Emergencias

1435 Words
Emilio Estoy sentado enfrente a la psicóloga Emiliano está en una sala de juegos pintando, ella me hace algunas preguntas referentes al caso y poco a poco le voy dando un contexto sobre mi situación familiar actual y lo que sucedió hace unos días, ella me pregunta por qué quiero la custodia de Emiliano. —Maya es una mujer espléndida y es una buena mamá para mi hijo, lamentablemente su pareja no tiene que sentirse igual de enamorado que nosotros, del hijo que nació casi que en el medio de su relación y lo más importante es que mi hijo no se siente seguro, feliz o amado en el ambiente familiar de su madre. —¿Por qué su ambiente familiar es mejor? —Mi novia, mi hijastra y yo somos una familia y Emiliano es parte de ello. Niza y Emiliano inventan historias y hacen dibujos juntos. Mily y él tiene bromas y se ponen a ver películas, mis hermanos y yo nos turnamos para ir por los niños, mis sobrinos son de la misma edad, vienen todo el tiempo a jugar y Emiliano es libre de ir a las actividades que le apetezcan y tengo a mi hijo seguro en casa, feliz y en el que comparta con su mamá de forma libre. Ella sonríe y se disculpa para acercarse a Emiliano, el cual está haciendo un dibujo de su familia. Ella le hace algunas preguntas y él viene a enseñármelo. Uno es con nosotros, Mily a su lado, tomados de la mano, muy flaca, otra es Niza, con un pelo superlargo, el otro soy yo cocinando, y en el jardín están sus primos y sus tíos, sus abuelos, el rojo del pelo de mi mamá se nota demasiado y la tía Valentina con unos colochos largos, me reí. Con su mamá dibujó a su mamá y a lo que parecía ser Ismael todo de n***o y enojado, sus abuelos felices sonriendo y a la tía Annie, que es su tía favorita porque le trae con papá en secreto. —Emiliano, crees que la próxima vez estés listo para conversar conmigo mientras dibujas—mi hijo asintió ella sonrió. —Papá, ya podemos ir a casa con Niza y Mily. —Niza está trabajando y Mily tal vez tenga cosas que hacer. —No ella dijo que iba a cancelar todo para estar con nosotros. —Bien —Sonreí y le cargué, mi celular sonó y me disculpé con la terapeuta. Olivia no me dejó terminar de saludarla cuando dijo que Niza y ella iban camino al hospital, se había desmayado y le estaba costando responder. —Voy… voy para allá. —anuncié y me despedí rápidamente de la psicóloga para ir hacia el auto, senté a Emiliano en su silla y la mujer me preguntó si ocupaba que llamara alguien. —No, gracias, puedo conducir. —Señor Pieth, pare un momento e intente tranquilizarse. Le explico que mi novia está en el hospital, que recientemente nos enteramos del embarazo y se ha desmayado. Ella da un par de asentimientos y me pide mejor llamar un taxi, eso hacemos y le doy las gracias antes de irme con Emiliano al hospital. Cuando llegamos llamo de nuevo a Olivia, pero, esta vez no responde. Pregunto en recepción y me indican que Niza no ha sido ingresada en el sistema. Me siento desesperado mientras continúa llamado de forma insistente a Niza y su hermana. Llamo a mi papá que es la única persona a la que le dan información de pacientes sin realizar una pregunta y decidió no contestar. Así que voy a recepción nuevamente y le pido a la secretaria que revise. —Niza Sims. —No hay nadie registrado en el sistema con ese nombre señor. —Señor Pieth, accionista de esta empresa. Ahora revise: S I M S, N I Z A —Señor Pieth, me dará mucha pena tener que llamar a seguridad. Por favor, espere que la registren, tal vez le llevaron a casa u otro hospital. —Llame a seguridad usted no quiere echarse un pulso contra mí. Sigo discutiendo durante unos minutos con la recepcionista, hasta que mi celular finalmente suena y veo en un lado a Emiliano sentado mirándome asustado. Me acerco al niño mientras tomo la llamada. —Emilio, soy Sebastian, estamos en el cuarto piso, están suturándole la frente y el escan salió bien. —Voy a subir. —Usted y yo nos hablamos más tarde. Arturo aparece y carga a Emilio como un saco de papas. —¿Eres tú el que está amenazando a mi personal? —mi primo se disculpa con la recepcionista y ella le sonríe. —No estoy amenazándola, estoy exigiendo que la despidas por incompetente. —Emilio ven, cállate un rato. —No. —Papá, todo el mundo nos está viendo—Replicó mi hijo y rodé los ojos.- —En la próxima junta voy a traer el caso a la mesa. —Sí, sí—respondió el jefe del hospital y rodé mis ojos. Tocó los botones del elevador. Mientras subíamos me explicó que mi papá recibió a Niza, le vio la frente golpeada y le dijo que fueran de una vez prueba por imágenes porque le costaba mantenerse despierta y tenía un golpe en la frente muy grande. En cuanto bajamos del elevador veo a Mily la cual está conversando con Sergio, Emiliano no pregunta, simplemente corre hacia ella. Mi primo me da un par de golpes en el hombro y me felicita. —¿Por qué? —El bebé. —Ahh, sí, no me lo creo. —Mily lo sabe. —No—interrumpe Olivia y nos pregunta si podemos hablar en privado. Mi primo nos lleva a la sala de descanso del personal y cierra con llave mientras prepara un café. Nos ofrece y los dos negamos. Olivia comenta que durante su almuerzo su hermana había llorado dos veces y si bien el subidón hormonal podría ser el que se lo ocasionara el llanto, en su tono de voz y movimientos veía a su hermana demasiado deprimida. —¿Qué sugieres? —El mundo de la moda está lleno de vicios y no sugiero que esté usando porque todos lo sabríamos para ahora, lo que si creo, con todo respeto Emilio, es que si su relación es seria necesitas demostrarlo, Niza no puede y no merece el vaivén de tus indecisiones y mentiras, mi hermana tiene sentimientos y en este momento un hijo en camino… —Te voy a pedir el favor de no opinar sobre mi relación. —Quiero que te enteres de que no me importas en absoluto, mi hermana es mía, Milena es mía y las voy a defender hasta la muerte, dado que tu respuesta no ha sido positiva, no estamos en el mismo bando y por consiguiente voy por ti. La mujer se puso en pie y Arturo me hizo una seña para que tomara asiento. Me ofreció un vaso con agua y me preguntó qué estaba pasando conmigo y con Niza. —No pasa nada, solo es complicado, el bebé que no esperábamos y las cosas en Nueva York no estaban del todo bien, ha sido muy difícil. —Emilio, conozco a Olivia, sé cuan sobre protectora que es con Milena y lo mucho que le importa su hermana, aunque no lo vaya a decir así. Tienes que organizar tu acto porque lo que le hagas a Niza nos afecta a Olivia, Sebastian y a mí, por Milena y porque en el caso de Olivia y el mío Niza es importante para nosotros, así que te lo estoy diciendo yo, tu primo, el que te conoce de toda la vida, si estás con Niza por el embarazo o por razones egoístas hazme el favor de darle la opción de salir de esta relación. Ella ha pasado por demasiado, ha salido a delante sola como para que tu insensatez le saque de tan buen lugar. Mi primo se gira, sirve el café en su vaso y me deja a solas con mis pensamientos. No me detengo a pensar demasiado porque tampoco quiero darle excusas a Niza de pensar que le he dejado sola, tomo mis cosas y voy a su habitación, la encuentro acostada en silencio viendo por la ventana, le pido un espacio en la cama y ella me lo da. Mi papá y mi hermano se disculpan y nos dicen que quieren realizar un estudio hormonal a Niza, más que nada por el embarazo. —¿Está todo bien? —preguntó mi novia y mi papá se acerca.
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