Niza
Emilio se acerca y les da la bienvenida, les comentamos que Emiliano se ha dormido temprano luego de celebrar el cumpleaños de su tío. Los trabajadores dan una inspección a la casa y nos comentan que ansiaban la hora de dormir porque es la favorita de Emiliano.
—Habla muy bien de usted, Señora Sims, le adora.
—Yo a él —respondo y Emilio les ofrece de beber.
—No, podemos mover una visita más y así regresar en los próximos días.
Emilio les da las gracias por la visita y los acompaña a la salida. Yo decido ir a la habitación. Tomo una ducha rápida y me pongo cómoda, pero la verdad tengo hambre, así que regreso a la cocina y me pongo a cocina algo pequeño.
Más que antojos es un hambre profunda la que he sentido con este embarazo y siempre entre las ocho y nueve de la noche. Juro que soy capaz de comerme todo lo que encuentre, pero, una tortilla casera siempre termina saciándome.
Emilio ha ido a tomar una ducha y su teléfono no deja de sonar, pero no me acerco siquiera.
El mío suena y es un mensaje de Mily.
Mamá cómo te estás sintiendo.
Niza
Mi amor, nos vimos hoy.
Bien, me siento bien, princesa.
Ya... y te apetece ir mañana a la biblioteca y me ves estudiar. Es que en casa me cuesta porque Sergio todo lo tiene que leer en voz alta y mi mamá solo pasa con que estudie y dónde Arturo no le digas, pero, Ada es muy dulce y empieza a hacerme cosas de comer y me distrae masticar. ¡Eres mi única opción!
Niza
¿Quieres que me siente a verte estudiar?
Mily
Sí, puedes hacer tus cosas como dibujar, no sé, pero, en serio, necesito tu ayuda. Es que salí muy mal en el quiz, y mamá me regañó, muy merecido.
Bien, mi amor, por lo menos eres consiente. Paso al cole por ti. Diles a tus amigas que no existes a partir de mañana, nos vemos todas las tardes y nos quedamos ahí hasta antes de cenar, yo invito y te llevo a casa.
Emilio me está mirando y yo dejo el teléfono sobre la barra de la cocina.
—Tienes razón todo esto es desmedido e injustificado. ¿Crees que puedas ir a una cita conmigo?
—Estoy cansada de intentarlo, no has pensado que simplemente no calzamos.
—Sé que cometí un error que no puedes perdonarme y que al mínimo desbalance los dos perdemos el control y estamos discutiendo.
—Yo no nací para discutir, Emilio. Cuando digo que te perdono, te perdono de todo corazón.
—Bien, puedes perdonarme ser un celoso patológico.
—Puedo intentar —reconozco y me acerco un poco.
Emilio me abraza y besa mi mejilla mientras acaricia mi espalda, yo le abrazo de vuelta y él reconoce que mi tortilla de dos quesos se está quemando. La dejamos quemarse un poco más y finalmente se acerca conmigo entre los brazos a quitarla del fuego.
Le explico como se preparan las tortillas caseras y él comienza a palmearlas de la forma más incómoda posible, además, parece que va a destruirla, pero, le dejo y me pongo a batir huevos y picar tomate. Emilio reconoce cuando todo está listo que es una excelente combinación.
Al día siguiente, tras dejar a Emiliano en la escuela le informo que voy a pasar toda mi tarde acosando a mi hija con la mirada. Emilio escucha la técnica de estudio de Milena y dice que no podría estudiar con sus papás, tíos o hermanos siquiera observándolos, pero mi hija es un ser especial y cuando voy a recogerla al colegio está seria esperándome.
Vamos caminando a la biblioteca y en cuento llegamos alimento a Milena la cual está muy nerviosa para comer.
—Mi amor, si no conociera a Olivia diría que te pegan con clavos en la espalda.
—No, pero, así se siente mi corazón —Sonrío.
—¿Cuánto sacaste?
—Un 80—la veo seria y le pego en el hombro.
—Eres muy loca, mi amor, eso ni siquiera es malo.
—Sí, pero, lo único que me piden mis papás es salir bien en el cole, y voy, y me saco un ocho.
—Seguro no entendiste en clase.
—No entendí en el quiz que me estaba preguntando, o sea, por qué me da un reglón para justificar
—Sí, eso es una cabronada.
—Exacto, voy a sacarme un cien y luego voy a ver a ese profesor con desprecio todo el semestre.
—Bueno, hija, cómete eso y cállate, que necesito que te saques el cien.
Mily le da una mordida al sándwich y yo me voy a buscar un libro sobre maternidad. Cuando regreso mi máquina de autocuidado está estudiando por su cuenta, me siento frente a ella y me pongo a leer, Mily es la primera en darse cuenta de que nos acariciamos el mismo mechón de pelo mientras estamos concentradas leyendo, mi hija ríe y yo con ella, pero le advierto que debe seguir estudiando.
Recibo en el celular un par de mensajes de Emilio
Niza, encontré este paquete de dos días en la montaña, se puede pasear en tren, casi un día, crees que puedas el fin de semana. Creo que este fin Mily está con Arturo y Emilio tiene algo con sus abuelos maternos.
¿Qué te parece?
Veo bien las fotos que adjuntó.
Un retiro de yoga para dos, en un lugar que se ve rodeado de naturaleza, paz y meditación.
—Ese sitio es precioso, estuve ahí hace unas semanas con... unos amigos y la verdad se come bien y se descansa fenomenal.
—¿El amigo es Octavio?
—Fui con Isa y Xander, pero el tío Cash no sabe que Xander fue...
—Ni tu mamá que Octavio estaba en la lista de invitados—completo la oración.
—Tú también eres mi mamá, así que no niego ni desmiento nada.
—Dios ya te ha castigado saliendo fatal en la prueba corta.
—Dijiste que esto no era malo.
—Es un castigo divino, imagina como se sienten las espinas en el inferno.
Mily me ve asombrada hasta reír como loca. Obviamente, nos llaman la atención y le pido que se controle y se ponga a estudiar.
Unas horas más tarde la llevo a casa y le pido por favor que no se meta en problemas y piense bien las cosas, ella asiente y yo le lleno de besos. Mi cuñado y mi hermana nos miran y Sebastian energéticamente se acerca a mí.
—Qué dicha, estás aquí—me toma del brazo y me llevan junto a la mesa donde tienen los planos de su casa.
Los dos comienzan a hablar sobre una terraza en su casa o un respiradero/ invernadero, no entiendo cuál es su necesidad de torturarse con estas cosas. Sergio está estudiando en voz alta mientras camina y lee el libro, Mily se prepara una taza de té y mira a sus papás mientras intento entender lo que Sebastian y Olivia explican.
—Creo que deberían tener ambas. Es hermoso tener pedazos de jardín dentro de la casa, es como devolverle el lado natural, pero, no siento que eso sea ustedes dos y las plantas pueden ser nocivas para una construcción, hay árboles que envuelven las cañerías y se vuelven tus peores enemigas. Puedes construir este espacio a unos metros de la casa —lo comienzo a diseñar para ellos con como un vivero tradicional, cuadrado, si no como uno rectangular, con vidrio para poder ver hacia la casa con un sistema de agua, por un lado, y unas propongo plantas tipo enredaderas u orquídeas, mi hermana y mi cuñado se miran mientras yo diseño.
—Eso es fabuloso.
—Lo es —asegura mi hermana.
—En medio de las piscinas—dice Sebastian.
—Qué hermoso, sí.
—Un mes más de construcción —bromean sus hijos y yo sonrío.
Mientras ellos encuentran su solución perfecta, yo escribo un mensaje a mi novio.
Niza
Sí, definitivamente nos merecemos esos días.
Emilio
Excelente, haré la reservación.