Capítulo 7

1321 Words
El tiempo se encargó de unirlos. Alexi y Cedric aceptaron que estaban enamorados el uno del otro. Cuando el celo de Alexi llegó fue ayudado por Cedric y terminaron unidos por la marca. Pronto Alexi esperaría al primogénito, fruto del buen amor de ambos. —Buenos días— saludó Cedric una vez despertó. —Buenos días— Alexi respondió el saludo con una sonrisa. Ambos se levantaron de la cama y comenzaron su largo día. Después de alistarse fueron a tomar el desayuno y Cedric atendió los problemas del reino. Y al atardecer decidieron ir a dar un paseo en caballo, ese se había vuelto la actividad favorita de ambos. —El atardecer es bellísimo— dijo Alexi, con una sonrisa en los labios. —No tanto como lo es mi amado omega. Alexi se ruborizó al escuchar las palabras de su alfa. —Merece que lo plasme en un cuadro. —Quedará maravilloso, igual que el resto de tus pinturas. —Si— Alexi miró a Cedric y dio una sonrisa. Continuaron su recorrido, a través del enorme bosque que rodeaba al reino. Los guardias los escoltaban y cuidaban los alrededores, asechando cualquier amenaza existente. El día iba a terminar bien, como los demás días. Era seguro que la buena fortuna estaba del lado de los reyes de Owen. Aunque bajar la guardia no era del todo bueno. El enemigo había esperado el momento adecuado para atacar. Era una emboscada, planeaban deshacerse de Cedric y Alexi, ya que con los reyes muertos, les sería más fácil al enemigo apoderarse del reino. Los soldados hicieron frente a la emboscada, el rey Cedric bajo de su caballo y también confrontó al enemigo. Alexi se había quedado estático, mirando la escena. Un enemigo se acercó rápidamente a donde Alexi se encontraba, el caballo que Alexi montaba se asustó, así que se paró en dos patas, arrojando a Alexi al suelo. Al caer se golpeó en la cabeza y quedó casi inconsciente, solo alcanzó a mirar como su amado Cedric corrió hacia donde él se encontraba, apuñalando al enemigo que había tratado de hacerle daño. —Cariño— dijo Cedric una vez se posicionó donde Alexi estaba —Resiste, por favor— lo tomó en sus brazos y trepó al caballo con él. La sangre salía rápidamente, era una hemorragia que tenía que ser controlada lo antes posible, la vida de Alexi pendía de un hilo. Cedric cabalgó hasta el reino, en donde uno de los médicos reales se hizo cargo de las heridas. Por suerte el golpe no había afectado al primogénito que venía en camino, así que eso aliviaba un poco a Cedric. La hemorragia también fue detenida y solo era cuestión de esperar a que Alexi se recuperara y recuperara la conciencia. Los médicos dejaron descansar al omega y Cedric también le dio espacio. Salió de la habitación y se dirigió a donde se encontraban sus soldados —¿Quienes eran ellos?— pregunto enfadado. —Los enemigos del norte— respondió el líder del escuadrón —Fue una emboscada, al parecer planeaban apoderarse de Owen matando a los reyes. Cedric golpeó el muro, estaba furioso, esos enemigos habían sido los mismos que habían matado a su hermano mayor y también se habían atrevido a lastimar a su amado Alexi. Eso ameritaba la guerra, pero tenía que ser prudente y no dejarse llevar por las provocaciones, su ejército aún no se encontraba preparado para una guerra. —Movilicen a los soldados. Reporten cualquier movimiento extraño. —Si, señor— el soldado hizo una reverencia y luego se dio la vuelta para poder informar a su capitán sobre la decisión del rey. Cedric volvió a la habitación, debía cuidar a su amado, así que dejó a cargo a sus comandantes para que se encargaran de la seguridad del reino. Cedric tomó la mano de Alexi y lo miró —Por favor, despierta pronto— estanco algunas lágrimas en sus ojos, debía mantenerse fuerte, el reino aún necesitaba a su rey y no podría enfrentar cualquier amenaza si se debilitaba. (...) Alexi abrió los ojos, su entorno era oscuro y un sin fin de eventos pasaban por enfrente de sus ojos. Los recuerdos de su vida pasada llevaban de golpe a su cabeza. Aunque los buenos recuerdos estaban ahí, Alexi solo recordaba lo malo y lo cruel que había sido su vida. Quería desaparecer esos recuerdos, pero ahora formaban parte de su tormento. Al paso de cuatro días, el omega despertó. Con los recuerdos de su vida pasada mezclados con los recuerdos de esta vida. Miró en todas direcciones, la habitación no era la que se le había dado en el burdel. Su vista se paseó por todo el lugar y luego sintió su mano sostenida por otra, miró al hombre, imponente y tirano durmiendo en una silla junto a la cama. Se asustó, él era un alfa y le haría daño en cualquier momento. Se soltó de su agarre y salió de la cama, disparado a una esquina de la habitación, en la que permaneció congelado. Su cabeza estallaba de dolor, pero debía mantenerse cuerdo para poder resistirse al ataque del alfa. Su cuerpo estaba congelado y trataba de mantener su aroma oculto, no debía hacer ruido o sino el alfa se despertaría y lo cazaría como una presa fácil. Las lágrimas comenzaron a bajar, se lamentaba el hecho de estar en esa habitación, al lado de aquel alfa peligroso. Pero al final de cuentas eso era lo que tenía que hacer desde que había sido vendido al burdel. —Majestad— alguien llamó a la puerta, así que eso hizo despertar al alfa —El desayuno está listo, los sirvientes lo servirán pronto, su padre pide que se apresure. Cedric despertó y miró la cama vacía, así que comenzó a buscar a su amado por todas partes —¿Cariño?— se acercó a él cuando logró encontrarlo —¿Qué haces ahí? vuelve a la cama. Alexi se quedó paralizado, no podía moverse y tampoco podía defenderse, ese era su trabajo como omega. —No me hagas daño, por favor— pidió en susurros, mientras que las lágrimas bajaban rápidamente. Cedric jamás había visto a Alexi así de asustado, así que acudió a él para intentar calmarlo, pero el que él estuviera ahí solo empeoraba la situación. Alexi le temía y no entendía exactamente ¿por qué? —Mírame— Cedric tomó el mentón de Alexi y lo hizo mirarlo, pero Alexi solo evitaba mirarlo a los ojos, el chico sabía que si lo miraba era como si lo desafiara y recibiría un castigo por eso. Cedric se puso de pie y caminó hacia la puerta —llamen al medico, mi omega despertó— ordenó a un soldado y en seguida este se marchó. Cedric mantuvo su distancia de Alexi, eso tal vez lo haría sentir un poco protegido, le haría ver que Cedric no tenía la intención de lastimarlo. El médico entró a la habitación un par de minutos después. Por fortuna el médico era un omega y Alexi se sintió cómodo estando con él. El médico hizo su chequeo y dijo el diagnóstico. —Tiene una leve pérdida de memoria. No es nada grave, el golpe que recibió en la cabeza afectó sus recuerdos y ahora está confundido. Puede ser que recupere la memoria por completo en unos ocho o diez días, mientras eso sucede debe tener reposo— el médico miró a Cedric —El bebé también está sano, llevando los cuidados necesarios, el bebé nacerá sano y fuerte para principios de otoño. —Gracias por la información— despido al médico y luego volvió con su amado —El desayuno está listo, vallamos— dijo, pero Alexi solo mostró un rostro de pánico. Esta situación si que iba a ser complicada, pero Cedric tenía que tener paciencia para afrontar la situación al lado de su amado.
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