“¿Y por qué son así los turcos?”— había preguntado Yamina con interés. “Es parte de su carácter. De ahí las leyendas acerca de la crueldad y de los crímenes del serrallo. Algunas pueden ser ciertas, pero estoy convencido de que la mayor parte son inventadas". “¿Sabremos alguna vez la verdad?” “Es muy difícil”— había respondido su padre—. “Según tengo entendido, el Embajador británico ha logrado persuadir al sultán de que modifiquen gran parte de su protocolo. En el pasado, cada visitante que recibía era sometido a un baño ritual.” “¿Un baño?” “Como bien sabes, los musulmanes son fanáticos de la limpieza. Por ello, después de haber sido bañados, se envolvía a los visitantes en lujosas batas y se les llevaba en andas, sostenido por ambos lados por funcionarios de la corte, hasta llegar