendría. Sus hermanos y su familia vivían la vida de ricos sin ni siquiera imaginarse de donde venia el dinero de sus padres, creo que jamás habían pensado que su fortuna venia de drogas, trafico y muchas muertes, pero yo no seria la persona que os sacara de su nube, no me jugaría esa carta, era una persona inteligente o eso creía y yo sabría esperar, tenia que hacerlo, porque necesitaba tenerla a mi lado y para eso debía de estar vivo. -La señorita Ashley acaba de llegar señor- me dice uno de mis guardias entrando a mi oficina causando que ruede los ojos- la dejo entrar? -Si, que pase, pero revísala antes- el sale y yo muerdo mi labio, ahora que quería? Le había pagado a esa mujer para que se le metiera por los ojos al estúpido del novio de mi mujer, la tarea era fácil, debía de enamorarlo y obligarlo a que le rompiera el corazón a Carolina, ella lo había hecho y había recibido un muy buen pago, no sabia que quería ahora, no quería molestias y si ella se convertía en una no me quedaría de otra que sacarla del juego. -Que quieres mujer?- le pregunto apenas entra porque no estaba para estar dilatando la situación- se rápida que tengo cosas que hacer. -Yo mentí sobre que estaba embarazada y ahora Leonardo podría sospechar- me rio porque nadie podía ser tan estúpido- no te rías ayúdeme a solucionar esto. -Búscate a otro que te haga el favor, ahora lárgate. Ella sale del lugar cuando me ve serio, que se pensaba, que yo le iba a resolver su problemita? no estaba para niñerías si no había matado al idiota es porque sabia que eso le dolería mas a Carolina, la prefería con el corazón roto y que lo odiara no que lo recordara con amor. Veo la foto de Carolina que tengo en mi computador y suspiro, serás mía por las buenas o por las malas.
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