Noche de sangre

11

No dejaba de caminar de un lado al otro de la habitación, me sentía agobiada por la gala. El chico estaba tumbado en mi cama, mientras me miraba tranquilamente.

- Deberías relajarte, puedo sentir tus pulsaciones y como bombea tu sangre. Y soy un vampiro, eso me excita.

- Soy un lobo, cuando me estreso camino en círculos. Necesito mi mordedor o algo para relajarme.

- ¿En todas las galas benéficas te pasa esto?

No, no me pasaba. Lo que me puso así de alterada fue la amenaza que recibí, por un mensaje de H. Según su mensaje, debía montar una escenita en la gala o alguien sufrirá las consecuencias.

- No, solo estoy nerviosa, porque vendrán todos los del instituto Goya. - mentí.

Pero notaba que él sabía que estaba mintiendo. Era obvio que lo sabía, puede contar mis pulsaciones.

Tuvimos que bajar al jardín, cuando los invitados empezaron a llegar. Estaba súper nerviosa y alerta. Me dolían las orejas de todo el ruido que había. Por suerte el chico pálido estaba a mi lado e intentaba distraerme. La noche se me estaba haciendo eterna, quería que terminará ya, para poder estar tranquila.

Pero el chico tuvo que acompañar a mi padre para hablar con otro hombre. Me llevé un susto cuando agarraron mi brazo, me sorprendió ver a Jaebong, amigo de mi hermana y de Sam.

- Quiero hablar contigo.

- Pues yo contigo no. - evite mirarlo, mientras tomaba un sorbo de mi copa.

- Es sobre Sanghyun. Este no es el lugar, pero quiero hablar. Me atormenta lo sucedido con él y no haber hecho nada, no puedo sacármelo de la cabeza.

Sabía a lo que se refería, yo me sentí igual por meses. Tuve que irme a vivir una temporada fuera, para intentar pasar página. Pero aún está muy presente para mí.

- ¿Vas a querer hablar? - Pregunté con esperanza. Necesitaba cerrar por fin la grieta de mi corazón, para eso necesitaba que el responsable de todo, fuera encarcelado y pagará por lo que hizo. Aunque los demás se tengan que joder por todo lo que se revelará de ellos.

Aquí nadie es un santo, como aparentan ser.

- Necesito hacerlo, no puedo seguir viviendo con la voz de Sanghyun en mi cabeza. - el llamado de la señora Shon hizo que Jaebong girará su cabeza.

En ese momento no me di cuenta de lo corta que puede ser la vida. Vi ante mis ojos como el chico de mi lado caía al suelo desangrándose, el pánico no tardó en hacerse evidente en toda la gente. Yo estaba paralizada y mis oídos dolían muchísimo, problemas de tener un oído tan sensible y desarrollado.

Sentí como me abrazaban por la espalda y me alejaban del chico rubio y balazo en la cabeza. Caí al suelo sintiendo como el chico de tez pálida caía sobre mí, cubriéndome.

- No te muevas. - ordenó - cuenta mis respiraciones, céntrate céntrate mi.

El chico observaba a nuestro alrededor, en busca de un lugar para escondernos. El resto de personas huían, se tiraban al suelo o se escondían tras las mesas, sin saber desde dónde procedía el disparo.

Me centré en sus respiraciones, necesitaba salir del shock en el que estaba. El chico pasó una de sus manos por debajo de mis piernas y la otra la colocó tras mi cuello. En un abrir y cerrar de ojos, estaba en mi habitación. El chico me dejó sobre la cama con cuidado. Se alejó de mí, en dirección a la puerta.

- ¡No te vayas! - le grité presa del pánico por quedarme sola.

- No te preocupes, no me iré. Cerraré con seguro, por precaución.

Cerró la puerta con seguro y se acercó a mí ventana. Podía ver las luces del coche de policía y el barullo de las sirenas.

Todavía sentía mi cuerpo paralizado y pulso por las nubes. Me levanté de la cama, él chico apartó la vista de la ventana y se centró en mí.

- Deberías quedarte en la cama.

Lo ignoré, me acerqué aún sintiendo como me temblaban las piernas. Me puse a su lado en la ventana. Fue traumático para mí, ver cómo la policía y los enfermeros se lo llevaban en una camilla a Jaebong. Mi corazón se estremeció cuando la ambulancia se lo llevó. Mi padre - quien hablaba con la policía - levantó la vista hacia mí ventana, asintió con la cabeza, pero no fue a mi. El chico pelinegro fue el que devolvió el asentimiento.

El teléfono que guardaba el chico en su bolsillo empezó a sonar, era mi teléfono, él lo guardaba porque yo no podía con el vestido. Me atreví a meter la mano en su bolsillo y conteste de inmediato al ver la H en la pantalla.

- No se quien mierda eres, déjame en paz, por favor. - suplique desesperada. Ahora mismo no quiero más problemas, quiero estar tranquila y eso no parece ser una opción.

- Querida, el juego solo acaba de empezar. - no podía reconocer su voz, por el modulador que estaba usando. - me gusta que sigan mis órdenes y tú no las seguiste. ¿Quién será... el siguiente?

Colgó la llamada en cuanto terminó la pregunta. Tire el teléfono a la cama y empecé a caminar en círculos. Mi estrés era tanto, que me transformé médicamente. Tenemos dos tipos de transformación, la de lobo completo y la medio transformación. Que es cuando mis colmillos y uñas crecen y me cambian las orejas además de tener cola de lobo. La verdad es que agradable no es a la vista.

- Woh es la primera vez que veo a un hombre lobo con esta forma... ¿Puedo saber quién llamaba y porque te pusiste así?

- No se si puedo contártelo... ah dios me pica la espalda, dichosa transformación.

- Puedes confiar en mí, sé que es algo serio y debes contárselo a alguien.

Tenía razón, era algo serio y mantenerlo en secreto de todo el mundo, no me haría bien. tome asiento en la cama y di un golpecito a mi lado, para que tomara tomará.

- ¡Ey cuidado!

- Disculpa, no vi tu cola... Esto es extraño.

Me separé un poco de él, agarré su fría mano y le miré directamente a los ojos.

- Alguien me está amenazando, no se quien es, ni qué intenciones tiene. Al principio pensé que el tipo quería que yo hablara y dijera la verdad de lo sucedido con Sanghyun.

- No se quien es Sanghyun...

- Te haré un breve resumen corto, en otro momento te contaré más detalles. ¿Recuerdas la taquilla que tiene una foto y flores?

- Si, la recuerdo, está enfrente de la mía.

- Sanghyun era mi amigo, pero perdió la vida en un "trágico" accidente. Cosa que no fue así, no fue un accidente. La cuestión es que pensé que H el tipo de los mensajes quería que hablara y contará lo sucedido... pero Jaebong me dijo que quería hablar, quería contar lo sucedido... y pum lo matan delante de mí.

- No está muerto, bueno al menos tenía pulso cuando lo llevaban en la ambulancia. Era lento, pero podía sentirlo. Aunque siendo sincero, dudo que haya llegado vivo al hospital... amh no debí decir eso, lo siento... bueno en realidad no lo siento, ya que no tengo sentimientos.

- Lo entiendo... - Sinceramente no sabía qué decir y él tampoco. Llegaba a ser un poco incómodo

- Todo se arreglara, estoy seguro. Eres una buena persona, y no creo que tú hayas hecho daño a nadie.

- No soy buena, Luke... hice cosas malas y el karma me lo hace pagar. Primero mi madre y hermano y ahora esto... empiezo a creer que me lo merezco muchísimo.

El chico de tez pálida se levantó de la cama, pero no soltó mi mano. Con la otra levantó mi barbilla para que le mirara a los ojos.

- Si fuera el karma, ya habrías pagado por él. Creo que suficiente sufrimiento fue esa gran pérdida. Además, eres una buena persona, creas galas benéficas, donas dinero a los refugios y eres mi Sugar Mommy...

Lo último me sacó una pequeña sonrisa, pero se esfumó al escuchar cómo llamaban a la puerta.

- ¿Rubí, puedes abrirme la puerta? - preguntó mi padre, desde el otro lado.

El chico me miró esperando respuesta, asentí con la cabeza. Él lo tomó como un si, y fue a abrir la puerta. En cuanto mi padre entró, vino directamente a mi. Agarró mis mejillas preocupado.

- ¿Estás bien? No te paso nada ¿cierto? ¿Necesitas ir al médico?

Negué con la cabeza. - Estoy bien papá, solo me raspe el brazo con el suelo... Pero Jaebong...

- Está muerto, no pienses más en él. La policía se encarga de todo. Nos han puesto seguridad en casa, por si acaso la bala iba en realidad para ti.

Eso no me tranquilizó. Pero sabía que no era cierto, yo no corría peligro, al menos no ahora. El tipo iba a por otros y no se porque me contacta a mi.