Capítulo 2 : La Bruja White

2046 Words
Mis ojos examinan cada parte de su rostro en total silencio, sus perfectos ojos, su nariz, sus labios carnosos y la bella sonrisa que se dibuja en su rostro. — ¿Ya terminó de inspeccionsrme o le falta? – susurra con arrogancia. — ¿Que diablos le pasa? – me separó de él rápidamente – ¿ acaso no se fija por dónde va?. Sus ojos me inspeccionan de arriba abajo e introduce sus manos en los bolsillos de su pantalón. — Señorita creo que la que no se fija es usted – da un paso adelante acercándose un poco – usted venía distraída y con la vista en el suelo. — Yo venía saliendo del baño de damas usted iba entrando – guardo silencio unos segundos – ni siquiera se que iba hacer dentro del baño de niñas en tal caso usted es el culpable. — Señorita... — Hay estás – es interrumpido por la voz d duna mujer. Observó acercarse a una mujer peli negra quien trae un traje blanco señido a su cuerpo, tacones rojos y un labial del mismo color y su pelo perfectamente peinado el cual se mueve al son de su taconeo. — ¿ Tú quién eres? – me pregunta mirándome de arriba abajo. Observo el reloj en el pasillo el cual ya marca las ocho, sin decir más nada me doy la vuelta y camino rápidamente por el pasillo para llegar al salón de reuniones. Al llegar abro la puerta con cuidado y me encuentro una gran mesa cuadrada la cual ya se encuentra ocupada casi u totalidad habiendo solo tres puestos vacíos. Varias son las miradas que recaen en mi, algunos con curiosidad y otros con sorpresa. — Buenos días – digo amablemente recibiendo un buenos días de todos. Observó a Bard al final de la mesa y me acerco tomando asiento a su lado, frente a mi hay una carpeta al igual que en los lugares de los demás. Observó que el puesto de alado de Jacky sigue vacío y el que le sigue igual, imaginando que se trata del puesto de su jefe y la jefa de recursos humanos. Trató de tomar el bolígrafo sobre emi carpeta pero este resvala y cae. Observó la intención de Brad de agacharse y lo detengo. — No te preocupes yo me encargo. Corro la silla hacia atrás, me inclino tomando el bolígrafo, escucho como la puerta se abre. — Buenos días lamentamos la tardanza. “Esa Voz" Me levanto volviendo a mi posición y quedó paralizada al ver al hombre de hace un momento parado frente a mi junto a la despampanante mujer. — Señor Reynolds, Señorita Wite bienvenidos – Jacky se levanta recibiendolos con una sonrisa. Ambos toman asiento en sus puestos, agachó la cabeza y niego nerviosa. — Maldición hoy me despiden – mascullo apretando el bolígrafo en mi mano. — ¿Que dijiste? – me pregunta a mí lado Brad. — Brad estoy muerta – susurro tomando su mano. Se gira y coloca su mano sobre mí rostro levantandolo notando mi nerviosismo. — ¿Que sucede? – me mira preocupado –¿Porque estas así?. — Bien, empezamos – escucho su voz levantó la vista y lo encuentro mirándome fijamente – quisiera saber todo lo que a sucedido en mi ausencia. — Señor Reynolds se contrato a un nuevo jefe administrativo en el área de ventas como pidió – Megan empieza hablar y le pasa un portafolio – en este caso se trata de una nueva jefa administrativa. La mirada de todos caen en mi, menos la de la señorita Wite quién se encuentra distraída viendo su teléfono. — Ella es Amaya Brooks. Megan señala a mi dirección y es hay, justo hay cuando la mirada de la señorita Wite cae en mi junto a la de todos los demás quienes aplauden. Ella me mira asombrada pero su rostro no luce nada contento con la noticia, observo al señor Reynolds levantarse de su puesto y acercarse a mi. Brad suelta mi mano y toma asiento rectamente, se para frente a mi y vuelve a mirarme como si me inspeccionara. —Señorita Brooks bienvenida. Me levanto de mi puesto, le extiendo la mano y me la recibe dejando un beso sobre ella. Los presentes nos observan asombrados, incluso Jacky y Mía lo hacen. — Es un placer señor Reynolds – retiro mi mano – estoy aquí para hacer mi trabajo lo mejor posible. — Espero que así sea – giro al escuchar la voz de la señorita Wite – aquí no dejamos ue cometan errores porque donde lo cometas te marchas. — Señorita Wite es muy precipitado para hablar de ello – responde el señor Reynolds quien vuelve a su puesto – mejor sigamos con la junta. La junta sigue hablando sobre los balances semanales, nuevas tecnicas de mercadeo y los eventos que están por venir. En toda la reunión e sentido las miradas del señor Reynolds en mi, al igual que la de la señorita Wite. La reunión termina y agradezco grandemente, los presentes se empiezan a levantar y a despedir saliendo de la sala de reuniones. Me levantó, tomó del brazo a Brad y salgo con el de esa misma manera hasta llegar al elevador. — ¿ Estás nerviosa? – me susurra al llegar al elevador. Cuando estoy por responder siento la presencia de más personas, al girarme me encuentro a Megan, Mía, Jacky, el señor Reynolds y la señorita Wite detrás nuestro. Al abrir las puertas el elevador somos nosotros los primeros en subir quedando detrás, a nuestro lado se hace Mía y Jacky quedando al frente lo otros tres mencionados ya. Las puertas se cierran, y elevador empieza a bajar todo en total silencio. — Amaya ¿dónde iras almorzar? – me susurra Jacky a nuestro lado. —Aún no lo sé, no he pensado en ello. — Puedes venir con nosotros – responde Brad – siempre lo hacemos en un restaurante que está a dos manzanas de aquí. — Señorita Connor, creo que usted sabe que a sus superiores se les trata de usted – masculla la señorita Wite – que no se vuelva a repetir. — Lo lamento señorira Wite no se volverá a... — Jacky no tienes de que disculparte – la interrumpo y los tres frente a mi se giran a verme – yo misma le pedí a Jacky, Mía, Brad e incluso Megan que me tratarán de tu porque detesto que me llamen por mi apellido. — No es correcto que los empleados se refieran a sus superiores de usted – ataca ella nuevamente – eso la hace perder su autoridad. La puerta del elevador se abre saliendo todos. — Señorita Wite – se detiene girandose a verme – disculpe que la contradiga pero el que los empleados se refieran a sus jefes de usted no acredita ue tendrá autoridad sobre ellos, además es muy distinto autoridad y respeto y mientras ellos me tengan respeto no tengo problemas con que me llamen por mi nombre – todos me miran en silencio – con su permiso, que tengan buen día. Camino a mi oficina con Brad detrás mío, me detengo justo antes de entrar a ella. — Jacky, Mía las veo al mediodía para ir almorzar con ustedes chicas – le sornio y ambas asienten. Entró a la oficina y Brad cierra la puerta detrás mío con cuidado. — Eso que acabas de hacer fue peligroso – me siento en mi escritorio – acabas de ganarltela de enemiga te lo aseguro. — Lo siento Brad pero odio ese tipo de cosas y no voy a dejar que las chicas o tu me dejen de llamar por mi nombre solo porque a ella y a los demás le gusta que los llamen por si apellido solo por sentirse superiores. Unos toques en la puerta nos interrupe, Brad camina a la puerta abriéndole y se hace a un lado rápidamente. — Señor Reynolds. — Brad – palmera sus mano. Entra a mi oficina acercándose a mi escritorio, me levanto y lo miro nerviosa. — Señor Reynolds – me extiende su mano y se la recibo – ¿ en qué le puedo servir?. — Me retiro – Brad se acerca y toma el Ipad de mi escritorio – con su permiso estaré afuera por cualquier cosa que me necesiten. Brad sale de mi oficina dejándonos completamente solos, mis nervios aumentan y no es para menos luego de lo sucedido fuera del baño. — Señor Reynolds yo... – titubeó nerviosa – yo lamento lo sucedido esta mañana no sabia que usted era el presidente de la corporación. — No se preocupe señorita Amaya – toma asiento frente a mi – ese tema ya está olvidado. — Entonces ¿A que debo su visita? – me mira con pequeña sonrisa que rápidamente borra. — Es la visita que le hago a cada uno de mis nuevos integrantes en mi corporación – se levanta de su silla – ¿tiene algún problema con ello?. — En lo absoluto – me mira fijamente y dsvio la mirada – es su empresa pero yo tengo trabajo el cual debo ponerme al día. — Yo la ayudaré a ponerse al día nadie mejor que yo para conocer todo – se acerca toma el teléfono de mi lado pulsa un botón y habla – Brad que nadie nos interrumpa al menos que sea importante. Cuelga la llamada, me mira, toma las carpetas de mi escritorio y se sienta frente a mi abriendolas. — Esto es lo que tiene que saber para poder manejar... Empieza a mostrarme todo los balances y estrategias de ventas que utilizan para los futuros inversionistas. Me muestra cada uno de los patrones que se utilizan y los sistema d ela empresa. Cuando termina observó el reloj y es casi mediodía, hemos pasado prácticamente tres horas aquí sin darnos cuenta de lo rápido que a pasado el tiempo. Mi teléfono suena y veo que se trata de Jacky, había olvidado que le había dado mi numero y se escribe preguntando si iré a comer con ellas. — ¿Sucede algo? – su voz me saca de mis pensamientos. — No señor Reynolds – cierra las carpetas y las acomoda en mi escritorio – ya es hora del almuerzo así que iré con las chicas antes de que se nos haga tarde. — ¿Me deja invitarla almorzar como bienvenida? – su pregunta me deja totalmente asombrada. Cuando estoy por contestar unos toques en la puerta llaman nuestra atención. — Adelante – mascullo mientras sus ojos no dejan de mirarme. — Lamento interrumpir... – Brad es interrumpido rápidamente . — Cristhoper llevo buscándote toda la mañana – la señorita Wite entra a mi oficina – quedamos en almorzar juntos ¿se te olvidó?. La observó completamente asombrada y luego observó al señor Reynolds quien no pasa por desapercibida mi reacción. Empieza a golpear mi escritorio con el bolígrafo que sostiene. — Pedí no ser interrumpido a menos que no fuera importante – dice enérgico – estoy ocupado en estos momentos y no te puedo atender. — Cristhoper... — Lorena ¿No fui lo demasiado claro?. Observó como rueda los ojos y sale de mi oficina ella furia, Brad me mira asombrado y sale de la oficina en total silencio volviendo a cerrar la puerta. — Señorita Amaya como le dije... — Señor Reynolds no quiero sonar grosera pero no puedo aceptar su invitación – tomo mi bolso y me levanto – quedé en almorzar con las chicas además usted ya tiene con quien almorzar. Tomó mi teléfono del escritorio y las llaves de mi camioneta, se levanta y me mira con una sonrisa. — Además usted ya tiene con quien almorzar, con su permiso. Salgo de la oficina dejándolo dentro de ella sin siquiera esperar una respuesta. Veo a las chicas subir al elevador con Brad y al verme detienen el elevador logrando subir a el. — Gracias chicos – sonrió alivianada – pensé que se irían sin mi. — Nos dimos cuenta que estabas reunida con el señor Reynolds cuando pidió que no molestaran – responde Mía – a la que no le gustó nadita cuando se entero fue a la bruja Wite. — Mía, no se vale que llames a tu jefa de esa manera – se burla Brad. — ¿Ella es tu jefa? – preguntó confundida y asiente – pensé que tú jefa era Megan. — En realidad soy secretaria de ambas. — Wite llebava toda la mañana buscando a mi jefe pero ninguna le quisimos decir que stsbs en tu oficina cuando se entero debiste de ver su cara – Jacky ríe – era para morirse de risa era obvio que no le gustó para nada saber que el señor Reynolds estaba a solas contigo. — Están locas – niego. Cuándo el elevador abre sus puertas, salimos a la recepción. —¿ El restaurante está lejos? – preguntó curiosa. — Cómo a cinco minutos – responde Brad. — Mejor vamos en mi auto no pienso caminar con estos zapatos. Tomamos el elevador hacia el sótano, para ir en mi auto al dichoso restaurante...
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