Un viaje, una fiesta y un perro
Parte dos
Pov Niccolò.
Despierto treinta minutos antes del amanecer y mi preciosa mujer, —lo mejor de todo, que ya no hay nada, ni nadie que pueda decir lo contrario—, ella es mía y siempre ha sido mía. La miro dormir a mi lado y si la maldita vida me dice que debo pasar esto y más para poder estar a su lado así, venga, lo acepto todo por ella.
Ella se remueve y queda en una posición que me invita a beber de ella nuevamente y asi lo hago salgo despacio de nuestra cama y me entierro despacio en su intimidad, ella se remueve y sus jadeos, con sus manos en mi cabello haciendo presión para que no deje de hacer lo que le estoy haciendo me indican que le gusta.
Cuando obtengo mi bebida favorita desde ayer me levanto y hago que se pruebe desde mis labios, sin pensarlo dos veces ingreso en ella lentamente y maldición que esto es la gloria cuando su intimidad se acostumbra a mi tamaño ella sola se mueve yo la dejo que haga lo que quiera total soy suyo completamente.
Cuando acaba sus fluidos y sus estreches hacen estragos en mí, pero esto no termina. Seguimos toda la mañana y solo paramos para comer e hidratarnos. Mientras ella está en la ducha, yo llamo por teléfono a mi padre para que tome el control de las empresas por unas semanas.
. — papá, ¿podrías quedarte unas dos semanas frente a las empresas? Quiero disfrutar de mi mujer a solas, pasear y consentirla.
. — Claro, disfruten, y por si no lo sabes, quiero unos cinco nietos por parte baja. —Y sin más cuelga, yo me quedo mirando el aparato.
Hasta que siento el cuerpo de mi mujer en mi espalda y sus brazos en mi cintura, le cuento la conversación con mi padre, bueno, y me informa que solo quiere por parte baja cinco nietos. Ella ríe; en ese justo momento un mensaje de la abuela nos hace carcajear.
. — hija, si ya perdiste tu virginidad, la posición perfecta para quedar embarazada es la del misionero, pero si no se cuidan, cualquiera será perfecta.
. —A, quiero 5 bisnietos por parte baja, disfrútense mucho. — Terminamos de leer el mensaje y su rostro está rojo por los dichos de su abuela.
Pov Murphy.
Estar con él es lo que siempre imaginé. Su piel es tan suave, sus besos, todo me prende. Esperar valió la pena, ser su mujer valió la espera. Salgo de mis pensamientos cuando lo veo de pie a la ventana su desnudes genera corriente eléctrica en todo mi cuerpo, pero en cierta parte hasta duele por el deseo, me acerco y lo abrazo por detrás, me cuenta que hablo con mi tío para que tome el control por estas semanas porque quiere consentirme, hasta que un mensaje de mi lela me deja con el rostro rojo al más no poder por sus palabras, él me mira y ríe por sus dichos, me toma en sus brazos como si fuera un saco de papas corre a la cama, y despacio me acuesta, nuevamente hacemos el amor y así pasa todo el fin de semana amándonos el uno al otro.
Hablamos sobre cuidarnos, pero hemos decidido que no será necesario, ya que nuestro casamiento será en las vegas pasado mañana y que si el de arriba nos da la bendición de ser padres, lo recibiremos con mucho amor. Nuestros días se resumen en hacer el amor cada vez que tenemos un minuto a solas.
Hemos ido por cuatro días a París. Fuimos una pareja de recién casados visitando y tomándonos fotos en todos los lugares turísticos, a pesar de que ambos ya habíamos estado en estos mismos lugares, fue diferente venir con él como mi pareja. Obviamente, las r************* explotaban cada vez que mi amado hacía de las suyas, como cuando reservó todo el Le Jules Verne, el restaurante del segundo piso de la Torre Eiffel, el cual estaba decorado con rosas y muchos regalos de marcas de lujo que él sabe que amo.
Luego llegó la hora de Roma, los paseos por sus calles, cenar a la luz de las velas en el balcón de un departamento que rentamos por los días que estuvimos, hacer el amor en cada sitio donde hemos estado, luego llegó la hora de ir a España.
El hotel Cap. Rocat nos recibió en España, el cual se encuentra en una antigua fortaleza militar de la bahía de Palma, en Mallorca, y es el hotel más recóndito y privado del mar Mediterráneo, justo por eso. Sin duda, uno de los mejores hoteles de playa en España. Hacer el amor en la tumbona o en la piscina fue lo mejor y definitivamente volveremos cada año como aniversario jajajá, hablando de eso mañana volvemos a Londres y luego a las vegas ya mis hermanos tienen todo listo, y las familias nos esperan en el lugar, mientras ellos aprovechan de disfrutar de los casinos y fiestas.
Cuando llegamos al hotel, hacemos el amor y cuando ya tenemos todo listo para ir a cenar y dar nuestro último paseo por la ciudad, a unos metros veo una caja que se mueve. Me acerco sin pensar en nada y un Niccolò casi en pánico llega a mi lado con un arma en sus manos, ruedo los ojos. Cuando mis ojos ven a un pequeño cachorro lo más tierno que hay, miro su rostro sus ojitos negros me cautivan acerco mi mano para acariciarlo, pero él retrocede y llora, mis ojos se cristalizan por la acción lo que indican que ha sido maltratado, Niccolò se acerca a mi lado toma al pequeño cachorro y me toma la mano.
Vamos por un veterinario, mi ratoncita.— yo solo sonreí por su acción.
Ya en el veterinario nos informa que tiene su patita lastimada, pero con un tratamiento y cuidados podrá hacer su vida tranquila. Después de que le dieran un baño y sus medicinas, seguridad nos indica que debemos partir. Yo miro a London y después a mi esposo.
Me acerco y lo miro con carita de niña buena; él solo responde: okey, si quieres adoptar a todos los malditos perros que quieras, solo por ver esa sonrisa, pues hazlo.
Las mujeres del lugar suspiran, y lo miran como si fuera un pedazo de carne, pero el consuelo que me da es que para él no hay nadie más que yo, es como si las demás mujeres no existieran.
Él toma mi mano y la besa. —Por ti cualquier cosa, mi pequeño demonio, hasta mataría por ti. — dice con su voz ronca y mirada profunda. Yo solo respondo que por el todo.
Nos montamos al auto y nos vamos a nuestro avión donde nos espera un vuelo de casi 8 horas, en donde pasamos casi todo el vuelo haciendo el amor.
Al llegar, nos sorprenden los primeros vestigios del amanecer. London va en mis brazos hasta que nos montamos al auto porque se acomoda entre ambos. Esa acción nos hace reír. Cuando llegamos al hotel, lo hacemos justo para el desayuno. Al llegar, la abuela nos mira y sonríe. No tenemos tiempo de conversar porque al mediodía ya seremos marido y mujer.
Todos ven a London y él, feliz por toda la atención que recibe, cuando nos vamos a nuestras habitaciones, nos separa porque, según todos, Nico no puede verme hasta llegar al altar. Cuando llegamos a la iglesia, todos estamos listos y mi padre me entrega a Nico, quien al verme sus ojos dejan caer lágrimas de emoción y yo hago lo mismo, pensar que esto siempre fue solo un sueño para mí, pero ahora es real, tan real como el santa Claus que nos está casando.
Al llegar los votos es mi turno y solo puedo expresarle mi más grande amor.
Que siempre seré su compañera, siempre lo respetaré y amaré hasta mi último suspiro.
Al terminar vamos a cenar, reímos y conversamos de todo, y de nuestra pequeña luna de miel.
Nueva York.
No les dije que hablaran con ella, debían ponerla en su contra, debían hacerla que lo odiara.
. — Lo siento, pero fue ella quien nos dijo que Elizabeth lo engaño, no es nuestro problema que tu plan sea tan mediocre… la chica no termina de hablar porque es silenciada por una bofetada en su rostro, la cual de inmediato hace cambiar de color su piel.
Mientras los demás solo veían cómo la chica era golpeada, otra persona miraba las r************* y odiaba a Murphy más de lo que ya lo hacía. Ver las fotografías hacían que su odio y rabia crecieran aún más.
. —Esa maldita, yo tendría que estar en ese lugar, no ella. Sin más, deja el aparato en la mesa y se va al dormitorio