III-5

1753 Words

—Él creía en la vida futura. El consejero se encogió ligeramente de hombros, y Razumov se levantó con esfuerzo. Ya no había nada más que decir en aquel despacho. Haldin había sido ejecutado a las cuatro de la tarde. De eso no cabía la menor duda. Al parecer, había entrado en su existencia futura con sus botas, su gorro de piel de astracán y hasta su cinturón de cuero. Una suerte de existencia fugaz y evanescente. No era su alma, sino tan sólo su fantasma, lo que Haldin había dejado en esta tierra. Esto pensó Razumov, sonriendo cáusticamente para sí mientras cruzaba la habitación, completamente ajeno a dónde se encontraba y también a la presencia del consejero Mikulin. El alto funcionario podría haber tocado todos los timbres del edificio sin moverse de la silla, pero dejó que Razumov lleg

Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD