—Me emociona mucho saber, que Fabián hace esas cosas —le dice Miriam, admirada— siento en mi corazón, una gran satisfacción, y me siento orgullosa de que él sea mi amigo.
—Ay Miriam, amiga mía; mírame la cara —le dice Belkis tomándole el rostro entre sus manos, y mirándola a los ojos— te aconsejo que revises tus sentimiento; tanta admiración, me parece sospechosa; para mí, el Doctor montero se ha metido en tu corazón.
—No te niego, que cuando lo bese, me emociono —le dice Miriam— pero de ahí, a que lo me no creo que sea posible, Belkis; yo aún no he podido sacar a ese hombre de mi corazón.
—Me parece que tu estas muy confundida con esos sentimientos, Miriam — le dice Belkis— creo que tu sientes que debes serle fiel a ese hombre, porque piensas que él no te abandono, sino que le sucedi
