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1305 Words
Me quedé pensando el resto del trayecto la pregunta que me hizo. ¿Estaba bien mentalmente? Lo dudo. En comisaría denuncie el acoso que Seo, me hacía. Tuve que mostrar los mensajes que me mandaba con las amenazas. Tae testificó, ya que había estado delante y también dio los datos de la empresa y de Axel. Según los agentes de policía, llamarían a Axel para corroborar lo sucedido. Sinceramente no sé qué pasará con Seo, pero yo no me siento segura yendo a trabajar con él. El resto del día me quedé en casa de Jordy y Nía, las chicas estaban libres y les comenté lo sucedido. Me ayudaron a sentirme mejor, ahora mismo las necesitaba. Axel vino a casa de ellas, para traer a Enzo de la escuela. Hablamos por un buen rato. Me explicó que Seo había sido despedido. La policía estuvo hablando con él y resulta que Seo tenía ya otras dos denuncias por acoso laboral. Acoso a otras dos chicas en el trabajo, pero ambas no lo aguantaron y renunciaron al trabajo. Lo bueno es que ambas lo denunciaron. Lo malo es que no se puede hacer nada, para que paré. Me dio un mes de baja, con la condición de ir a una especie de charla para personas que sufrieron acoso laboral. Acepte, porque lo necesitaba, no porque él me dijera que debía ir. Sinceramente no me encontraba bien anímicamente. No solo por lo de Seo, si no por el viaje, los cambios, la nueva vida y todo lo que dejé atrás. Que no estaba tan atrás como pensé. De nuevo me llamaban de un número desconocido. Por más que me alejara y huyera de todo, él me seguía de cerca. ¿Por qué los humanos sienten la necesidad de hacer daño a otros, cuando no salen ganando? El mes pasó volando, con el único que coincidía era con Suk y con Tae. Ya que Tae me traía a Nae y a veces era quien me llevaba a la charla en grupo. Suk se encargaba de los intercambios de niños, intercambiaba a Nae y a Enzo. Ya que Enzo sigue con sus clases de piano y Nae prefiere venir conmigo a las charlas, antes que soportar las clases de piano. Con Axel no coincidí para nada, solo hablábamos por mensaje para saber cómo iban los niños. También me suele preguntar cómo lo llevo, si estoy bien y todas las mañanas me pone buenos días. Es estúpido, pero cuando veo una notificación de un mensaje suyo sonrió tomó tonta. Hoy era mi primer día de trabajo de nuevo. Estaba nerviosa, ansiosa por comenzar. Tenía ganas y necesitaba el dinero. Al estar de baja he seguido cobrando el sueldo, pero más bajo que estando trabajando. El alquiler se ha estado llevando más de la mitad de mi sueldo y con el restate pague cosas necesarias, comida higiene, transporte y demás. Siempre dejando dinero guardado para emergencias y un futuro viaje a la isla Jeju, que quiere visitar Enzo. Hace poco me pidió que para su cumpleaños hiciéramos un pequeño viaje juntos y es bastante fan de la isla Jeju por la cantidad de anuncios que ha visto en televisión. Me hace ilusión poder llevar le y disfrutar de un viaje los dos juntos. Dejé a Enzo en la escuela y me dirigí directamente a la empresa. Suk me acompañaba, al no estar Seo, Suk subió al comedor. Me hizo ilusión estar con él, es un buen amigo para mí. Aunque últimamente hablo más con Tae, a pesar de no agradarle. Creo que se hace el difícil conmigo, pero en el fondo se ha llegado a preocupar por mí. Subimos en el ascensor, agarraba a Suk del brazo de lo nerviosa que estaba. - estás temblando, tranquila estaré contigo y somi dijo que te ayudaría en todo lo posible. Salimos del ascensor y caminamos hasta llegar al comedor, donde ya estaban los demás preparando las cosas para la comida. Todos nos miraron al llegar, ahora sí que me dieron ganas de irme corriendo. Lo intente, pero Suk metería agarrado el brazo. Somi se acercó a mí y me agarró el otro brazo. - uf tengo tantas cosas que contarte, no sabes de la cantidad de cotilleos que escuche este mes… Suk me soltó al ver que Somi tiraba de mi brazo alejándonos del grupo. Fue agradable estar con ella, me puso al día con todos los cotilleos de verdad. No se le escapa ni una. Toda la mañana estuve con ella, hasta que llegó la hora de la comida y empezó a llenarse el comedor con trabajadores y personas que venían especialmente a comer. El comedor está repartido en dos mitades separadas. El lado de los ventanales es para personas de fuera de la empresa que vienen a comer o a cenar. Es mucho más elegante, las mesas llevan sus manteles y están cómo mejor atendidos. El lado de trabajadores, que es más como una cafetería con mesas y sillas más prácticas de madera refinada. Los trabajadores pueden ir directamente a la barra y pedir allí, mientras que los que vienen a comer y a cenar son atendidos en la mesa. La verdad es que yo suelo atender a todos en mesa, creo que los trabajadores están cansados y además ser atendidos les hace sentir como más importantes. Además de poder hablar y comunicarte con ellos. Jihan y Somi también lo suelen hacer. Yun suele estar más centrado en la barra y Seo también estaba tras la barra antes. Ahora el encargado es Yun, porque es el que más tiempo lleva. Pero según me ha dicho Somi la semana que viene, tendremos un nuevo gerente más especializado. Estaba limpiando una de las mesas, sentí como me tocaban el hombro. Me giré asustada, pero Axel mostró las palmas de sus manos en símbolo de disculpa por asustarme. - lo siento, debí haber hablado… Le hice una reverencia, él negó con la cabeza. - no tanta formalidad, por favor. ¿Podemos comer juntos? Necesito hablar contigo. - pero estoy trabajando. - cierto… espera un momento. Agarró mi muñeca, tirando de mí hasta la barra. - Yun prepara mi comida en el carrito para subirla a mi despacho. La señorita Martín la subirá. Doble ración, por favor. - entendido, Señor. Se giró para mirarme de nuevo y sonrió con arrogancia. - listo, te espero en mi despacho. Ya sabes donde es. Recuerda traer un vino, un Rueda si es posible. Dicho eso, me soltó la mano y se alejó a paso lento y tranquilo por el pasillo. Este hombre es demasiado. Debía admitir que hoy se veía adorable con esa ropa ancha. Todo le queda grande y es gracioso. Díez minutos después me encontraba caminando por los pasillos con un carrito de comida. Esto parecía más un hotel y yo era el servicio de habitaciones. Llegué a la puerta, me estaba debatiendo mentalmente si llamar o no. Pero debía hacerlo, es trabajo y él es mi jefe. Debo seguir sus órdenes… también admito que tenía ganas de verle, dios estoy diciendo ridiculeces. Llame al fin a la puerta, los toques sonaron tan inseguros. Escuche un "Adelante", desde dentro. Cuando entré, Tae estaba hablando con Axel. No sé exactamente de qué, pero al verme, entre cerró los ojos. Como ya dije, Tae y yo no somos los mejores amigos, pero hemos estado pasando bastante tiempo juntos. - Martínez. - kimiaz. - es Kim, por décima vez. - es Martín, por décimo quinta vez. Se rascó el pelo de la nuca con arrogancia, me sonrió sin mostrar los dientes y apretando los labios. Antes de salir me dio una leve palmadita en el hombro. Salió del despacho dejándome con un Axel muy sonriente, demasiado diría yo. - Señorita Martín, acérquese sin miedo, no se quede en la puerta.
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