Niza
Las siguientes dos semanas son fantásticas entre Emilio y yo, lo único malo es que tengo que hacer un par de viajes a Nueva York uno por dos semanas y el otro casi una semana más tarde. Llego al edificio en el que trabaja mi esposo y lo veo conversar con su secretaria mientras acomoda su agenda, me mira a lo lejos y sonríe. Sofía y su esposo me llaman así que le indicó al Emilio que voy hacia ellos primero. Sofí me da un abrazo enorme y Alejandro me pregunta por mi bebé, le digo que aún no sabemos el sexo, el bebé se ha grado y le están haciendo estudios que nos tienen verdaderamente nerviosos, pero por lo demás está normal.
—¿Estás emocionada? —pregunta Sofía.
—Un poco, ya le siento moverse y hemos estado intentando elegir un nombre los cuatro como locos, Emiliano quiere que se llame Miranda.
—¿Está feliz?—pregunta Sofía.
Emiliano es el futuro hermano mayor más feliz del universo. Pasa haciendo dibujos y necesita con urgencia que le pongamos un nombre y un género a su hermano o hermana pata poder escribir en la pared de la anotación su nombre. Además, me prepara bocadillos que no estamos seguros de que nadie deba de comer embarazada y me da abrazos para decirle al bebé que es más que bienvenido.
—Sí, quiere que tengamos dos hermanitos más como si fueran gratis.
—¿Y tú qué tal estás?—pregunta el papá de Arturo.
—Bien, estoy en un grupo de terapia de Emma y escucho a mujeres más que nada y me siento emocionada cuando escucho que no soy la única.
—Eso es excelente. —Emilios me rodea con sus brazos y me da un beso en la mejilla.
—¿Estás lista o el chisme les rinde a estos dos? —molesta a sus tíos y explica que no le dejaron trabajar porque estaban muy felices rajándole sus vacaciones. Sofía me dice que le encantó visitar Italia y los dos kilos que ha aumentado valen la pena. Los cuatro caminamos hacia la salida juntos y llegar al loby nos separamos Emilio me acaricia el abdomen ligeramente abultado.
—Quiero comer comida china. Es lo único que se le antoja a este robot —bromeo y él sonríe antes de besarme.
Vamos al mejor restaurante de comida china del universo y como con toda la felicidad el mundo el arroz con chorizo c***o. Emilio me pregunta qué tipo de carne es esa y él ríe cuando niego con la cabeza y le pido que no me moleste.
—Mañana tenemos la cita con el ginecólogo y espero que no me prohíba viajar, lo que más quiero es ir a esa pasarela.
—Vas a ver que sí te dejan.—responde mi novio y me ofrece de sus tallarines. Doy un bocado enorme y él ríe. —Me encanta verte con apetito. Oye, has pensado qué quieres hacer cuando nazca el bebé, desde el punto de vista laboral.
—Estoy ahorrando el salario y espero poder quedarme en casa los primeros seis meses y después planeo iniciar una tienda en línea.
—Crees que funcione.
—¿Por qué no? —pregunto. —Me estoy ahorrando el local, solo hay que conseguir un buen equipo técnico y puedo tener ropa de alta costura como lo que diseño para Florencia y ropa de uso en casa o ropa de boutique.
Mi novio y yo conversamos un poco más sobre el plan posterior al nacimiento y Emilio parece emocionado con los planes. Me dice que quiere sacar un mes o dos cuando nazca el bebé porque le encantan los niños pequeños y crecen demasiado rápido como para dejar de aprovechar el ver a su hijo crecer los primeros meses.
Le veo serio mientras terminamos de comer y vamos recogiendo nuestras cosas para la salida. Tomo la mano de Emilio y él me acerca a su cuerpo. Le pregunto cuál es su preocupación y me dice que la mamá de Emilio nos ha invitado a cenar.
Maya ni siquiera soporta dejarme al niño cuando Emilio no está, no entiendo cómo vamos a cenar juntos y por no hablar de la pésima relación entre Emilio e Ismael.
—¿Estás cómodo con la idea?
—La psicóloga dijo que si queremos una custodia compartida lo mejor es que nos relaciones de forma cercana. Conocernos ayudará a tener la misma visión de crianza con respecto a nuestro hijo, más confianza, más respeto. Todo lo que se pierde uno cuando no va a la cita familiar que el juzgado ha establecido porque Maya señaló que no soy familia, soy la novia de Emilio.
—Creo que no quiero ir. Ella señaló que yo era una invitada en la vida de Emilio, para su información él me quiere tanto o más que a ella y a su esposo.
—Tienes tazón, se pasó, pero nosotros somos mejor que ellos.
—Sé eso, pero no me gusta que me niegue ser parte de la vida de Emilio.
—Si tan solo te pusieras ese anillo carísimo que te regale y te casaras conmigo
—Una boda es micho tiempo y no lo tenemos ahora.
—Podemos casarnos en el civil y hacerlo llegar, en un año luego del embarazo y como comprobación de nuestro amor podemos casarnos por la iglesia o hacer una boda enorme para nuestros seres queridos.
—Emilio, no quiero casarme porque Maya dice sino porque nosotros lo sintamos.
—Eres muy testaruda.
Después de almorzar con mi novio, me voy a trabajar a la empresa de mi hermana, están Olivia y Cash trabajando muy juiciosos por lo que evito distraerlos con mi hambre extrema, que de verdad no soy yo, es este bebé. Cash me mira y sale de la oficina, cuando regresa unos minutos más tarde trae. Unas donas grandes para los tres y unas bebidas.
—Voy a terminar enorme.
—Sí, pero está embarazada —dice mi hermana y le da un mordisco a su dona. —Quieres un baby shower porque Verónica me preguntó y Sofía, pero no sé si te emociona la idea.
—¿Qué se hace en un baby shower?
—Solo van mujeres y ven cosas de bebés y juegan.
—Pueden venir hombres, Emilio tiene demasiados hermanos como para no invitarlo y es un papá demasiado comprometido con sus hijos. Tú decides.
—Emilio quiere que nos casemos.
—¿Y tú que quieres?
—Creo que sí, por ejemplo: Mily, Emilio y Emiliano comparten un apellido y el otro día Maya me sacó de la sesión con la psicóloga de Emiliano porque no estamos casados. Tampoco me quiero casar porque ella dice.
—Te entiendo, a mí me pasaba con Julianne no quería que se sintiera casada porque James quería o porque mi ex es una perra, pero una vez hemos dado el paso. Simplemente, me da paz mental, incluso cuando estamos peleados por algo estúpido como si quité unas plantas feísimas y las mandé a regalar—Las dos le miramos.
—¿Te sientes seguro de que no te va a dejar?
—Sí, pero, duermo con ella y ella sabe que voy a comprar más en arrepentimiento.
—A mí me gusta estar casada, siento que si mañana si enfermamos uno responde por el otro. Cuando los niños tienen un problema inmediatamente nos reconocen como sus padres, por el apellido y también como pareja, siento que es una forma de darle lugar y forma a nuestra relación, no es que unión libre carezca de ello, todo depende de cómo nos sintamos con la persona. El secreto está en lo que buscas para la relación, ¿es a largo, mediano o corto plazo?
—¿Cuán comprometidos están el uno hacia el otro? A mí me encantaría que alguien como Emilio, que ha estado desligado al amor por tanto tiempo, me eligiera como su esposa, porque Maya puede poner todas las reglas, pero, no es quien manda en su corazón.
—No quiero ganarle.
—Sí, quieres ganarle —dice Cash. —todos queremos gana en el amor.