Vi a Axel apartado a un lado del comedor hablando con Seo. Parecía estar dándole el sermón de su vida. Seojun me miró, Axel hizo lo mismo.
Ahora me daba vergüenza simplemente cruzar la mirada con Axel. Aparte la vista de ellos, concretamente de él. Era incómodo, muy incómodo. Caminé hasta Jihan, y me quedé a su lado.
Jihan - ¿te encuentras mejor?
Asentí, me daba vergüenza también mirarlo. Nos había visto en esa incómoda escena. Estaba fuera de mi, cuando eso pasó. ¿Qué pensará ahora de mí?
Jihan - ¿Quieres empezar a trabajar o prefieres salir a tomar el aire un poco?
Irina - prefiero trabajar.
Asintió y ambos nos concentramos en trabajar. Necesitaba sacarme de la cabeza lo que había pasado. ¡Dios, me bese con el jefe!
Él terminó yéndose del comedor, Seojun no me dirijo la palabra en todo el resto de mañana. Para ser sincera no me importó. La tarde fue igual. Salí bastante tarde trabajar, eran pasadas las once de la noche cuando salí por la puerta del Origin Of Min.
Me distraje un momento para ver si tenía algún mensaje de Axel ya que Enzo estaría en su casa. Iba a responderle, de hecho estaba a punto de hacerlo. Pero me arrebataron el teléfono de las manos.
Irina - no tiene gracia Seo. Devuelvemelo.
Seo - ¿o si no que? ¿Irás corriendo al jefe para que te defienda? ¿No tienes dignidad? Acostarte con un tío solo para subir de rango, penoso.
Irina - dame el teléfono.
Empezó a revisar este con burla. Algo le llamó la atención, me sonrió con arrogancia.
Seo - el jefe dice que te está esperando en su casa… Me interesa saber qué tanto le das para que te lleve hasta a su casa. Lo debes de hacer bien.
Irina - eres realmente imbécil. Dame el maldito teléfono.
Seo - puede ser. Tu y yo haremos tratos de ahora en adelante.
Irina - no. Dámelo.
Intentaba quitárselo, pero era imposible. Él es un chico bastante alto. Aprovecho mi cercanía, para poner su brazo libre por mi espalda y apegarme a él.
Irina - suéltame.
Ordene. Pero hizo caso omiso. Acercó su cara a la mía, aparté mi mirada de él. Aprovecho eso para susurrarme al oído.
Seo - si no quieres que todo el mundo sepa que te ves con el jefe en su casa, tú y yo nos divertirnos.
Irina - entre el y yo no hay nada, solo cuida de mí hijo.
Seo - ¿En serio crees que la gente se creerá esa estupidez? ¿Por qué un hombre multimillonario cuidaría del hijo de una simple camarera?
Irina - Yo… Y-yo lo digo en serio.
Seo - yo también lo digo en serio… no quieres que nadie se entere no, pues dame lo que le das a él.
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Esperé impaciente a que Irina llegará. Es su segundo mes trabajando en Origin Of Min, pero está súper rara desde el día del beso. Apenas se atreve a mirarme, durante el trabajo he notado que está siempre sola. Pregunté a Jihan, pero según él ella evita a todos.
Con somi es la única a la que habla. Hoy tenía pensado intentar hablar con ella, si hay algo que la moleste intentar ayudarla. No he visto más a Seo molestarla, intento estar pendiente de esos dos. Pero también debo admitir que este mes he estado hasta arriba de reuniones durante la mañana.
Eran pasadas las doce y media de la noche, cada día llega más tarde y no se porque, puesto que de trabajar sale a las once como muy tarde. Enzo estaba dormido y Nae también. Ambos estaban en el sofá, se habían pasado la tarde en el parque con Yuna mientras yo trabajaba y los dos estaban agotados.
Escuché el sonido del ascensor, me levanté del sofá y la vi. Pero algo no iba bien con ella. Me miró y empezó a llorar ¿cómo debía reaccionar a eso?
Me acerqué a ella y sin previo aviso me abrazó. Me dio lastima, no entendía qué le pasaba.
Axel - ¿estás bien, Irina?
Irina - no… lo siento.
Axel - haber, hablemos tranquilamente, ven.
Me separe de ella y la guíe a la cocina. Hice que se sentará en la silla de la cocina, preparé un té caliente. Sinceramente no sabía qué darle y mi madre acostumbra a preparar té cuando estoy mal. Le prepararía café, pero no creo que a estas horas sea aconsejable tomar cafeína y menos en su estado.
Me senté a su lado, ella consiguió relajarse después de pegar varios sorbos al té.
Axel - ¿Qué es lo que te paso?
Irina - es Seo… me da vergüenza contarlo, pero no aguanto más. Llegué a mi límite y me recuerda cosas que intente olvidar viniendo a Seúl.
Axel - ¿te ha hecho algo?
Irina - me forzó a acostarme con él, a cambio de no decir que tú y yo nos acostamos. Algo que le dije millones de veces que no era real… pero empezó a crear rumores de mi y preferí alejarme de todos.
Axel - lo siento muchísimo, debí haberme dado cuenta antes. Hablaré con Nam y mañana mismo esto estará arreglado.
Aún diciendo eso, la chica seguía sin tranquilizarse. De hecho pareció agobiarse su más al punto de empezar a fallarle el aire.
Irina - E-escape de él, m-me estaba siguiendo y sabe donde vivo… tengo m-miedo. Ha tomado alcohol y… y está fuera de sí, yo no sé qué hacer…
Le entró hasta hipo del miedo que tenía ahora mismo. No dejaba de llorar y eso que lo intentaba, le daba vergüenza que la viese así.
Axel - relájate, te quedarás aquí hoy. Mañana es sábado no hay trabajo lo arreglaremos todo quédate aquí un momento subiré a los niños arriba.
Ella asintió, salí de la cocina con remordimientos de dejarla sola. Subí primero a Nae a su habitación, la acosté en su cama y saque la cama de habano de la suya, para acostarse a Enzo en esta. Mucho ático, pero solo tengo dos habitaciones. La mayoría están convertidas en mi despacho, la sala de juegos de Nae y una pequeña librería. La sala de cine está en la planta de abajo, como el gimnasio.
Después subí a Enzo, me asegure de quitarle los zapatos y acomodar le en la cama. Les eché un último vistazo por encima y salí de la habitación.
Me senté junto a ella, todavía estaba nerviosa y el miedo que tenía era muy obvio. Todavía no puedo creer que Seo hiciera algo así. Me da tanta rabia tener que compartir genes con él. Es mi primo y está en la empresa por ser mi primo. Esta por mi madre, fue un favor que le hice a mi tía y encima tiene los cojones de hacer algo así.
Ni un poco de respeto tiene hacia alguien que le ha dado todo. Le di trabajo, le di casa y un buen puesto ¿y así me lo paga? me parece denigrante.
Axel - te quedarás aquí hoy, mañana a primera hora llamaré a Nam e intentaremos arreglar esto. Si necesitas poner una denuncia o algo cuenta conmigo.
Irina - no quiero causarte más problemas, señor.
Axel - tonterías, ven te quedarás en mi habitación, no tengo más.
Agarré su muñeca, puede que fuera algo brusco y tiré de ella escaleras arriba. Cruzamos el largo pasillo hasta llegar a mi habitación.
Axel - puedes sentirte libre en mi casa, el baño está allí y el vestidor es aquella puerta de allí. Te dejaré ropa.
Tampoco quería incomodarla, pero mi mente no dejaba de pensar en el dichoso beso y en cuánto deseo que se repita. Aún estoy molesto con Jihan por interrumpir.