Aquí o allá

1332 Words
Veo a Niza a los ojos y en ellos encuentro cierta incertidumbre por lo que de inmediato sé que no es una pregunta al azar o que no lleve peso alguno. Con toda certeza puedo decir que es una de esas preguntas que determinan el rumbo de toda tu vida. Le tomo de la mano y decido ser honesto —Quiero ser soltero y sin compromisos como hace cinco años y entender que por más que me guste Maya y por más que anhele una familia no es la persona correcta porque está comprometida con otro. Quiero conocerte y que seas la madre de todos mis hijos, que prepares desayunos variados para que no se me aburra el paladar, al medio día me recuerdes ponerme los lentes de lectura para cuidar mi vista, y que en la tarde vengas con cualquier bebida a conversar sobre cualquier cosa que llamó tu atención. Quiero las noches llenas de productos de belleza, lavarnos los dientes, leerle a Emiliano y acostarnos en la cama, que me acaricies el pelo mientras hablo estupideces y me quedo dormido. Te quiero a ti, a él, a ella y a nuestro bebé. Nosotros cuatro somos una familia. Quiero el final feliz contigo—nos quedamos en silencio. — ¿Qué quieres tú? —Quiero... que me amen incondicionalmente y quiero ser parte de la vida de las personas que amo, no de forma forzada sino natural. —Yo te amo. —No incondicionalmente—los dos nos quedamos en silencio y anuncia que es posible abordar nuestro tren. Las próximas siete horas las pasaremos en la máquina, disfrutado de las mejores vistas de Mainvillage, pero siento una punzada en el pecho, una llamada culpabilidad que me abre los ojos, no puedo pedirle a Niza que libremente confíe y me ame si la primera de cambios estoy dejándola y tiene toda la razón de resentírmelo. Ella me pregunta si estoy listo y yo le sigo fuera de la cafetería. Los dos vamos en busca de nuestros asientos y nuestra cabina de viaje. A Niza aparece encantarle todo dentro de nuestro compartimento. Nos sirven una taza de té y ella pregunta si le incomoda que lea, en realidad no porque mi hermano me ha enviado información extensa sobre cómo fortalecer las relaciones afectivas y el vínculo emocional con personas que han sufrido abuso s****l en la infancia. Además, me ha enviado información para mejorar la relación con personas que sufren de problemas de abandono, este último artículo tiene una lista de cosas que pueden detonar una persona con problemas de abandono, pero este no parece el caso de Niza, nada parece ser las carencias de Niza porque ella no habla ni manifiesta a su pasado. —¿Cómo fue tu infancia?—ella baja el libro y me mira. —Diferente a la tuya. —Sí, pero, ¿veías a tu papá? —No tuve una figura paterna y estoy bien. Se queda en silencio y vuelve a su lectura. —Niza, ¿estás tratando el... abuso s****l? En terapia... —No. —Niza, podemos hablarlo un momento. —No tengo dificultades para tener sexo o llegar al orgasmo, me siento bien con mi culpa... no fue mi culpa—se corrige de inmediato. — y me siento bien con mi cuerpo ya pasó. —Cuando quieras hablarlo, puedo escuchar o buscar ayuda contigo. Logan es un excelente sexólogo. —Mi padrastro abusaba de mí y se corría encima de Olivia. Le dejaba fantasear que se la estaba follando a ella para que mi hermana no tuviese que vivir con un monstruo asqueroso encima, hice lo que tenía que hacer y mi hermana no los soportó le atacó, huimos y terminó. —Ella se cubre el rostro, algo que he aprendido, hace solo cuando está demasiado enojada. —Podemos dejar de hacer esto, buscar la forma de incomodar o lastimar al otro porque si lo que quieres es lo segundo lo has logrado. Ella intenta ponerse en pie y le tomo de la mano. —Quiero ponerme en tu lugar y ayudarte si necesitas ayuda. Sé que soy privilegiado, nunca he tomado un taxi en Mainvillage y he usado el bus como tres veces. El tren lo utilizo una vez al año y nunca tuve que preocuparme por la luz o la renta o el cuido de mis hermanos. Mis hermanos y yo hemos tenido todo y más y a veces es horrible para mí pensar en los horrores del mundo, pero no puedo empezar a imaginar lo que realmente se siente. El dinero no lo es todo, pero, puede pagar buena terapia, profesionales que escuchen y enseñen técnicas. —Lo que necesitas entender es que no puedes arreglar todo en mi vida. —Niza sé eso, no te pongas a la defensiva lo que quiere decir es... que tienes miedo con el embarazo a recaer, pero no estás atendiendo las cosas importantes. —Mi pasado es pasado y en todo caso no planeo compartirlo. No estabas ahí Emilio, no te va a doler, no lo vas a entender y no creo que deba compartirlo. Ella vuelve a cubrir su rostro y se aleja. Mi exsuegro me envía una foto de mi hijo el cual está riéndose me contagio con su sonrisa y recibo una llamada de Ellis. —Hola, hermanito —le saludo. —Hola, dónde estás. —Salí de la ciudad con Niza, voy en el tren y por partes no hay señal. —Disfrútalo —responde Ellis. —Vamos a comer entre hermanos. Estábamos casi todos en la ciudad. —¿Qué culpa tengo yo de que no me invitaran con tiempo y a Alonso sí?—Ellis ríe y termina la llamada poco después. Yo me pongo en pie y voy en busca de mi novia la cual está regresando con un par de botellas de agua. Vamos juntos a nuestro asiento y ella toma de nuevo su libro, abre la botella y bebe un par de sorbos. —Has visto cuando en una película un hombre intenta actuar de mujer y no le sale. Entonces, te preguntas: ¿Ni había mujeres reales para ese rol? Por más que lo intenten, con maquillaje, depilación y una actuación de muerte no son mujeres. Lo mismo cuando un heterosexual hipermacho interpreta a un homosexual. —¿A dónde quieres llegar Niza? —No vas a entenderlo, no puedes llegar a entenderlo—dice y estalla en llanto, ella se intenta consolar y sé que he oprimido todos los botones equivocados, me siento a su lado y le abrazo mientras intento consolarla, busco una manta y se la paso por los hombros ella no para de llorar y me duele haber tocado esa fibra que hace que todo se sienta al revés, más doloroso y tan reciente como cuando pasó, pero en medio del dolor Niza reconoce que al menos esta vez hay alguien y esa es una promesa que le puedo hace independientemente de si le he amado de la forma correcta o no hasta el momento. —Voy a cuidarte. Niza duerme casi todo lo que resta del camino. Cuando despierta tengo una taza de té caliente para ella y unos bocadillos que dejaron para nosotros, ella se acomoda contra mi pecho. Me acaricia el pecho y me giro para darle un beso. —¿Cuántos minutos faltan para llegar?—pregunta y da un sorbo al té. —Estamos a cinco minutos, dormiste bastante. —Me perdí todo el viaje, pesé en escribir la historia para Emiliano, terminar de leer sobre el segundo trimestre. —Quieres seguir viajando en tren. —Honestamente, me duelen las tetas y la cabeza, no sé si quiero estar en silencio con mis pensamientos o haciendo yoga en una pose de mierda. —¿Quieres quedarte aquí? —Conozco un lugar a dos horas de aquí. El tren se detuvo y mi novia me miró divertida. —¿Te bajas o te quedas?
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