La habitación es amplia y luminosa, con grandes ventanales que permiten que la luz natural inunde el lugar. Las paredes están pintadas en tonos suaves y neutros, que transmiten una sensación de calma. La cama de hospital es grande y ajustable, rodeada de equipos médicos discretamente integrados en el entorno, asegurando que todo lo necesario esté al alcance sin ser abrumador.
Junto a la cama, hay una silla reclinable, claramente pensada para que los acompañantes puedan descansar durante largas horas. Un sofá de dos plazas se encuentra contra la pared opuesta, proporcionando un lugar más relajado para sentarse o incluso dormir si es necesario. La mesita auxiliar tiene un jarrón con flores frescas, y sobre ella descansan algunos folletos informativos y un control remoto para la televisión p
