Capítulo 1
Sheryl Taylor yacía muerta en el suelo, sin embargo el dolor que recorría su cuerpo, la despertó de golpe y sin alguna explicación. Al momento en que abrió los ojos, estos se encontraron con los de Frederick Lance; aquella mirada era sombría, llena de ira, lujuria y el deseo de mantenerla a su lado para siempre. Él la sostenía íntimamente entre sus brazos, estaban… Haciendo el acto indescriptible que puede ocurrir entre un hombre y una mujer.
Inmediatamente, la mente de Sheryl se llenó de maldiciones y mil preguntas, no entendía lo que había sucedido ¿No fue envenenada en prisión? Todavía recordaba estar tirada en el suelo con todo su cuerpo ardiendo de dolor, ella y Frederick habían terminado hace mucho tiempo ¿Cómo, cómo estaba sucediendo algo de esta manera?
Necesitaba estas respuestas de inmediato, instintivamente, sus manos se posaron sobre los hombros de Frederick y lo apartaron con todas sus fuerzas. Luego, le preguntó ansiosa: “¿Dónde estoy? ¿Por qué estoy contigo?”
Frederick, era un tipo alto y robusto, así que no se movió en absoluto. Él la miró fijamente, dibujó una sonrisa burlona en su rostro y le dijo: “Sheryl, ¿A qué estás jugando? Te advierto, no importa lo que hagas, no romperé el compromiso. ¡Desde luego no permitiré que estés con William Gu!”
¿Qué tenía que ver con su compromiso o con William Gu? Cerró los ojos para pensar bien las cosas, pues su mente estaba hecha un lío. El compromiso entre Sheryl y Frederick había sido arreglado por sus padres; por aquel entonces, ella se equivocó al pensar que él estaba involucrado en organizaciones ilegales y que era malvado, por esta razón lo evitaba y le temía constantemente.
La noche de su compromiso, ella le confesó que le gustaba su compañero de secundaria, William Gates, y que quería guardar su virginidad para él. Al escuchar esta confesión, Frederick se enfureció y la violó sin el menor remordimiento. Esa fue su primera vez... De repente, su mente se aclaró y comprendió una cosa; abrió los ojos por el asombro, vaciló y le preguntó: “Frederick, ¿Nos acabamos de... Comprometer?” Sin ocultar su emoción.
Él le lanzó una mirada e ignoró su pregunta, pero enseguida lo entendió. En aquel momento, Frederick pensó la razón de sus tonta pregunta, seguro está jugando con él. No dejaría que se interpusiera en sus planes para esta noche. Por su parte, Sheryl estaba muy feliz que le rodeó el cuello con los brazos y rompió a llorar, aunque lo juzgó al principio, pronto descubriría lo bueno que era y cuánto la amaba... Por desgracia, ella le rompió el corazón; no obstante, el cielo le estaba dando otra oportunidad, y debía aprovecharla.
En ese momento, retornó al tiempo en que acababa de comprometerse con Frederick, hace siete años; ahora, Sheryl había renacido. Cuando la escuchó llorar, Frederick se tranquilizó un poco; después de un tiempo en esa situación, dudó como si estuviera a punto de decir algo. Cuando la soltó, ella se había quedado dormida; pues todo el agotamiento que pasó durante todas su vida pasada la abrumaba, se sentía extremadamente cansada.
A la mañana siguiente, los incesantes golpes en la puerta la despertaron, cuando miró a su lado, se dio cuenta de que Frederick ya se había ido. Tras pensar que habían regresado, una sonrisa de satisfacción se dibujó en su rostro. El sonido de golpes se escuchó nuevamente “Toc, Toc”.
¿Quién llamaba a la puerta tan temprano? Estaban en un hotel, entonces no debía ser ninguna mucama queriendo limpiar la habitación. El corazón de Sheryl se llenó de disgusto, se levantó de la cama y se vistió para abrir la puerta. De pronto, un recuerdo vino a su mente, ella recordaba todo.
En su vida anterior, también la despertaron esos incesantes golpes, y la persona no era otra que Julia Song, su mejor amiga y la persona que la asesinó a sangre fría. Sheryl apretó el puño derecho con furia.