Me quedo sin aliento mientras que el miedo irracional me invade, sostengo la mano de Hades, él se levanta con dificultad colocándose al frente de mí, noto sus cicatrices y mi corazón se estruja. Giro mi rostro para ver a Leti.
─¡Zade, sácala de aquí! ─Grito, no puedo permitir que por mi culpa algo le ocurra a Leti y a Zade.
─¡No me iré sin ti! ─Exclama Leti.
─Zade, llévatelas a ambas de aquí y protege a mi Perséfone ─pide de repente Hades. Niego con la cabeza sosteniendo su brazo, sus ojos miel se colocan en los míos y puedo notar el dolor en su mirada─. Soy un Dios, no podrá matarme tan fácil, tú eres una mortal pero si te sucede algo sería mi fin…¿Nos vemos en otra vida, Perséfone? ─Suelta y mis ojos se escuecen porque siento que se está despidiendo de mí, no otra vez.
─¡No! No dejaré que te vayas otra vez.
─Por favor… ─Gruñe acunando mi rostro─. Te arap con mi existencia ─susurra para presionar sus labios a los míos. Mis lágrimas se deslizan en mis mejillas sin poder evitarlo y deseo decirle que debemos de luchar juntos por nuestro bebé, pero, me da miedo que eso lo pueda usar Cronos en contra de nosotros.
Los latidos arden en mi interior y el beso explota mis sentidos. Escuchamos unos aplausos y mis labios se separan de los suyos, alzo mi rostro mirando a Lucifer en su forma poseída por su padre.
─Muy lindo todo, pero, de igual manera morirán todos porque tengo que tomar mi cuerpo y Asael, más te vale entregarme a la descendiente de la magia del caos, ¡me la prometieron y es mía! ─Exclama, Hades me mira.
─¡Corre! ─Grita Hades y reacciono corriendo hacia Leti y Zade, con toda la fuerza de mi interior. De repente, escucho los gruñidos de Hades y giro para ver cómo lucha contra Cronos a pesar de estar herido, sin poder volar con sus alas, él se esfuerza y saca su poder en contra del cuerpo poseído de Lucifer.
─Tengo que sacarlas de aquí ─dice Zade.
─No puedo dejarle…no de nuevo ─sollozo.
─Cat, es muy peligroso y si ese loco te atrapa…es que no sé qué mierda sucede ¡En este mundo! ─Chilla Leti alterada.
─¡¿Loco?! ─Grita de forma estridente la voz de Cronos.
─¡Sí, tú! ¡Pedazo de loco que quiere a mi amiga! ¡No te tengo miedo, tengo al Dios de arriba de mi lado, al todo poderoso! ─Replica Leti y saca su celular mostrando su biblia electrónica. Él gruñe enfurecido lanzando a Hades contra el suelo, mi corazón se detiene cuando este hace ademán de irse hacia nosotros por mi muy psicópata amiga.
─¡¿Te atreves a ofenderme con ese falso Dios?! ─Suelta volando en nuestra dirección.
─Eso fue sexy ─dice el hombre lobo.
─Mierda, mierda ─farfulla Leti escondiéndose detrás de Zade.
─Creo que me toca a mí ─acota Zade.
─¡No, salgan de aquí! ─Jadea Hades levantándose para intentar detener al poseído Lucifer.
Zade se arranca la camisa destrozándola para súbitamente cambiar de forma transformándose en un hombre lobo de gran tamaño y mucho pelo. Me abrazo con Leti corriendo hacia otra esquina y me cubro la cabeza al sentir que nos lanzan algo muy cerca. Vemos de repente cómo Zade se abalanza hacia el cuerpo de Lucifer iniciando una batalla entre ambos.
La batalla comienza con un furioso ataque del hombre lobo, que se lanza sobre el Dios poseído con garras afiladas y colmillos destellantes. Lucifer responde con llamas infernales y oscuros poderes, creando una barrera de energía de fuego infernal que el hombre lobo apenas logra esquivar provocándole aullidos de dolor cuando las brasas calientes rozan su pelaje. El suelo tiembla con la intensidad de su enfrentamiento y vislumbro que Hades se acerca a ellos para intentar acabar con Cronos quien está atrapado en el cuerpo de Lucifer.
Desplazo mi mirada en el lugar y a unos metros veo un enorme árbol brillante con algunas bellotas alumbradas, arrugo mi cejo recordando que Hades dijo que él comió una de las bellotas para obtener sus poderes y reinar el inframundo. Trago con dificultad apretando la mano temblorosa de Leti. El lugar es atroz, lleno de oscuridad y sufrimientos, es una prisión escalofriante y unas enormes puertas se posan al frente y es donde ocultan el cuerpo de Cronos. Sospecho que para que él pueda tomar su poder absoluto tiene que devorarme porque mis ancestros me han maldito con su magia del caos al parecer latente en mi interior como dijo Clotis.
Trato de idear un plan en milisegundos mientras las tres imponentes criaturas del inframundo batallan a muerte.
Crono emite un gruñido estremecedor y abro mis ojos mirando el porqué, Zade le ha arrancado un ala tumbándolo al suelo jadeante mientras que el hombre lobo muy lastimado cae estrepitosamente siendo arrastrado.
─¡Zade! ─Exclamo sintiéndome culpable de que él salga lastimado, cuando no debería de estar aquí. Hades se encarga de mantener a Cronos lejos y nosotras corremos en auxiliar a Zade, cuando llegamos a su cuerpo está muy lastimado, su pelaje tiene partes quemadas y su pecho sube y baja con jadeos.
─¿No puedes hacer algo? Está sufriendo, Cat ─dice Leti conmocionada mientras acaricia la cabeza de Zade.
─Yo…no sé…
─Tus poderes, estás en este lugar, úsalos ─motiva, pero, no sé cómo usarlos si acaso sé si sigo teniéndolos. Tomo una profunda bocanada de aire y coloco mis palmas en una de sus heridas más profundas, me tenso y cierro los ojos tratando de canalizar de algún modo la magia de mi interior. Leí muchos libros, los más oscuros y prohibidos del área de ocultismo, debería de saber cómo usar esta supuesta magia del caos que me trajo a este lugar.
No puedo concentrarme, escucho los alaridos de dolor de Hades batallando aún con el cuerpo de su padre, ahora muy lastimado y sin poder volar, eso les la misma ventaja a ambos.
─Cat…
─¡Estoy intentándolo! ─Sollozo desesperada para ver cómo algo oscuro se prende de mis dedos y va creciendo por mis brazos mientras que de las heridas de Zade sale humo azabache y luego vislumbro cómo se curan, pero unos pequeños pétalos negros también brotan de él. Mi corazón late con tanta fuerza que podría salirse de mi interior.
─¿Le curaste? Dios, Cat, ¡lo hiciste! ─Chilla Leti y Zade tose abriendo sus ojos lobunos, para volver a su estado mortal, pero…totalmente desnudo, aparto mis ojos quitándome la chaqueta para lanzarla a su desnudez.
─¡Te mataré, Zade, colócate ropa! ─Gruñe Hades sin dejar de pelear.
─No, no. No me molesta ─dice Leti mordiendo su labio. Zade se sienta pareciendo mejor que antes.
─¿Te quité los poderes? ─Pregunto preocupada y él niega con la cabeza.
─Me salvaste, solo tengo que tomar un poco de la luz de la luna llena…para volver a mi forma lobuna ─dice con simpleza─. Me salvaste ─añade y encojo mis hombros mirándome las manos azabaches como se las llegué a ver a Hades. ¿Será algo del inframundo, la magia de este lugar?
─¿Cómo conseguirás esa luz? ─Pregunta Leti.
─Las Moiras guardan un poco de ella, iré por ella ─responde levantándose. Cubre su polla con mi chaqueta.
─Llévate a Leti contigo, por favor ─Le pido.
─No, Cat…
─Ve con él, eres una mortal.
─Tú igual ─dice.
─Soy Perséfone, prometida del poderoso Hades, puedo con esto y viste que tengo poderes ─insisto y ella resopla abrazándome con fuerza.
─Volveré rápidamente con refuerzos, no te atrevas a divertirte en mi ausencia ni a morir ─murmura provocándome una sonrisa porque resulta ser muy valiente para lo que ha visto en un corto tiempo. Otra persona estaría desmayada o sufriendo un tipo de crisis psicótica. Asiento con mi cabeza y Zade me da un gesto para irse corriendo con Leti.
Hades es tirado al suelto mientras el alma de Cronos le sujeta del cuello con su mano prendida en fuego. No sé de lo que soy capaz ni la fuerza que tengo por manejar con estos nuevos poderes, pero, estoy segura de que puedo dar todo de mí para proteger a quiénes amo.
Estiro mis manos a mis costados abriendo mis palmas para cerrar los ojos imaginándome cómo el poder fluye en mi cuerpo y florece en plantas en mi sistema, la tierra comienza a vibrar debajo de mí y las raíces del enorme árbol se levantan…siento cómo la tierra muerta me habla, dándome el permiso de usarla y cómo se estremece mi cuerpo teniendo el control de las raíces. Las elevo con fuerza dejando salir un gruñido para soltarlas moviendo mis manos, estas apartan de un golpe a Lucifer de encima de Hades, lanzándolo contra las puertas de la prisión de Cronos. Corro hacia Hades arrodillándome para ver su estado.
El me observa alzando su mano para acariciar mi cabello, sonrío con mis ojos llenos de lágrimas arropando su mano con la mía.
─Te ves…hermosa ─dice y ruedo los ojos.
─¿Estás coqueteándome en este momento? ─Mascullo.
─Me tienes en tus manos, Perséfone, mi corazón es tuyo y solo tú podrás hacerme daño ¿Lo sabes? ─Pregunta y arrugo mi cejo con desconcierto.
─¿Por qué dices eso? No pienses volver a despedirte, no te lo permito ─gruño y veo cómo Lucifer poseído se levanta con algo de dificultad.
─Yo lucharé, pero tú tienes que irte ─suelta Hades, trago y niego con mi cabeza.
─Ambos lucharemos, tenemos que hacerlo juntos ─Me rehúso.
─Perséfone… ─Gruñe levantándose y le ayudo. Está muy lastimado.
─Hades, tengo algo qué decirte… ─Mis palabras son interrumpidas por un estruendo, dándole paso a la figura de Lilith junto a sus demonios «No, no» mi respiración se acelera y esto es lo que no quería, Hades está débil como para luchar contra dos criaturas poderosas, harán que pierda mi Hades.
─¡¿Qué es todo esto, Lucifer?! ─Exclama y arrugo mi cejo.
─¡No es Lucifer! ─Grito y Lilith me mira con sus ojos furiosos.
─¡Tú! ¿Cómo te atreves a venir aquí? ─Suelta bajando para para caminar hacia mí con sus tacones y sosteniendo su cetro luminoso. Hades se interpone impidiendo que se acerque a mí─. Apártate o terminaré de destruirte ─advierte Lilith.
─Tendrás que pasar por encima de mí ─dice Hades y Lilith con su cetro alzado ordena a sus demonios hacia el cuerpo de Lucifer sin dejar de mirarnos con odio.
─Alejen a Lucifer de las puertas de la prisión de Cronos ─ordena y los demonios lo sostienen por más que él lucha─. Todos saldrán de aquí, el inframundo y el infierno se están destruyendo y sospecho que es por la mortal presente ─dice.
─¡No es mi culpa! ¡Cronos poseyó el cuerpo de Lucifer, quiero tomar el suyo! ─Exclamo defendiéndome y eso le desconcierta a Lilith.
─Me hubiera dado cuenta ─dice mirando a quien se supone debería de ser Lucifer, este sonríe con descaro para burlarse de Lilith quien infla su pecho.
─Perséfone te está diciendo la verdad, hemos estado luchando para que no logre su cometido ─menciona Hades finalmente y sostengo su mano.
─¿Cómo no me di cuenta? ─Se pregunta conmocionada.
─Seguramente te hechizó y nos destruirá a todos y logrará lo que quiere; necesita llegar a su cuerpo y tomar la magia que habita en mí, no sé en qué orden porque las raíces del árbol tenían magia del caos y eso provocó que pudiera poseer a Lucifer ─dedujo rápidamente con mis latidos alterados.
─¿Le vas a creer a esta mortal? ¡Suéltame ya mismo, Lilith! ¡Ambos podemos reinar! ¡Tú como mi reina! ─Suelta la voz gutural de Cronos revotando en las paredes y estremeciéndome. Intenta manipularla, ella se coloca pensativa sosteniendo su cabeza.
─¡No le escuches! ─Exclamo.
─¡Cállate, mortal! ─Suelta ella de regreso.
─Más te vale mantenerte alejada de Perséfone y no le alces la puta voz ─gruñe Hades─. ¡Te está diciendo la maldita verdad! ¡¿Por qué de la insistencia de mi padre en liberar a mi abuelo?! Es ilógico, Lilith, sabes que es lo que él más teme y lo que nos destruirá a todos ─añade tomando la atención de la pelirroja.
Ella abre los ojos y gira a ver a quien se suponía era Lucifer. Se acerca a él posando una mano en su mejilla.
─Mi amor…juntos podemos destruirlos, son una escoria y tú quieres tu corona ¿No es cierto? Vamos, ¡mata a Hades por mí! ─Pide Cronos tratando de manipularla. Miro a Hades con preocupación y él sostiene con más fuerza mi mano, para inclinarse y besar mi frente.
─Te arap ─murmuro y él suspira de forma profunda.
─Te arap en todos los reinos, Perséfone ─dice estremeciéndome.
─¡Hazlo! ─Exclama Cronos. Lilith se da la vuelta mirándonos y alza de repente su cetro que en la historia de los libros le han llamado “la mata Dioses” por su letal poder del universo mismo que usa para crear a sus demonios o “hijos”, cierro los ojos abriendo mis manos para evitar que le hagan daño a Hades, Cronos se carcajea triunfante y la rabia me invade─. ¡A la mortal la dejas para mi postre! ─Suelta de repente y Lilith se detiene girándose hacia él.
─Lucifer nunca me llamó “Mi amor” y él no compartiría nunca su reino conmigo ─gruñe Lilith para enterrar de forma sorpresiva el cetro en el pecho del cuerpo de Lucifer. Un destello ardiente sale de él junto a un gruñido. Este cae al suelo sin más, las líneas de fuego de su piel se apagan y su mirada queda abierta sin vida.
─Perséfone… ─jadea Hades y cae al suelo de golpe.
─¡Hades! ─Chillo inclinándome hacia él, pero, no reacciona─. ¡¿Qué le hiciste?! ─Grito hacia Lilith muy furiosa con mis emociones ardiendo en mi interior, la tierra vibra debajo de nosotros y son mis poderes descontrolados.
─¡No sabía que estaban vinculados de algún modo! ─Dice alterándome más.
─¡¿Está muerto?! ─Gruño hacia ella.
─No, no lo está.
Suelto un grito desgarrador y las raíces se van en contra de ella rodeándola para apretar su cuerpo con fuerza, mientras una de las ramas se sujeta de su cuello quitándole el cetro de la mano.
─¡Si me matas no sabrás cómo despertarlo! ─Exclama, pero estoy muy furiosa, mis latidos son sofocantes y termino lanzándola al suelo para intentar despertar a Hades con mis poderes.
Lilith se arrastra en el suelo y tose mientras que sus demonios la ayudan a levantarse. Intenta acercarse a mí, pero lo evito alzando las ramas hacia ella. Sus ojos se abren mirándome.
─¿Qué ocultas ahí? ─Pregunta y bajo la mirada sin darme cuenta de que había cubierto mi vientre con mi mano en inercia─. Eso es…no, es imposible ─dice alterada.
─Pero, lo es ─afirmo con dureza.
─¿Cómo lo ha soportado tu cuerpo? Es un ser poderoso…el bebé de un Dios como Hades ─menciona sorprendida, cubre su boca de la impresión y se nota conmocionada─. Por eso es que has sido tan poderosa, gracias a la magia del caos que habita en tus genes…nunca pensé que al darte la vela de Hades te convertirías en esto y todo se saldría de control ¡Solo quería el inframundo para mí! ¡Gobernar finalmente! Porque las bellotas me privaron de poder engendrar un hijo y lo mínimo que he querido es tomar lo que me pertenece ─Manifiesta tomando mi atención.
─Tú fuiste… ─digo abriendo mis ojos─. No sé si agradecerte por traer a Hades a mi vida o asesinarte en este momento ─farfullo.
Ella ladea una sonrisa.
─Podrías agradecerme ─propone y ruedo los ojos.
─Quédate con el inframundo, me iré de aquí con Hades y no podrás impedir eso ─advierto.
─Espera, ¿estás segura? Deberías de mantener a una criatura tan poderosa en este lugar, no solemos tener infantes ni bebés, esos los tiene el señor de arriba ─comenta en cuanto alzo con las ramas el cuerpo de Hades para sacarlo de aquí. Miro a Lilith, se ve algo conmocionada y emocionada de algún modo─. Siempre he querido ver a un bebé, cargarlo en mis brazos ─añade con la voz rota.
─Primero dime cómo despierto a Hades ─exijo.
─Solo tienes que llevarle la fuente que resguardan las Moiras, ellas cortarán el vinculo ─responde finalmente. Asiento caminando con Hades llevado por las ramas.
Sin esperarlo y sin presentirlo, las puertas de la prisión de Cronos se abren y detengo mis pasos para mirar cómo se alza el enorme titán de su sueño.
─¡Denme a la ninfa de la magia del caos! ─Suelta con su voz estridente y gutural, su cuerpo es de color n***o, no tiene facciones claras, es enorme y sale envuelto en lava del vórtice del fuego que lo mantenía allí en su prisión.
─Él tomó su cuerpo al matar a Lucifer ─murmuro, quizás le fue más fácil porque estuve usando la magia del caos en este lugar.
─Ese maldito ─gruñe Lilith─. ¡Corre al árbol de bellotas y toma una! ─Exclama de repente Lilith y miro el árbol─. ¡Hazlo ya, intentaré detenerle! ─Añade.
─¡¿Por qué haces esto?! ─Pregunto sin confiar en ella. Me esboza una sonrisa tomando su cetro.
─Porque ahora serás madre ─manifiesta alzándose en el aire para intentar detener a Cronos y que vuelva a su prisión. Les pido a las ramas del árbol que protejan y cuiden a Hades, le doy un beso corto para ver cómo las ramas forman un c*****o alrededor de él y corro, lo más que puedo con mi corazón ametrallándome en el interior. El suelo vibra por los pasos del titán que desea devorarme.
─¡Cat! ─Exclama Leti apareciendo sobre Zade en su forma lobuna y un grupo de gárgolas y demonios del inframundo.
─¡Tengo que llegar al árbol de bellotas! ─Digo y ella asiente.
─¡Te protegeremos, ve por él! ─Suelta Leti con una armadura dorada y se coloca un casco para alzar en su mano un arco y una flecha. Las Moiras también aparecen y muchas criaturas de este reino, para batallar contra Cronos. Sigo corriendo escuchando cómo atacan con todo al titán.
─¡No! ¡Inútiles! ─Gruñe Cronos─. ¡Los destruiré a todos! ¡Entréguenmela! ─Exige refiriéndose a mí.
─Kore preciosa, vamos a hacer esto juntas…vamos a salvar nuestros reinos ─susurro acariciando mi vientre para hablar a mi bebé, sin dejar de pensar en Hades y todo lo que está ocurriendo. Sin saber si funcionará y si tendré de vuelta a mi lujuria infernal…