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1246 Words
Mi primer mes en la empresa de Origin Of Min pasó, pensé que sería peor pero me mantuve firme. Cambié de teléfono hace una semana y por ahora no hay llamadas, mensajes o amenazas. Apenas coincido con Axel, solo cuando recojo a Enzo o cuando él lo trae a casa. Sigo teniendo problemas con Seo, él consigue que los demás se alejen de mí en el comedor. Solo Jihan se diga a comer o hablar conmigo. Ni siquiera Somi, que pensé que sería agradable y lo parece, tampoco me habla o dirigía la palabra. Ya vivía en mi apartamento, estaba feliz, me gustaba la sensación de tener algo por mi propia cuenta, algo que había creado y conseguido yo misma. Me levanté de bastante buen humor, desayunamos en casa, este mes no podía gastar nada de nada. Guardaba X ahorros para emergencias. No los tocaría a no ser que fuera una emergencia seria. Como cada mañana lleve a Enzo a clase y después fui a trabajar. Entre por la parte de la cafetería para saludar a Suk, Lía y a HanSoo. Con ellos era más agradable trabajar. Después subí a mi tortura con Seo. Me cambié en los vestuarios, aunque normalmente lo hago en casa, para evitar una regañina por parte de Seo. Me regaña o me tira indirectas sobre la mierda de trabajo que hago y que no pinto nada aquí, más que alegrarle la vista al jefe. Me hace sentirme mal conmigo misma. Salí del vestidor a toda prisa, llegaba tarde a preparar las mesas. Me iba abotonado aún los botones de mi camisa blanca a toda prisa. Tanto que no mire al frente y choque con alguien. Café literalmente ardiendo me cayó encima, más concretamente en el pecho. Seo - ¡tenías que ponerte en el puto medio, inútil! ¿¡Es que no sabes hacer nada!? ¡No sé qué mierda pintas aquí! — ¿Y tú qué pintas aquí, Seo? Todos centraron su mirada en Axel, quien por primera vez venía en traje. Jihan me ayudó a levantarme del suelo y a despegar mi camisa para no seguir quedándome. Seo - jefe ella… Axel - ahórratelo, después hablaremos. Me agarró de la muñeca y tiró de mí, hacia los baños de personal. Jihan venía tras nosotros. Axel - trae otra camisa y paños, Jihan. Obedeció, salió del baño dejándonos solos. Mi concentración estaba puesta en el ardor que sentía sentía el pecho, me escocia todo y tener la camisa pegada, era aún peor. Axel - tienes que quitarte la camisa, aún quema. Irina - estoy bien, de verdad. Axel - sale humo de tu camisa, bien no estás. Empezó a desabotonar mi camisa sin mi permiso, no le importaba lo que dijera. Pero debía admitir que se sintió tan bien dejar de sentir el horrendo calor y ardor. Pero el ardor no tardó en volver, solo que esta vez era en mis mejillas. Tenía al chico a centímetros de mí, la postura no era la mejor. Estaba sentada en el lavabo con él prácticamente entre mis piernas. Sus manos aún estaban en los botones más bajos de mi camisa. Me miraba directamente a los ojos, era intimidante, pero a la vez hipnotizante. Su mano pasó por mi muslo, para después ponerla en mi mejilla. Se iba acercando lentamente a mi, su mirada se centró en mis labios. Mi pulso se aceleró y ahora lo menos me importaba era la quemadura, que si seguía doliendo, pero ahora estaba en otro plano no tan importante para mi. Cerré mis ojos con deseo, lo deseaba. Deseaba que me besara… porque hacía tiempo que no me sentía ¿mujer? Dejé de cuidarme y de valorarme por Axel. Ver deseo en los ojos de Axel, fue un detonante para volver a valorarme y quererme como mujer. Ellos dos eran tan diferentes a pesar de tener algo en común, un nombre. ¿Debería quererme más a mi misma y darme caprichos de vez en cuando? Obviamente, si. No seas estúpida. Por fin sentí sus labios sobre los míos, fue tan placentero, como cuando te liberas del dichoso sujetador después de un día largo de trabajo o los zapatos. Mentiría si dijera que no lo disfrute, lo necesitaba, en ese momento lo necesitaba. Me jodio que fuera con él, si. Porque sería otro motivo para que Seo se metiera conmigo, pero estaba cansada de él, de sus ridículas palabras, de su ridícula autoridad que nadie se cree. Es estúpido. Es estúpido meterse con sus compañeros sumamente por ser el gerente. Las manos de Axel se posicionaron en mi espalda baja, me acerco aún más a él, cortando toda distancia. Mis manos rodearon su cuello, volviendo más profundo el beso. Creo que Axel tenía otros planes para continuar, pero Jihan interrumpió abriendo la puerta del baño y entrando. Soltó los paños, el botiquín y la camisa al suelo, mientras nos miraba con la boca abierta y los ojos aún más. Jihan - creo que sí que se quemó algo, porque esto está ardiendo… mejor me voy. Axel - Somi, di a Somi que venga. El pelirosa asintió, salió más que sonriente del baño. Ahora me sentía avergonzada. Diablos, ¿¡Qué acababa de hacer!? El chico se agachó, recogió todo lo que había tirado Jihan y lo dejó en el lavabo a un lateral de mi. Axel - Somi te ayudará con esto, tienes pomada y una camisa para después. Estaré fuera si necesitas algo más. Me dio un último vistazo mientras se relamía el labio inferior. Terminó por salir del baño, a los segundos entró Somi, quien se disculpó por el comportamiento de Seo. Irina - no tienes la culpa de verdad, no tienes que disculparte. Somi - me avergüenzo de él como compañero, es tan grosero contigo. Es como si te la tuviera jugada, no entiendo qué le pasa. Siempre es un zoquete y un c*****o, pero contigo más. Hablaba mientras mojaba los paños, me los iba poniendo poco a poco, mientras ella los iba mojando. Irina - se ve que no le agrado. Pero no le hice nada… Somi - es mejor pasar de él, ignorarlo… siento no haberte apoyado lo suficiente, tenía miedo de decir algo y que me regañaran, pero es una tontería más grande que una catedral. Irina - me caes bien, y no es porque me hayas visto en sujetador. Somi - es un buen comienzo, te pediría una cita, pero creo que tienes otro pretendiente y gustos. Irina - mi padre siempre dice, nunca digas de esta agua no beberé… no sabes si en algún momento cambiarás de opinión. Nunca digas, nunca. Somi - él lo necesita más que yo y ambos tenéis vidas complicadas. Me quedé en silencio, realmente no sé qué pensar de él. Irina - no quiero ser un juguete de usar y tirar, no de nuevo. Somi - no te creas ni la mitad de lo que dicen de él. Tuvo un pasado, como lo tienes tú, como lo tengo yo. No por eso debemos juzgar. Suspalabras eran ciertas, no debo juzgar, si no quiero que me juzguen a mi. Somi - tomate el tiempo de conocerlo, no es mal tío, ni mal jefe. Me paso la camisa, para que me la pusiera. Después salió del baño, me eche la pomada primero, después me lave las manos y me puse la camisa. Me daba miedo salir y que me echarán la bronca más grande de mi vida.
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