Soy consiente de lo que quiere, pero yo no puedo dárselo. Quisiera complacerlo estando con él a su lado en esto que a ambos nos duele, pero no puedo. Para mí el dolor se siente a solas, así puedes gritar, destruirte, maldecir y querer morir sin que alguien te cuestione. Solo así, uno siente que por más basura que se crea o haga, no puedes arrastrar a alguien a esto. — Yo… lo siento — susurro marchándome finalmente. — ¡Sofía! — grita la señora Hernández. — Déjela. Para ella es mejor sufrir sola. — susurra David a mis espaldas. Eso no es mejor para mí, es lo mejor para todos. Salgo de la morgue y tomó el ascensor rumbo al piso más alto. La lentitud del aparato aumenta mí malestar mientras lloro en silencio. En el ascensor se suben varias personas en algunos pisos, pero afortunadamente n