Capítulo 8

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  Por supuesto, Sheryl no planeaba discutir con Julia por el momento, todavía quedaban muchas deudas por saldar entre ellas, y esto era solo el comienzo. Sheryl le dijo con una leve sonrisa mientras pasaba el brazo por la muñeca de Frederick: “Julia, ya que él ha venido a recogerme, no creo que pueda acompañarte esta noche”   Al ver que estaban a punto de irse, Julia se apresuró a apartarla a un lado: “¡Espera!”   Sheryl preguntó: “¿Qué pasa? ¿Hay algún problema?”   No era fácil para Julia encontrarse con Frederick, así que no iba a permitir que se fuera. Es más, no iba a permitir que pasen tiempo a solas, con una sonrisa incómoda en su rostro, dijo: “Sheryl, creo que no te has divertido lo suficiente. Ya que él está aquí, y William también, ¿Por qué no se quedan y nos divertimos juntos?”   ¿Divertirnos juntos? Ella se burló: “Pero Julia, sabes que a Frederick nunca le ha gustado el ambiente ruidoso, es mejor dejarlo para otro día”   Todavía era temprano y no sabía qué otras artimañas haría esa mujer, no quería tener más problema en este punto. Después, miró a Frederick con una sonrisa y le indicó: “Cariño, espérame aquí. Iré a buscar mi bolso” Él asintió levemente, sin reaccionar mucho.   Las comisuras de la boca de Julia temblaron de rabia. ¡No esperaba que Sheryl rechazara su invitación! ¡Esto estaba completamente más allá de su alcance! ¿Qué fue exactamente lo que salió mal? Como Frederick ya había aceptado irse, no era apropiado que ella lo obligara a quedarse.   Pensando en lo que sucedió esa noche, dijo con torpeza: “Frederick, el incidente fue únicamente un malentendido. Debo haber visto a la persona equivocada... Sin embargo, me preocupaba que le hubiera pasado algo a Sheryl”   Al escuchar esto, la miró con frialdad y la ignoró, ella se entristeció aún más. En ese momento, Sheryl se acercó con su bolso en la mano y se despidió: “Julia, nos vamos. ¡Ojalá la sigas pasando bien!”   Sin esperar su respuesta, los dos salieron del hotel de la mano mientras ella los observaba alejarse, gradualmente apretó los puños y se clavó las uñas en las palmas. ¡Los incesantes celos en sus ojos se hicieron cada vez más intenso y deseó poder destrozar a esa mujer! Frederick era un hombre excepcional, ¿Cómo había escogido a Sheryl? ¡Debería ser ella, Julia Simons, la que estuviera junto a él!   De repente, escuchó una risa, y alguien habló detrás: “Parece que planeabas usarme esta noche”   Cuando giró la cabeza, vio a William salir con una bata gris. Ella no pudo evitar fruncir el ceño y preguntar: “¿Qué quieres decir? ¿Quién te ha utilizado?”   Él rio entre dientes y agregó: “Deja de fingir, es tan obvio, ¡De todas formas, no esperaba que estuvieras interesada en Frederick! ¿Quién se podía imaginar que quisieras robarle el novio a tu mejor amiga?”   El rostro de Julia se sonrojó instantáneamente y su respiración se aceleró un poco. Luego exclamó: “¡William, no te atrevas a decir tonterías!”   William dijo la verdad sin piedad: “¿Tonterías? ¿Sabías que miras a Frederick como si quisieras devorarlo? Que él me encontrara con Sheryl era solo tu plan para estar con él, ¿No es así?”   Ella instantáneamente se enfureció por la vergüenza y le recriminó: “¡Qué es lo que quieres!”   Pero él se rio entre dientes y respondió: “No necesito que reacciones mal, simplemente quiero ayudarte”   ¿Ayudarme? Se mantuvo en guardia, y preguntó: “¿Ayudarme en qué?”   William respondió: “Es muy sencillo, quiero que Sheryl sea mía. Como a ti te gusta Frederick, podemos ayudarnos mutuamente, ¿Así podrás estar con él?”   Tenía que admitir que se conmovió por sus palabras, pensando en ello detenidamente, le resultaba un poco difícil conspirar contra Sheryl sola. Además, había estado perdiendo cada vez más el control últimamente, no estaría mal que alguien la ayudará.   Por lo tanto, después de considerarlo por un momento, ella asintió: “¡Está bien, tenemos un trato!”   Tan pronto como salieron del hotel, Frederick inmediatamente quiso deshacerse de la mano de ella, tomando la iniciativa de mantener una distancia. Aún así, Sheryl no se rindió, y se aferró descaradamente; él frunció el ceño y exclamó: “¡Suéltame!” Ejerciendo fuerza en sus brazos para deshacerse de ella.   No obstante, Sheryl se aferró más y le dijo: “No te soltaré, no lo haré” No se libraría de ella sin importar cuánto lo intentara.   Con el ceño fruncido, el se dio cuenta de que todos sus esfuerzos eran inútiles, por lo tanto la dejó estar a su lado. Después de subir al auto, se abrocharon los cinturones, pensando en todo lo que había sucedido esta noche, especialmente en Julia, algo en ella simplemente no le gustaba. No pudo evitar girar la cabeza para recordarle a Sheryl: “A partir de ahora, quiero que te mantengas alejada de Julia. Esa mujer no es tan buena como crees”   Después de decirle eso, Sheryl sintió un nudo en la garganta. Recordó que Frederick le dijo innumerables veces que no confiara en ella, en ese momento pensó que él estaba tratando de interponerse en su amistad. Ahora lo entendió, él sabía perfectamente la clase de persona que era todo este tiempo. Todo se debía a que había sido demasiado estúpida en ese entonces, para haber sido engañada y traicionada.   Al pensar en todo esto, se inclinó hacia él y le sujetó el brazo con fuerza: “De ahora en adelante te escucharé”   Frederick frunció más la ceja, pues en los últimos dos días, claramente se dio cuenta de que ella había cambiado. Si hubiera dicho tal cosa en el pasado, Sheryl habría perdido los estribos. No solo tomó la iniciativa de acercarse a él, sino que también se volvió tan obediente ¡Era muy extraño!   Después de un tiempo, al ver que ella no lo dejaba ir, le dijo en tono serio: “Estoy conduciendo, suéltame”   Ella se mordió un poco el labio y lo soltó por el momento. Diez minutos después, llegaron a la casa de los Li, después de salir del auto, la dejó en la puerta y le dijo sin emoción: “Entra y descansa”   Después de eso, antes de que pudiera dar un paso más, de golpe sintió un fuerte calor en su espalda. Sheryl no entendía lo que le pasaba, entonces no aguantó más e inmediatamente lo abrazó y le rogó: “No te vayas ¡No quiero que te vayas!”   Después de todo, no se imaginó que esta acción traerían consigo la ira de Frederick: “Entonces, ¿Qué es exactamente lo que quieres hacer?”   Inesperadamente el se dio media vuelta, y la miró directamente con sus ojos ardientes. Se acercó a ella paso a paso, imponiendo su poderosa aura que le daba una presión irresistible. Era la primera vez que ella lo veía actuar de esa forma, retrocedió unos pasos tímidamente y dijo: “Yo...”   Frederick le recriminó: “No actúes como si quisieras abrazarme. ¿Qué estás tramando? ¡Dime!”   Frederick no podía soportarlo más, pues desde la noche del compromiso ella había estado actuando extraño, tomando la iniciativa de besarlo y este no era su estilo. En el pasado, prefería morir antes que obedecerle o escucharlo, ya que para ella, él era el mismísimo diablo y deseaba que desapareciera rápidamente de este mundo. Si bien ella tomó la iniciativa otra vez ¿Qué estaba pasando por la mente de esta mujer?   Ella no lo culpó por su fuerte reacción; después de todo, solía ser muy rebelde. ¿Qué podía hacer para que él confiara en ella? Después de pensar durante un buen tiempo, susurró: “Si te dijera que no estoy tramando nada, ¿Me creerías?”
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