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923 Words
Zadkiel pov. Llego a la casa de los Summers, las luces están encendidas por toda la vivienda, la música estruendosa y el exceso de alcohol y adolescentes ebrios me sorprende. Camino por el medio de todos, mis alas golpean a uno que otro tarado que no puede mantenerse en pie y decido guardarlas por el momento, Jack está sentado en la isla de la cocina con un grupo de amigos - algunas chicas ya están perdidas en un mar de vodka- y a su lado se encuentra Elizabeth, bebiendo de lo mismo que los demás. En cuanto me vé me sonríe, intenta alcanzarme pero su estado es deplorable y cae de bruces al suelo, ¿¡Cómo en el infierno ese mocoso delirante pudo darle bebidas alcohólicas a su hermana de doce años!? Llego hasta ella y la cargo en mis brazos, todos me observan confundidos ya que cuando mis alas desaparecen me vuelvo visible ante sus ojos; la planta alta está completamente deshabitada por lo que me es sumamente rápido llegar a su habitación. -¿Por qué tardaste tanto Zadkiel?- Lizzy luce bastante mal. -Te persiste el baile de unas chicas sobre la mesa, te hubiera gustado mucho. - ríe. -Cállate Elizabeth- la arropo bien y ella cae en un sueño profundo. Me devuelvo a lo que parece ser el auge de la fiesta, la cocina sigue abarrotada de gente y botellas vacías por lo que me doy el gusto y lujo de sacar a Jack a la rastra y de las orejas. -¡Suéltame demonio!- grita y patalea. -Eres un niño muy impertinente, irresponsable y sobretodo estúpido- lo lanzo al césped de la entrada de la casa. -¿¡Qué te pasa!?- grita enfrentándome. -¡¿Qué me pasa?! ¡Te diré qué me pasa! - lo empujo y vuela por los aires. j***r, creo que me pase... Nah, se lo merece por cabrón. Juro que después de ésto no volveré a maldecir ni a decir groserías. -Eso duele- se queja. -Tiene doce años Jack, está ebria en su habitación y pudo sucederle cualquier cosa, ¿Así demuestras lo mucho que la quieres?- mi voz suena más molesta y dura de lo que me proponía. -Yo... Tú no...- no puede refutar a lo que digo. -Eso pensé, podría darte una lección yo mismo pero dejaré que tus padres se encarguen de ésto.- doy media vuelta y salgo de su campo de visión. No esperé contestación alguna de su parte, no me interesó en absoluto y decidí que me pondría en contacto con sus progenitores.  En menos de quince minutos ellos estaban aquí, coléricos y fuera de sí por el estado de su casa, de su hijo mayor y de la pequeña Elizabeth; tan así que Jack recibió una gran reprimenda de parte de su padre, no estoy seguro de qué es lo que realmente pasó en su despacho pero cuando el adolescente salió del mismo tenía la cara y los brazos marcados. No es que me haya agradado verlo así, pero en verdad necesita quién le marque la dirección correcta. En cuanto a Lizzy, bueno ella tuvo una terrible jaqueca por la mañana temprano y también recibió un castigo - mucho menor que el de su hermano- por lo que pasó dos días sin hablarme; estaba segura de que había sido yo el que había alertado a sus padres de lo que ocurría en la mansión. -¿Sigues sin hablarme?- pregunto desde la ventana. Ella no reparó en mi presencia, siguió ordenando su escritorio y chateando con su teléfono, a veces puede llegar a desesperarme. -¿Elizabeth?- intento de nuevo. Suspiro, el móvil que Merth me dió para casos de emergencia suena y comienza a vibrar, lo tomo y leo un mensaje. Merth. "No vas a creerlo... Anael está embarazada, ¡Embarazada! Ese estúpido ha dejado descendencia... ¿Y lo peor? Anael está desaparecida. Ven cuánto antes, estoy con el estúpido. " Ellos jamás van a llevarse bien, pero, ¿Es necesario tratarlo así? Dios, dame paciencia pues con mis amigos y los humanos perderé lo poco que me queda.  Me pongo de pie, extiendo mis alas y abro la ventana; la brisa fresca remueve mi cabello y yo inhalo hondo, me gusta el clima de invierno. -¿Ya te vas?- su voz me saca de mis pensamientos. -Tengo que ayudar a mis amigos- respondo viéndola- Y tú estás bien con Jack, no va a pasarte nada si me ausento. -¿Planeas dejarme aquí porque he estado ignorandote?- me observa incrédula. ¿Acaso se siente el obligo del mundo? Humanos. -Bueno ya que lo admites con tanta naturalidad, te diré que no es una venganza ni nada parecido, tengo una vida allá afuera, y no gira en torno a tí Elizabeth.- me encojo de hombros. -Eso es cruel- espeta. -Cruel, algo cruel es querer ayudar a quienes te importan pero ellos te hacen a un lado sólo porque sus padres los castigaron - la veo sereno. -¡Eres un tonto! ¡No tenías que hacerlo!- me grita. ¿Está gritándome? ¿Qué? -Y tú eres una niña inmadura, caprichosa y bastante irritante.- abre los ojos como platos.-No te sorprendas tanto, soy tu protector no un suavizador de realidades. -¡Entonces vete!- se cruza de brazos. -No iba a pedirte permiso- salgo por la ventana. -¡Y no vuelvas Zadkiel!- me grita. Giro para verla, lágrimas recorren sus mejillas. No entiendo porqué llora, Jack suele decirle cosas peores y ella ni se inmuta, creo que las disfruta incluso, ya que se pasa el día haciendo enojar al puberto.  Emprendo el vuelo, Kaia debe estar muy preocupado por lo que ha desaparecido esa muchacha, no deja de meterse en problemas aunque ésta vez la comprendo; yo también querría estar solo si algo que me supera está sucediendo. Sólo espero que no haga algo imprudente, ya seríamos dos los que lo hacen.
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