ANDRÉS Fernando parece realmente molesto, ahora estoy muy arrepentido por mi estupidez, Samuel y yo estamos avergonzados y esperamos su reacción inevitable mientras continuamos con la conversación. — Para ser sinceros, sí — ¡Y lo peor es que ni siquiera pensaban decírmelo! — ¡No es así! Por eso estoy aquí dando la cara por mi error — repongo — ¿Y tú Samuel? — pregunta Fernando — ¿Tienes algo que decir al respecto? — La verdad no sabía si decirte o no, primero debía hablarlo con Andrés, ya que no soy un chismoso — responde — Fue mi culpa solamente, él no tiene nada que ver ni siquiera sabía que era tu casa — añado — Sólo quería ver cómo defiendes a tu futuro esposo — expresa Fernando sonriente — ¿Qué? — pregunto sorprendido — ¡Cayeron! — Fernando se burla — Chicos, ustedes pueden