FERNANDO Ya vamos llegando a casa y la bebé se ha dormido en el camino, es un angelito. — Vamos a recostarla — sugiero a Luna — ¡Yo quisiera acompañarte! — interviene Carmelita — si no tienen inconveniente — Adelante, Carmelita, sirve que como algo — responde Luna — Puedo ayudarte a preparar algo — menciona Andrés — Con un sándwich bastará — Bien, vamos Carmelita Carmelita y yo vamos a hacia la habitación, Luna se ve mucho más tranquila y eso me agrada. LUNA Andrés y Samuel son los mejores amigos que podríamos tener, me siento tan afortunada de contar con ellos, me tienen como niña mimada, todo el tiempo me consienten y son muy considerados, mi hija será la niña más consentida del mundo con este par. — Muchas gracias, chicos, no se hubieran molestado — No es molestia, comadre