Dos antes de la Boda.
¡Maldición!¡Maldición! Esto no debía haber pasado de esta manera, ¡No así!
Camino con rapidez, acompañado de Aidan a mi lado. Necesito saber que sucedió exactamente, que traidor fue capaz de hacernos esto, y más que todo, que hijo de puta se me adelantó y malogró todo.¡Maldita sea todo!
Llego a la sala de la mansión de mi familia y encuentro a un médico curando a Marcel, el guardia personal de mi hermano Deklan, él estaba a su lado en el momento de la explosión, y si está vivo, algo debe saber.
_Habla, y quiero la verdad Marcel, sabes que no tolero la mentira, si me mientes lo sabré de inmediato y sabes lo que te pasará.
Con un leve movimiento, Aidan, mi guardia, le ordena al médico salir sin levantar la mirada y lo hace enseguida.
_Ahora habla.-Ordeno.
_Jamás me atrevería a mentirle y menos a usted.¡Diablos!-Se queja de dolor tomándose el hombro. Tiene una venda en la frente, un par de esparadrapos en ambos brazos y varias heridas superficiales, pero al menos está vivo.
_Marcel habla, necesito respuestas.
_Todo fue rápido mi Señor. Una explosión tras otra, no me dió tiempo para nada, cuando quise ir tras el Sr Deklan, porque en ese momento se apartó de mi lado, ya era demasiado tarde, parte del techo colapsó y yo solo pude cubrirme, cuando desperté, ya la policía había llegado. Todo fue un caos, sangre, muertos por todas partes, gritos, desaparecidos, entre ellos su hermano.
_¡Diablos!.-Golpeo la pared furioso y respiro.-Regresa a Irlanda Marcel y no regreses sin mi hermano, era tu obligación protegerlo con tu vida y fallaste y a menos que tengas noticias positivas no te atrevas a verme la cara de nuevo ¿Me oíste?
_Como ordene.
_Ah, y esto se va a manejar como siempre se hizo, para el mundo Deklan Cassano está aquí, en Italia, vivo y con salud,¿Entiendes?
_Entiendo.
Por supuesto que lo entiende, sólo él y Aidan saben de mi existencia, que soy el reemplazo de Deklan cuando él no está.
Marcel sale de mi presencia y maldigo al hijo de puta que se atrevió a esto.¡Pero quien!
_Aidan quiero que se investigue a profundidad que pasó en Irlanda, quiero saberlo todo y también quiero que vigilen a Marcel, puede que me esté ocultando y Deklan este escondido.
_Como ordenes, pero si me permites, no creo que el Sr Deklan haya sabido de lo que ibas a hacer, eso es imposible, pero tienes razón en cuanto a averiguar quién fue el culpable del atentado. Alguien se nos adelantó.
Y eso es lo que más me enfurece. Vuelvo al despacho, necesito saber que dice la prensa, las redes, después de todo era una convención de médicos, nada que ver con negocios, aún así Deklan que era el invitado de honor decidió asistir por mi insistencia.
_Por cierto, ¿Que vas a hacer en cuanto al otro asunto?
_¿De que asunto hablas? No hay nada más importante que encontrar a mi hermano con vida en estos momentos.
_Lo sé pero esto también es importante Alexei.
Me detengo, él no me llama por mi verdadero nombre a menos que sea necesario y si estamos solos.
_No vuelvas a mencionar ese nombre Aidan, ¿Me oíste? A menos que quiera que te meta un balazo en la cabeza, no lo vuelvas a hacer.
_Si no te lo recuerdo igual lo harás.
Paciencia, paciencia.
_Habla.
_Tu boda, la que aceptaste en lugar de tu hermano hace una semana y que él no tuvo la menor idea antes de su viaje a Irlanda.
Ah eso.¡Rayos! En estos momentos no tengo tiempo para eso, piensa.
_Iba a decírselo, pero fue imposible y ahora menos con esta situación.
_¿Y bien?¿Vas a postergarla? Porque no creo que al Sr Giovanni le guste la idea de cancelarla.
_Ese maldito zorro ruso.¡No! La boda prosigue, solo que con un pequeño cambio.
_¿Un pequeño cambio?
_Sí, que yo estaré ausente. No tengo tiempo para bodas ahora y menos con la prometida de mi hermano.-Una mujer que es prohibida para mí.
_¡¿Vas a estar ausente?!¿Bromeas verdad?¿Sabes lo que vas a provocar con dejar a la novia sola y frente a toda esa gente? Yulia Ivanov es capaz de...
_Basta, no tengo tiempo de niñerias Aidan, ahora pongámonos a trabajar que alguien debe sostener lo que Deklan ha dejado.-Y como su sombra debía hacerlo.
Al menos hasta que él aparezca, porque algo me dice que está vivo.Que el hijo de puta de mi hermano está vivo y que cuando todo esto pase, deberé estar preparado para lo que se me venga encima, si antes, no lo mato yo a él.
--*--
Tres días después, día posterior a la Boda.
Sigo en mi trabajo. Negocios, contratos, firmas, todo, pero siempre detrás de una laptop, el trabajo de relaciones que hacía mi hermano por el momento estaba paralizado. Entra Aidan con una ligera sonrisa lo que llama mi atención.
_Esa sonrisa me indica que tienes noticias.
_Las tengo, pero no de Deklan si es lo que imaginas. Él aún sigue desaparecido, con varios muertos en el atentado pero hasta ahora ningún cuerpo es de él, así que tranquilo.
Si me dijera que encontraron su cuerpo estaría más tranquilo.
_Si no hay nada de Deklan, cuál es la noticia que me tienes.
Arroja un periódico sobre mi escritorio, miro su rostro que dibuja una ligera sonrisa muy pocas veces vista. ¿Que será?
Tomo el periódico y veo el encabezado.
Ja, esto debe ser una broma.
_¡¿Pero que diablos...
_No es que quiera ser sarcástico jefe, pero...te lo dije.
Su voz suena a burla, chiste, y no es para menos porque sí me lo advirtió.
_Dime que esto no está pasando.
_Te lo diría pero es cierto. A tu ahora esposita se le dió por avergonzarte de una manera épica. Tu boda es tendencia, incluso más que el atentado donde es posible que el verdadero Deklan Cassano este muerto, que irónica que es la vida, ¿No?.-Imbécil.
_Sabes, a veces pienso que te gusta provocarme y que te apunte una pistola en tu cabeza.
_Lo siento, no fue mi intención.
Nunca es su intención, si lo soporto es por su lealtad.
Calma, piensa, Deklan es primero, ahora no tengo tiempo para las niñerias de esta mujer, pero tampoco podía dejar que arrastre mi apellido al suelo y lo embarre como se le diera la gana.
_¿Dónde está ahora?
_¿Dónde crees? No es obvio que debería estar en la mansión de su ahora esposo.
En la mansión, ¿Haciendo que? De solo pensarlo me preocupa.
_Y supongo que todo está bien.
_Elisa dice que es una dama muy respetuosa, amable y gentil.
Su forma de decirlo le causa gracia incluso a él, sabe que ella no es ese tipo de mujer.¿Respetuosa? Ja. Aún recuerdo la primera vez que nos encontramos hace algunos años, cuando su salvajismo era gracioso.
_Asegúrate que siga así, y que esto que ha pasado en la boda nunca más se vuelva a repetir, ¿Me oíste Aidan? O será tu cabeza la que ruede.
_Es tu esposa. Yo puedo mantenerla vigilada pero calmar su salvajismo no lo creo. Esa tranquilidad que ahora muestra frente a la servidumbre se le acabará pronto, créeme.
Mmm, Aidan habla de ella como si la conociera más de lo que aparenta y a veces eso me molesta.¿Habrá sido su amante?
_Su salvajismo es soportable, lo que me parece insoportable es que me estés ocultando cosas Aidan.
Enarca una ceja, no me entiende. Mejor así o va a pensar que estoy celoso.
_Quiero decir que te encargues de que no me haga pasar vergüenza de nuevo.¿Entiendes?
_Tranquilo, pero..¿Cuando vas a ir a ver a tu esposa? Ha pasado un día y deberías estar con ella, en tu luna de miel o todos sospecharán.
¿Luna de miel? Él sabe que eso no va conmigo.
_Su tío sabe que tengo negocios importantes y los que me conocen, o mejor dicho a Deklan, también saben de lo cerrada que es mi vida personal, además a nadie le debería importar.
_De acuerdo, ordenaré que la mantengan vigilada y que no la dejen salir, ¿Estás bien con esto?
Asiento y Aidan sale de mi despacho. Tomo un cigarrillo y me asomo por la ventana del penthouse en dónde me encuentro, ya que también es mi lugar de reposo en caso no se me de la gana de volver a la mansión Cassano.
Esa casa, esa maldita casa donde solo fui la sombra de Deklan, su maldita sombra, porque eso era para ellos. Mientras Deklan era muy bueno en letras, idiomas y carismático para las relaciones, yo lo era en ciencias y tecnología, pero para mis anticuados padres eso no valía nada, lo importante era el poder de convencimiento y el dinero, y Deklan tenía todo para ser el más grande, o eso ellos creían.
Me acerco a mi mesa y observo con detenimiento la foto de mi abuelo, el hombre detrás de la verdadera riqueza e influencia de mi familia. Un hombre que me aprovechó por así decirlo, él vió más de lo que mis padres podían. Vió el potencial que podría llevarlo a la cima y así fue.
Mi abuelo, un hombre sin escrúpulos, sin compasión que tuvo que derramar sangre para ser el todo poderoso de esta gran parte de Europa, en el bajo mundo. Sí, en el mundo que Deklan aún ignora, el mundo de la mafia.
Sonrío al recordar el día que Deklan dijo que me necesitaba, que me incluiría en los negocios familiares, eso me hizo abrirme un poco más al mundo puro que desconocía.
“Escucha Alexei, debes apoyar a tu hermano en la dirección de la empresa, pero él jamás debe saber a lo que realmente nos dedicamos, o es capaz de entregarnos y destruir lo que he logrado con mi sangre, ¿Entiendes?"
_Sí abuelo. Deklan Cassano jamás sabrá nada y el día en que se entere, será su último día, ¿Eso está bien?
Esa vez mi abuelo calló, no me respondió. Eso significaría matar a su nieto, a su propia sangre y también causaría un caos en el mundo, ya que mi hermano había adquirido ya mucho poder en los negocios gracias a nuestro ignorante padre que también desconocía nuestros sucios negocios del bajo mundo.
Si lo pienso bien, el abuelo debía tenerle algo de cariño a Deklan, el hombre correcto de la familia, mientras yo, me convertía en la oveja negra de los Cassano, y más tarde, en la sombra, o así comenzaron a llamarme.
Después de la muerte de mis padres y de mi abuelo, dejé que Deklan me utilizara para hacer crecer el negocio familiar de manera legal, pero jamás dejé el mundo en que mi abuelo me había metido, y me gustaba jugar a ser poderoso, y lo sigo siendo,eso era algo que no dejaría jamás, lo sabía, si quisiera salir, solo muerto podía hacerlo, pero eso nunca pasó por mi cabeza y pensé que nunca pasaría hasta que...
“Estoy comprometida, lo siento"
Esa voz chillona, esos ojos verdes púrpura y cabellos rubios con mirada desafiante que podrían intimidar a cualquiera, esa vez que ella se cruzó en mi camino hace algunos años y hasta ahora está tan presente en mi mente.
¡Diablos! Es una maldición del destino, no le encuentro ninguna otra explicación a la estupidez que estoy haciendo.
¡No la encuentro maldición!
Y eso me desespera aún mas.
Tiro el cigarrillo al aire y salgo de mi despacho, necesito aire fresco, carne, distraerme, cualquier cosa que aparte esos ojos de mi cabeza, y más con la preocupación de no saber si mi hermano está vivo o muerto, porque si está muerto, debo asumir su lugar, algo que odiaría hacer, pero en fin, igual eso es lo que tenía en mente al momento que él decidió ir a Irlanda, matarlo, eso iba a hacer, pero alguien se me adelantó.
_Aidan alista mi auto, vamos al Alacrán.
_¡¿Al Alacrán?! ¿Seguro que quieres ir a follar con otras mujeres en la que debería ser tu luna de miel? Pensé que dirías ir a la mansión donde tu esposa te está esperando.
_¿Tú crees que ella me está esperando como la esposa cariñosa y abnegada?¿Con un ambiente romántico, rosas y una linda cena? Si eso fuera cierto, yo me corto un dedo.
Suelta una carcajada y Aidan entiende que eso sería imposible para la salvaje mujer con la que me acabo de casar.
Yulia Ivanov, una zorra más en esta puta vida que mi abuelo me hizo conocer a la fuerza. No conozco más, nunca me ha interesado ver qué hay más allá de la miseria que él me mostró, pero cuando la conocí a ella, algo en esa curiosidad mía nació por saber más sobre ese mundo, sobre lo que es ella realmente y así lo hice sin que nadie lo supiera, ni Aidan que es mi amigo y guardia lo sabe.
¿Porque debería?
Irónico que lo que Deklan siempre ha tenido, ahora yo lo deseé, muy irónico porque jamás quise nada de él más que el poder lícito que me ofrecía por así decirlo.
Pero como una maldita intuición, sabía que mi hermano, ese que siempre ha creído que lo apoyo en los negocios y jamás dudaría de mi traición, diría que se casaría con ella. ¡Eso me cambió! Jodidamente me cambió, pero está bien, soy yo quien lo controla, quien lo maneja a él, así que me juré que él jamás la tocaría, jamás debía tenerla, y aún...lo sigo pensando.