Regalos y amenazas.
Pov Murphy.
Todo lo que me ha contado Niccolò me ha dejado en shock, pero no de mala manera, saber que desde que cumplió su mayoría de edad, tomo el control de la fortuna que sus abuelos le heredaron y que lo primero que hizo fue poner seguridad privada y secreta para que solo me protegieran, que lleve 11 años protegiéndome, ahora entiendo mejor, hemos hablado de todo y que me contara que mis hermanos fueron en parte culpables de que él me dejara y fuera cruel para que yo por fin lo dejara de amar, de una manera cruel por cierto.
Pero aún no puedo creerlo, que él siempre me haya cuidado desde la oscuridad. Y que desde se propuso volver a conquistarme no ha estado con nadie más.
Salgo de su ducha y lo veo dormir en su cama. Si bien dormimos juntos y no pasó nada entre nosotros, él sabe que quiero esperar al matrimonio. Y que respetara mi decisión más me encanta, aunque viéndolo solo con la parte inferior de su pijama me arrepiento de esperar hasta la noche de bodas. —Sin darme cuenta, muerdo mis labios al repasar su pecho con tatuajes.
No me doy cuenta y él despierta, me mira sonriendo diciéndome. Todo es tuyo.
IL MÍO PICCOLO DEMONIO, por el susto, doy un pequeño salto, pero todo queda al olvido cuando mi vista se posa en su m*****o que está más que despierto. Un calor en mi rostro me da a entender que debo estar roja como tomate.
Él se da cuenta dónde está posada mi vista y sin pensarlo pone un cojín para poder cubrir tremenda sorpresa. Bajo mi mirada con vergüenza, pido disculpas y cuando voy a decir algo más él ya está a mi lado sin pensarlo me abraza y respondo su abrazo, pero sin acordarme de que solo llevo puesta una toalla la cual cae cuando lo abrazo, ambos nos damos cuenta de lo que acaba de suceder y sin soportarlo más ni pensarlo tomo su cuello y lo beso, pero esos besos que son candela pura. Hasta que el sonido del timbre nos hace separarnos de mala manera. Él sale corriendo, me dice que lo esperé, pero las voces de mi suegra y mi madre me hacen acordar el café que nunca cumplí.
Mierda; olvidé la salida de ayer, esas palabras salen de mis labios busco mi ropa la cual no está por ningún lado, por lo que opto por ponerme un pantalón chándal de él y una sudadera los cuales me quedan como vestido, me miro al espejo y cuando escucho la puerta del dormitorio corro al clóset donde me escondo entre la ropa, Nico me llama mientras me busca por todos lados con desesperación. Cuando me encuentra, me abraza y me dice que mi madre y su madre quieren hablar con nosotros.
— Pequeño, nuestras madres, quieren saber qué pasa, ya que en las puertas de las casas familiares, empresas y demás están repletas con periodistas.
Yo solo asiento, y mis manos juegan con la otra y viceversa por la preocupación de tener que ir a enfrentarlas, y más en esta situación.
. — hey, Miaregina, andrà tutto bene, ricorda, sarò sempre al tuo fianco per proteggerti da chiunque, okay (mi reina, todo estará bien, recuerda, yo siempre estaré a tu lado para protegerte de quien sea, okey)
Asiento, sin más que agregar, él toma mi mano y nos dirigimos a donde estaban las mujeres. Ambas nos miran porque nuestras manos están tomadas. Yo sujeto su brazo para protegerme, no sé de qué, porque en ambas sus sonrisas son tan grandes como las del Joker.
Ambas avanzan a nuestro lado y prácticamente tiran a mi conejito lejos de mí. Él protesta porque lo alejan, pero ambas mujeres dan vuelta la cara como la muñeca de Annabelle. Él solo levanta las manos en señal de paz y se va a la cocina a preparar el desayuno. Y me sorprendió gratamente porque preparó un desayuno de cinco estrellas, pero lo que más me cautivo fue que tenía todo lo que me gustaba.
Mi madre mira y sonríe por la acción, pero lo que hace a ambas señoras soltar un suspiro es que este hombre me sienta a su lado y él me da de comer, limpiándome de vez en cuando mis labios y yo por inercia hago lo mismo con él, de un momento a otro nos olvidamos de la presencia de ambas y nos adentramos en nuestros mundos.
Cuando terminamos el desayuno mi madre me tiende mi bolso con un cambio de ropa, porque me dicen que debemos ir a ver mi nueva sorpresa yo las miro a ambas confundidas, Porque aún no sé de qué hablan, entre los tres se miran, pero Niccolò empieza a caminar hacia el dormitorio, lo miro y veo sus claras intenciones de esconderse por algo que ha hecho.
Niccolò, detente en este preciso momento y me explicas qué está pasando y qué debo ir a ver con mis madres. Lo enfrento con mis manos en mi cintura, él llega a mi lado y, como perrito, sabiéndose descubierto en su desastre, mira a un costado tratando de no contactar con mis ojos.
. — Ya sabremos quién mandará en este matrimonio. — dicen ambas mujeres riéndose de mi pobre novio.
. — Lo bueno que tendrá la última palabra. — dice mi madre.
. —Mi amor, claro, mi amor. — responde mi suegra a ambas riendo.
Me acerco y suavizo mi mirada, tomo su rostro entre mis manos, beso sus labios suavemente y le hablo cariñosamente. Amor, si quieres que esto funcione, debes tener en cuenta mi opinión y no resolver todo por mí, quiero que seamos un equipo. Bueno, sin pensarlo, él me toma entre sus brazos y me besa el rostro por completo, haciéndome reír. Cuando se detiene, lo miro a los ojos y nos besamos. Al terminar por fin declaró mis sentimientos a viva voz, Ti Amo amore mío.
Estábamos tan sumergidos en nosotros que no nos damos cuenta de que mi abuela está en una videollamada. Ella aplaude y nos grita; quiero bisnietos.
Las dejo seguir hablando entre las tres y le pregunto a Nico qué es lo que ellas querían que comprara.
—Bueno, pequeño demonio mío, es que te compré de regalo una casa en los Hamptons y ellas se supone dirían que era de ellas, tú la decorarías, pero ¿cómo ya lo sabes, qué te parece si vamos los cuatro a ver la casa y decides cómo quieres todo, mi reina?
Al llegar a la casa quedó maravillada, ya que está a orillas de la playa, la cual es privada con muelle propio, ventanales de techo a piso, 6 dormitorios, 10 baños, 2 chalets para visitas y una casa con 10 dormitorios para el servicio.
Es maravilloso que sus jardines sean grandes y llenos de flores, es un sueño y lo mejor de todo es que nuestros padres son nuestros vecinos. Cuando estamos regresando a mi celular, llega un mensaje de texto el que dice…
“DÉJALO O Tú TAMBIÉN LO PAGARÁS”
Cómo no quiero tener secretos con Nico, le muestro el mensaje, le habla a seguridad y después de 5 minutos nos indican que es de un número desechable, pero que rastrearán de dónde y verán si logran algo. Pero no pasan ni dos minutos y a él le envían también un mensaje.
“DÉJALA O ELLA LO pagará”
Llegamos a mi casa, nos reciben todos y nos felicitan por el compromiso, nuestros padres nos indican que debemos ahora hacerlo oficial como se han dado nuestras posiciones. No nos queda de otra. Cuando es hora de irse, yo no puedo dejarlo, hablo con mi madre y le informo que iré con Niccolò a su departamento a pasar la noche. Preparo una pequeña maleta con lo indispensable.
Al llegar al departamento ingresamos y veo la sala principal; las escaleras llenas de rosas rojas no son dos ramos son más de cincuenta ramos y si fuera poco en la mesa del comedor bolsas de mis marcas favoritas rebalsan, yo giro y corro a sus brazos los cuales me reciben uno nuestros labios y sin más mi cerebro manda ondas eléctricas a mi cuerpo haciéndolo buscar la sensación de placer que me genera su m*****o en mi zona íntima.
Sus besos bajan por mi mandíbula hasta mi cuello, dejando una hilera de besos, los cuales hacen que mi vientre se contraiga y mi zona íntima se vuelva dolorosa.
Hazme tuya, digo jadeante. Él me mira buscando un rastro de duda, pero solo pido que me ame completamente.
No registro el cómo llegamos al dormitorio en donde aún están sus brazos, me baja lentamente y siento su m*****o en mi estómago.
Quiero que estés completamente segura, yo puedo esperarte unos meses más o toda la vida, mi amore.
Quiero ser tuya completamente. Respondo, olvidándonos de los regalos y amenazas, pero una llamada nos hace romper toda la magia. Es la seguridad de mi departamento informándome que lo han vandalizado, vamos corriendo, ya que en ese lugar tengo muchos recuerdos más que cosas de valor económico.
Al llegar la policía está en su interior, me informan que uno de los guardias del complejo resultó herido tratando de impedir el atraco. El cual no fue tal, puesto que en la pared de la sala letras con pintura roja decían.
LOS MATARÉ