CAPITULO LXXV. Objetivo
1028 Words
LUNA
— ¿Sí, Joaquín? — respondo el teléfono
— Buenas noches, estoy llamando porque, encontramos este teléfono cerca de un auto accidentado en la carretera — una voz masculina me responde
— ¡Un auto accidentado!
— Sí, y como le digo, a un lado estaba tirado este teléfono y decidimos llamarle porque ví que tiene muchas llamadas perdidas
— ¡Sí, sí! El dueño es mi hermano, ¿puede decirme cómo está, si está herido?
— No, el auto está sólo
— ¿Pero qué fue lo que pasó?
— Volcó y se estrelló contra un árbol
— ¡¿Qué?! ¡¿Pero Joaquín está por allí?!
— No, señorita, su hermano no está aquí, debió caminar para pedir ayuda
— Por favor, señor, deme la ubicación para ir a buscar a mi hermano, puede quedarse con el teléfono, con lo que quiera, pero dígame a dónde me dirijo, ¡se lo suplico!
— Sí, señorita...
El señor que llamó me dió la ubicación exacta, Fernando y Samuel van para allá, no me dejaron ir, Carmelita me preparó un té tranquilizante y Andrés despertó con tanto escándalo, ahora estamos aquí esperando noticias más nerviosos que nunca. He traído a la niña a la sala para estar más cerca de ella, así podré atenderla en cuanto sea necesario.
SAMUEL
¡Rayos! Primero lo de Andrés y ahora ésto!
El lugar del accidente está casi a la mitad del camino, así que tardarenos en llegar, espero que Joaquín no esté mal herido y logre obtener la ayuda que necesita y pronto todo ésto, solamente, quede como un gran susto.
Estoy muy preocupado por Luna y por mi mamá, estaban muy alteradas por las dos noticias, Andrés dijo que no nos preocupáramos, que él las cuidaría y nos avisaría cualquier novedad, dice que está enfermo, pero que no es ningún inútil, ahora debo confiar en él así como él lo hizo conmigo.
FERNANDO
Ya amaneció y apenas vamos llegando al lugar, al menos con la luz del sol será más fácil buscar a Joaquín por los alrededores, Luna debe estar muy angustiada y no es para menos, ella presentía que algo andaba mal.
JOAQUÍN
Me duele todo el cuerpo, no sé cómo pasó ni cómo llegué a este lugar, veo un poco borroso, pero sé que ya es de día porque la luz del sol entra por todos lados. Estoy en una especie de cabaña, hay ventanas grandes y la habitación es muy sencilla, puedo escuchar pasos acercándose.
— ¡Despertó, joven! ¡Qué alegría! Pensé que no la libraría
— ¿Dónde estoy? ¿Tú quién eres? — pregunto sintiendo que la energía se me va
— No hable, trate de descansar otro poquito, sufrió un grave accidente y necesita de todas sus energías para reponerse
La miro, es una mujer de tes morena y con vestimenta humilde en color blanco, su cabello está adornado con flores blancas como una corona y es tan linda, creo que he muerto y un bello ángel me recibió en el cielo, siento mucha paz y luego de pronto, regresa el dolor, ella toma un vaso con alguna bebida y me ayuda a beber, despacio, su mirada es tan cálida y sonríe iluminando todo a su alrededor, su voz es dulce y me inspira mucha confianza, luego de terminar la bebida, ella me pone un ungüento en el cuerpo, ni siquiera me había dado cuenta que estoy casi desnudo frente a una desconocida, quisiera moverme, pero en cuanto lo intento, el dolor me detiene, será mejor que le obedezca y siga descansando.
— ¿Quién eres? — pregunto
— Shhh...
Mis ojos se sienten tan pesados, estoy muy cansado y poco a poco comienzo a perder el conocimiento a pesar de todos mis esfuerzos por seguir despierto.
LUNA
No ha habido noticias aún, no quiero, pero tengo que llamar a mis padres para informarles, quizá eso les haga recuperar un poco la cordura.
— ¿Mamá?
— Luna, creo que ya todo está muy claro entre nosotros
— No me interesa nada de ustedes, solamente quiero saber si Joaquín se ha comunicado en las últimas horas
— No, está tan indignado...
— Entonces, — interrumpo — es mi deber informarles que mi hermano tuvo un grave accidente en la carretera y está desaparecido
— Si está desaparecido debe estar bien, así que ya basta de dramas, Luna, deja de inventar excusas para llamar la atención
— Tiene razón, señora Villanueva, solo fue un invento para saber si continuaba sin recuperar la razón, gracias.
Cuelgo el teléfono y comienzo a llorar, estoy tan frustrada, no puedo creer la actitud de mis padres, son tan... ni siquiera sé cómo describirlos, me falta el aliento y no puedo parar de llorar, Andrés me abraza y mi llanto cesa aún más, estoy tan mortificada y desesperada, Carmelita también está muy preocupada, está rezando, la acompañaré. Andrés me ha pedido encargarse de la niña y así como estoy, no puedo negarme.
LIZANYA
¡Wow! Todo está saliendo mejor de lo esperado, mis suegros me acaban de decir sobre la llamada de Luna, ellos creen que es una mentira para seguir embaucándolos, pero si resulta ser verdad, seré la viuda más hermosa del mundo, además de que seré millonaria, todo quedaría a mi nombre y no tendría que lidiar más con los estorbosos de mis suegros. De haber sabido que ésto sucedería, me hubiera comprado aquél hermoso vestido n***o que ví el otro día, ni modo, si lo compro ahora me veré muy sospechosa, tendré que buscar entre mis cosas el mejor outfit de n***o para lucir espectacular en el velorio, el color del luto me queda genial, combina con mi personalidad y estoy segura, que tendré algún pretendiente millonario en poco tiempo.
Llamaré a Mariana para contarle, estará que se muere de la envidia por mi suerte, aunque a veces me aburre con tanto que habla del idiota de Samuel, hasta parece que realmente le importa, si no la conociera hasta diría que sí está enamorada realmente, pero es igual que yo, inteligente y ambiciosa, por eso sé que sé que persigue un objetivo en común.
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