Todos miramos a la mujer y de verdad parece hermana de Niza, es quizá un par de años menor, con el cabello igualmente largo, unos ojos grises enromes y sonríe igual que mi esposa. Olivia entra al edificio con cupcakes y nos sonríe, viene casi corriendo en tacones y le da un beso a su hermana.
—¿Puedo ser parte del glamuroso comité de baby shower?—pregunta y nos mira todos, se gira y ve a la mujer que analizamos.
—¿Qué van a hacer mirarla toda la mañana? Ella puede verles.
La mujer se acerca y sonríe hacia nosotros. Niza tiene el ceño fruncido y nosotros sugerimos que usen la sala de reuniones.
—Mi nombre es Carlota Sims, yo... Mi papá falleció hace una semana, yo me enteré de que tenía otra hija en la lectura del testamento. Mi hermana y yo la verdad y hemos intentado contactarla para darle su parte. —Saca una carpeta y se lo entrega a Niza. —En el documento especifica todo lo que le corresponde, podemos hablar con nuestros abogados cuando quiera y mi hermana. Yo, nosotras queremos que sepa que estamos muy felices de conocerla.
—Su papá violó a mi mamá, así que...
—Mi mamá llevó golpes, humillaciones y no dudo que agresiones sexuales también. Sus amantes iban a nuestra casa así que me siento fatal por su mamá, pero, ella no estuvo casada 33 años con él. Yo no soy mi papá, ni mi hermana y mucho menos usted. —Ella le entrega un segundo sobre. —Esos son mis hijos y este es mi sobrino recién nacido, detrás de la foto están nuestros datos. Nosotras somos buenas personas, Niza, y tengo un folder lleno de tus errores y los de tu familia y sé que no eres eso, yo no lo represento. —Ella fuerza una sonrisa y le da a mi esposa una última mirada. —Felicidades por la bebé.
—Mar, se llama Mar. —Las dos sonríen. —Yo he estado ignorando a su abogado.
—Mi papá tenía una caja con fotos suyas y cheques que su mamá devolvió, tres mil dólares mensuales. —Se gira hacia Olivia. —Usted es su hermana materna.
—Soy su hermana—Responde defensiva.
—En fin, si tiene alguna duda, lo que sea yo puedo responder y mis abogados también —Responde y estrecha su mano hacia Niza y ella le da un apretón de manos y la mujer se despide. Yo le pregunto a mi esposa si quiere tomarse el resto del día libre y ella niega con la cabeza antes de agradecer por la fiesta de celebración, les da un beso a mi mamá y a mi tía y va a la oficina que le prestamos junto con Olivia a conversar en la oficina y comerse los cupcakes de cereza con su hermana.
Yo me voy a mi oficina a trabajar y veo que Natasha últimamente está trabajando demasiado mal, muy desconcentrada, la llamo a la oficina y le pregunto qué le está pasando y ella me intenta convencer de que ha sido una serie de errores al azar.
—Naty, te estimo, llevas años en la compañía. Te conozco. Sé que los primeros meses de paternidad son mortales, pero, necesito que es estás un poco más activa, productiva, mira esta documentación, desde cuando el informe se hace de un reglón. Eres inteligente, guapa y maravillosa, pero necesito un 40% más de ti. ¿Qué está pasando? —insisto y Ella se queda en silencio mirando por la ventana. — Tómate el resto de la semana libre y medita sobre lo que quieres, y lo que no. Voy a pagarte igual, piensa que son unas vacaciones de reflexión o una oportunidad para encontrar otro trabajo.
Natasha me ve aún más angustiada y reconoce que sabe que está mal lo que hace.
—Sé que esto no eres tú, pero, descansar puede venirte bien.
—Estoy muy avergonzada con ustedes y vengo estresada y todo me sale mal, no me despidas de verdad necesito el trabajo. Es solo que... no conseguí niñera a buen precio, tengo que dejar el niño con mi suegra y ella me odia y el bebé no puede decir que no le dan de comer o no le limpian a tiempo y tú estás constantemente enojado con todo lo que hago y entonces acabo haciendo todo mal de los nervios.
Me quedo en silencio y pienso que un tiempo atrás le hubiese dicha a esta misma mujer que yo le pagaba la niñera, pero no puedo creer que por primera vez me dé cuenta de que le he dado demasiado a una persona que no quiere mejorar su situación, como consecuencia no le digo nada más que tiene tres días para pensarse si quiere continuar conmigo, un cambio de departamento sin reajuste salarial o irse.
Veo a Olivia subir al elevador y salgo de mi oficina para ver si mi esposa está bien, cuando entro a su oficina la encuentro diseñando, me mira y sonríe antes de hacerme una seña para que me acerque, voy a su lado y ella se pone en pie, le abrazo y le lleno de besos, ella me abraza con fuerza y sé que está llorando.
—¿Sabes qué es lo que me duele?—pregunta. —Mi mamá tenía dos papás con dinero suficiente para que no careciéramos de nada y decidió ir por el camino más difícil, en el que nos teníamos que compartir un pedazo de pan entre los dos, buscar en la basura o vivir los desplantes de un esposo abusador. ¿En qué estaba pensando?
—A veces el dinero da cierto poder que no estamos dispuestos a entregar Niza. Por más dolo que nos cause. ¿Has analizado que ella recibió golpes, gritos, incluso las vio sufrir a ustedes? Su familia le dio la espalda, no fue fácil, pero, recibir una pensión alimenticia de un violaron, significaba compartir una custodia o entregarla por completa. Trata de no ser tan dura con ella.
—Sé que tienes razón, pero, lo que no estoy lista para perdonarle no es el dinero, el dinero está aquí, hoy, es la mentira, la mentira que ocultó por años y repitió en mi cara. No tenemos dinero, no tenemos otra solución y me lo creí y sabes qué, si ella me hubiese dicho que había un padre mi hija y mi hermana no hubiesen perecido. Es la mentira lo que duele, porque pude haber respetado su decisión.