CAPITULO XIV. La última noche

1634 Words
FERNANDO Después de nuestro candente encuentro en la cabaña, he tenido mucho trabajo esta semana debiendo postergar el deseo por estar junto a Luna, me parece increíble cómo me encuentro tan obsesionado por ella, éste gran deseo no se va y cada vez más me convenzo de que se trata de una maldición que, tarde o temprano, destrozará mi vida entera. Me entristece la idea de no volver a verla, sabía que esta relación no podía durar mucho tiempo, sobre todo porque soy un hombre casado, además, siguiendo mi plan inicial, en cuanto queden arreglados ciertos pendientes, regresaré a casa para seguir planeando mi futuro al lado de mi esposa, cabe resaltar que, ya no me emociona como antes, quizá sea un error continuar con ella sabiéndome perdido por Luna, pero tampoco puedo arrojar todo por la borda por una simple aventura, no sé si estoy siendo egoísta o realista al pretender que esto se quede en el olvido, pero al final de cuentas, Luna también regresará a su ciudad a continuar con su vida, desconozco sus verdaderos sentimientos hacia mí, pero por su manera de ser, tengo que suponer que ya está acostumbrada a este tipo de situaciones, aunque me duela, sí, ME DUELE, a pesar de que nunca le he dicho que la amo, estoy perdidamente enamorado de ella. LUNA El señor Rivera me sorprendió mucho la última vez que estuvimos juntos, no he podido dejar de pensar en él, ha sido una semana exhaustiva ni siquiera he tenido tiempo para verlo y eso me abruma, ya que pronto tendremos que volver a nuestras vidas normales, yo a enfrentar mi rompimiento con Adrián y él a consentir a su esposita, la pelirroja insípida esa, sólo de pensarlo me dan unas ganas de... olvidarlo, ¡definitivamente tengo que olvidarlo! No es posible que me enamore de nuevo y que me destroce el corazón en tan poco tiempo, sobre todo porque desde siempre supe que ya estaba casado, sólo fue por diversión, por despecho y por capricho, tengo que repetirle eso a mi corazón para que no sufra. SAMUEL ¡No soporto la idea de que la señorita Luna esté sufriendo! Si tan sólo pudiera hacer algo para ayudarla, pronto tendremos que regresar y espero, de verdad espero, que el señor Rivera ese, no sea causante de que sus hermosos ojos lloren de nuevo, ella es un sol que siempre ilumina todo por donde pasa, no se merece que alguien apague su luz ni siquiera que lo intenten. Son nuestros últimas horas aquí, veré si desea salir a algún lugar, probablemente querrá despedirse del señor Rivera y obviamente tengo que ayudarlos, si todo sale como espero, esta noche será muy emocionante. LUNA La última noche me voy de antro, no pienso desperdiciarla esperando a que el señor Rivera se escape de su esposa para verme, si no hay despedida mejor, ya vendrán muchos hombres más, aunque no tan guapos y fogozos como él. FERNANDO Ya es tarde para que llegue hoy mi esposa y ni siquiera me ha llamado, tampoco entran las llamadas a su celular, quizá el clima perturbó su salida, eso quiere decir que tengo tiempo para ver a Luna, iré a buscarla. Estoy frente a la habitación de Luna, pero al parecer no hay nadie, ¿dónde andará? Debí llamarla primero... no contesta el celular, iré a buscarla abajo. Me ha llegado un mensaje, es Samuel avisándome que van al antro, ese chofer es un excelente aliado, pero no me fío de sus intenciones, aunque no lo admita, sé que está enamorado de ella, quizá está celoso al igual que yo y prefiere verla conmigo que con algún extraño. Sólo falta saber a cuál antro irán, por favor Samuel, mándame la ubicación en cuanto lleguen. ¡Me iré en taxi para alcanzarlos! LUNA Hemos llegado al lugar, este antro me lo habían recomendado mucho, pero son tantos antros en esta ciudad que no había tenido tiempo de venir aquí. — ¡Samuel! ¡Ya deja ese teléfono! ¡Vamos a bailar! — ¡Perdón, ya lo guardé! Enseguida pido tu bebida favorita, hermanita — recordarás que la otra noche te conté que nos gusta hacernos pasar por hermanos — Pide algo para tí también — Ya sabes que no bebo — Tienes razón, eres muy aburrido, pero está bien, alguien tiene que manejar Esta música me gusta mucho, ingerí mi bebida y me llevé a Samuel a bailar a la pista, es muy sexy este hombre y tiene estilo, algunas chicas ya le echaron el ojo, debo darle un poco de espacio para no espantar a sus conquistas, él es como yo, pero en masculino, por eso nos entendemos tan bien, sé que quieres saber más de él y te contaré un poco más, no me agradezcas, pero tampoco te enamores de él, por favor. Él es muy trabajador, astuto, caballeroso, guapísimo y amoroso, ¡es un partidazo! Hace tiempo tuvo una novia que le rompió el corazón y desde entonces se debe a la soltería, pero debes saber que cuando estaba con ella era fiel y muy detallista, muy romántico, siempre recordaba las fechas importantes y le daba regalos y no me refiero a regalos caros, él sabe hacer rosas de papel y cositas así, además toca la guitarra y canta increíble, pero la tarada de su ex lo dejó por un millonario y él se desilusionó, a todos nos dolió mucho verlo con el corazón destrozado y desde entonces se convirtió en un bandido, yo me encargué personalmente de enseñarle a conocer la mente de una mujer para que todas cayeran rendidas a sus pies, ahora sólo falta que el amor toque a su puerta otra vez, avísame si conoces a alguna candidata por allí. FERNANDO ¡No puedo creer que esté haciendo ésto! Hace tanto que no vengo a un lugar como éstos que ya ni siquiera sé por dónde empezar, todas esas jóvenes me miran, sé que es raro que alguien de mi edad visite éstos lugares, pero, por favor, ¡ya dejen de mirarme así! Qué modas tan extrañas hay ahora y esa música pfff, en mis tiempos eran mejores, ¿cómo les puede gustar ésto? A esa música ni siquiera se le entiende lo que cantan. Un mesero me ofrece algo de beber y yo acepto, necesito agarrar valor para seguir aquí. No veo a la señorita Luna por ningún lado y Samuel no me contesta los mensajes, allá hay un alboroto, ¡de seguro allí están! ¡La señorita Luna es preciosa! Lleva puesta una blusita de tirantes que no le cubre ni el ombligo, una minifalda, ¡es demasiado corta!, ¡le falta tela por todos lados! Además, trae unos tacones que no me explico cómo puede caminar y bailar con ellos. Creo que ella empezó a beber muy temprano, baila y se luce en el centro de la pista como toda una diosa, tantos hombres acechándola me hacen morir de celos ¡debo sacarla de aquí! — Señorita Luna, tenemos que irnos — ¿A dónde? — Afuera — ¿Cómo para qué querría irme? — Ya está usted ebria — Pero por supuesto, ¡a eso vine! — No me haga cargarla hasta el auto — Señor Rivera, ¿a qué vino? ¿de aguafiestas, acaso? — No, yo vine para estar con usted — ¿Su esposa le dió permiso? — No, ni que fuera un niño para andar pidiendo permiso — Entonces, su esposa no ha llegado — Así es, ¿cómo lo sabe? — ¡Es obvio! — ¿Obvio? — Usted no estaría aquí de ser diferente — Como sea, tenemos que irnos — Primero explíqueme, ¿cómo supo que yo estaba aquí? — Pasaba por aquí y vi su auto en el estacionamiento — Sí, claro, y yo sigo creyendo en Santa Claus. ¡Samuel! — Dime, Luna ¿Qué le pasa al chofer?, ¿porqué la está tuteando?, ¿y ella porque no lo pone en su lugar? — Ya despídete de tus conquistas porque gracias a un chismoso, tenemos que irnos — ¡Señor, Rivera! ¿Qué hace por aquí? — exclamó Samuel para disimular — Eres un pésimo actor, Samuel, sé perfectamente que fuiste tú el chismoso — replicó ella Luna estaba muy molesta con ambos, con él por chismoso y conmigo por haber ido a buscarla al antro. Nos fuimos en su camioneta, Luna me reclama por hacerle caso a Samuel. — ¿Me pueden explicar porqué son tan amiguitos ustedes dos? — No somos amigos — aclaré — Pero sí complices, que es peor — Nos está haciendo un favor — ¿Hablas en serio? — ¡Sí! — Hoy no tendré mi noche de sexo desenfrenado como planeaba y ya es muy tarde para nosotros — Todavía alcanzamos a hacer algo Sin perder más tiempo la beso, ella intenta resistise, pero no puede; Samuel intentaba no ver por el espejo retrovisor y lo movió para ello dándonos un poquito de privacidad Mi esposa está llamando, debo contestar, todos hicimos silencio para que ella no sospechara, hay tanto silencio que todos escuchan la conversación y Luna comienza a hacerme sexo oral, Giselle me cuenta algo sobre una tormenta, pero no puedo poner atención gracias a las maniobras de Luna y sólo le sigo la corriente, también me dice que ya está en camino, por lo que tengo poco tiempo para estar con Luna a solas, no hay tiempo para ir a un motel, debo seguir al teléfono con mi esposa y disfrutar en silencio lo que hace Luna con su boca, yo intento colgar el teléfono pero mi esposa no para de hablar, es difícil esta conversación con Luna haciendo de la suyas, pero me excita y lo estoy disfrutando mucho.
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