FERNANDO —¿Lunaaaaaa! — grito mientras veo como cae en la alberca semidesnuda, Samuel reacciona rápido y se lanza tras ella — ¿pero qué pasó? — Tu mujer se ouso borracha e insistió en quitarse el vestido porque tenía calor, le rogamos para que no lo hiciera pero ya la conoces — explica Andrés mientras Samuel la rescata — ¿Luna, me escuchas? — le pregunta Samuel — ¡Sí! Qué hacen todos aquí? — Andrés desaparece por un momento — Nos diste un gran susto, ¿estás bien? — le pregunto — Sí, pero en realidad no lo sé — responde — ¿Te duele algo? — cuestionó — No, pero creo que morí — ¿Porqué crees eso? — Porque estoy viendo a un ángel, un guapísimo ángel — Me siento halagado, señorita Luna — ¿Entonces, sigo viva? — Vivita y dando lata — responde Andrés mientras regresa con una toalla