Temprano mi esposa, mis hijos y yo llegamos al consultorio del tío Logan. Vemos a Logan acercarse junto a su esposa y Arturo. Mía toma del brazo a su esposo y le da un beso en el hombro, Logan se inclina para besarle y ella nos saluda antes de decir que vas a ir a desayunar con sus bebés preciosos y a dejarles en la escuela.
Nosotros dejamos a Emiliano y Mily con Arturo.
Logan le hace algunas preguntas a mi esposa sobre su estado de salud. Vuelve a tomarle la presión arterial y le felicita porque todo está normal.
Confirma que no hay un problema con que vaya a trabajar a Nueva York, pero, recomienda un médico en casos de emergencia y que no se cargue de estrés y que trate de descansar bien y comer, mucho mejor.
—Cómo está el azúcar —pregunto y los dos me miran. —Está... algo feliz de comer pasteles y helados.
—Vas a dormir en el sofá —señala mi esposa y Logan asegura que la glicemia está normal. Le indica a mi esposa que se cambie la bata y sale a invitar a los niños. Emiliano está demasiado emocionado, pero, quiere saber por qué gel y no un líquido o simplemente una máquina que no necesitaba, Logan le explica que el gel permite la conducción de las ondas y como resultado la imagen. Cuando llega Niza Logan pregunta:
—¿Permitiría que este asistente médico realice el examen? —Ella asiente y Mily y yo tomamos la mano de Niza y sonreímos ante la emoción inminente en el rostro de Emiliano al escuchar el corazón de su hermano menor. Mi hijo mueve el transductor y Logan observa al bebé maravillado cuando lo encuentra con su tío.
—¿Quieren saber cuál es el género de Mar?
—¿Es una niña?—pregunto.
—Es una niña —repite mi hermano —felicidades familia.
Los niños, Niza y yo no podemos estar más felices y se lo contamos a todo el mundo en menos de unas horas. Yo publico una foto de los cuatro y escribo.
Queremos conocerte Mar, te amamos desde hace mucho y estamos ansiosos por verte pronto, mamá, papá y tus hermanos.
Mily subió una foto suya con su mamá, tocándole la pancita.
Creo que tenemos más amor del que sabíamos. Bienvenida mar, estoy loca por enseñarte todo lo que sé del universo.
Emiliano va todo el camino al cole hablando de su hermana y lo mucho que le gusta ser hermano mayor. Mily se ve un poco más seria y cuando llegamos a su colegio Niza baja del auto, le da un beso y un abrazo, luego conversan unos minutos y se vuelven a abrazar. Sé cuán importante es Mily para Niza y que les ha costado mucho construir una relación de madre e hija, sin embargo, la llegada de un nuevo hijo a veces puede resultar difícil sin importar la edad. Me giro y le preguntó a Emiliano si nosotros estamos bien y se quita un momento el cinturón para besarme la mejilla y rodearme con sus brazos.
—Ya no somos nosotros dos contra el mundo, pero, Niza y Mily son buenos elementos y lo mejor es que Mar es como nuestra goma.
—Te amo.
Niza sube en el auto con los ojos un poco húmedos y Emiliano le estrecha uno de sus brazos para que se una a nuestro abrazo, le doy un beso a mi esposa y le limpio la lágrima de emoción.
—Me quiere. —comenta evidentemente emocionada.
—Amarte es lo más fácil del mundo. Yo te amo muchísimo —reconozco.
—Yo también mamá —Los dos nos giramos hacia mi hijo. —Si no te molesta.
—Me encanta —Dice y le abraza con fuerza.
—Con todo ese amor que das. No te salvas de ir a la escuela hoy.
Los tres reímos y llevamos al niño a la escuela de vuelta. Nosotros vamos a trabajar y cuando entramos a la oficina vemos un montón de globos, rosas de rosadas y blancas y a mis empleados con confeti rosado, Niza y yo reímos y la tía Sofía salta sobre nosotros.
—Vamos a tener una mii mar por aquí corriendo —dice emocionada. —Estoy tan feliz.
Niza le abraza con fuerzas y mi mamá viene corriendo, nos dice que fue a orinar y se perdió la sorpresa. Ella nos llena de besos y nos ruega dejarle preparar un baby shower para nuestro bebé.
—Por favor —insiste mi mamá y Niza le dice que tiene que compartir la responsabilidad con Sofía primero porque es como una mamá para ella y segundo porque ella tiene que irse en un par de semanas a Nueva York.
Yo les doy la gracias a todos y probamos las delicias que han comprado para festejar la llegada de este nuevo y pequeño de la familia.
Veo a mi esposa la cual está conversando con algunas de las compañeras que recientemente han sido mamás, la conversación va en torno a la lactancia materna y el trabajo.
La veo feliz conversando y le pregunto a la tía Sofía si está lista para ser la jefa de la revista al 100 %, ella se ríe y me pregunta a dónde voy, le cuento que quiero esculpir, pero lo más importante para mí es mi familia.
—Eso es tan tierno hijo, yo podría ayudar si me enseñan un poco del negocio.
—Eso sería fantástico —responde mi tía y me felicita por la decisión, puesto que está encantada con la idea de tener a mi mamá con ella.
Las dos están encantadas con la idea de mi mamá trabajando en la empresa y no las limito, son inteligentes y muy creativas. Todo lo que se necesita para ocupar el cargo. Ellas se ponen a cotillear, sobre Paola Hamilton.
—Tuvieron que encerrar a su esposo, está furioso, muy violento y creen que está mentalmente enfermo.
—¿En serio? —pregunta mi tía.
—Sí, su mamá y yo somos amigas hace años. Están muy preocupados. Destruyó su casa y tenía una pared llena de fotos de su esposa y de todas las personas a las que les hablaba, salía, trabajaba. ¡Una locura! Pobre mujer.
—¿No está embarazada?
—¿Quién está embarazada, chismosas?
—Paola Hamilton, una abogada y empresaria —Dice mi mamá y le dan un resumen de la historia. Niza se queda pensando y la encargada de recepción se acerca a nosotros y nos pide una disculpa antes de señalarnos a la mujer que está esperando en recepción.
—Su nombre es Carlota Sims, hermana de Niza y quiere hablar con ella.