39

1149 Words
Conseguí tranquilizarme pero no quería separarme de los brazos del chico. Podría pasarme todo un día así, sintiendo los lentos latidos de su corazón. Su pulso siempre era lento y eso me gustaba. Mi cabeza estaba apoyada en su pecho, mientras dibujaba círculos invisibles sobre este. Prácticamente estaba encima de él y sus brazos me rodeaban de una forma agradable. — No te vayas nunca, por favor – Susurre, con mis ojos cerrados. Note cómo su pecho se hinchó y a los segundos como se desinfló en un suspiro. – No me iré, lo prometo. Sentí como dejó un pequeño beso en mi cabeza. ¿Por qué era tan atento conmigo? Me costaba creer que de verdad le importaba. Las personas suelen decepcionarme constantemente y no me gustaría que pasara con él. Pasamos así un buen rato, no tenía control del tiempo y sinceramente tampoco quería saberlo. — ¿Quieres ir a comer o algo? – Preguntó el chico, mientras jugaba con mi pelo. — No tengo hambre… — No has comido nada, desde anoche y has vomitado ya dos veces. Debes comer algo, Rubí. Suspire con pesadez, mientras alzaba mi cabeza para mirarle. — Tú también tienes hambre, lo veo en tus ojos. ¿Quieres sangre? — No puedo ahora, Rubí. Estás demasiado débil y no sería bueno que me alimentará. Puede ser peligroso. — Está bien, comeré. Acepté comer, pero el día no estuvo nada bien. Luke se quedó conmigo durante todo el día y también se quedó a dormir. Vimos una película, mientras comíamos pizza, yo me quedé dormida antes de terminar de verla. Los tres siguientes días fueron monótonos. Me negaba a salir de casa y me daba exactamente igual tener exámenes importantes antes de Navidad. Me estaba jugando el primer trimestre, pero no me importaba. Antes recuerdo que me moría si sacaba menos de un sobresaliente y no era la primera de la clase. Adoraba pelear por ese puesto con Jonan. Pero ahora no tengo ganas de nada, solo quiero dormir, dormir y no volver a despertar en años. Ojalá pudiera hibernar. Lástima que los lobos no lo hagan. Somos una especie que adora el invierno y sobre todo la nieve. Añoraba la nieve e ir de vacaciones a la cabaña, dejamos de ir, cuando mi madre y hermano pequeño fallecieron. Todas las navidades las pasábamos allí, antes de la catástrofe. Y añoro eso. Hoy Luke se fue por la mañana, debía reunirse con Nam urgentemente según él. Tenía pensado no salir de casa, pero mi padre llegó a casa y me obligó a vestirme de forma refinada para ir a comisaría. ¿Por qué a la comisaría? Por el caso aún abierto de Georgina. Durante estos días, estuvieron interrogando a sus amigos más cercanos y a chicos de la fiesta. Tenía miedo y era mi primer interrogatorio después de lo sucedido con Sanghyun. Estaba concentrada mirando por la ventana del todoterreno de mi padre. La radio estaba encendida, sonaba la nueva de adele. — ¿Estás bien Rubí? ¿Quieres hablar de lo ocurrido? – intento sonar cauteloso con sus preguntas. — No sabría que decirte papá, no era cercana a Georgina. Pero una muerte siempre afecta. — No entiendo porque te hacen ir a testificar, si no necesitas nada que ver con esa chica. — Íbamos a la misma clase, papá y estuve en su fiesta. – Confesé. De nada serviría ocultarse lo. — ¿Fuiste con Luke a esa fiesta? Me gusta ese chico, es un chico agradable y se le nota que es responsable. – Me sorprendía la firma en la que hablaba de Luke, a él no suele agradarle nadie, que no sea Jonan. — Fui con Jonan — ¿Con Jonan? ¿Ya vuelven a hablarse? Mi padre era consciente de nuestra lejanía desde que Jonan se fue a Busan. No sabe qué pasó realmente, piensa que nos peleamos por su salida de la ciudad. — Más o menos. A ratos nos llevamos bien y otros no lo soporto. — Rubí, sabes que no me gusta meterte presión, pero este año te graduas y el año que viene empezarás a prepararte como alfa… eso quiere decir que debes asentar la cabeza y encontrar un compañero de manada. — Papá, a Wonho le gustan los hombres. — No me refería a Wonho, se que él tiene un gusto especial, ese chico no sabe disimular. Me sorprende que sus padres no lo sepan aún, se nota que no le prestan atención… Me refiero a Jonan. — No puedo tener nada con Jonan, papá. Siempre fuimos amigos, no puedo verle como pareja. – Tuve que mentir un poco, no iba a decirle que Jeon Jonan me abandonó estando embarazada. Ambos nos llevaríamos un buen regaño. Yo por abortar y no tenerlo y él por no hacerse cargo. Para los lobos la familia y los hijos son importantes. Una manada no es nada, sin hijos. Por eso casi siempre son familias numerosas. Contra más miembros, más fuerza. Dejamos la conversación en el aire, ya que llegamos a comisaría. Vi que Zack también estaba aquí. Aprovechamos que nuestros padres se pusieron a conversar, para alejarnos un poco y poder hablar. — No estés nerviosa, hable con Luke antes y me ayudó a prepararme. Solo digamos hasta donde sabemos, osea que tú y yo estuvimos juntos, que es la verdad… también me explico Luke que si nos preguntan algo comprometedor pidamos un abogado. En tu caso creo que tu padre entrará contigo. — Tengo miedo, Zack. – Confesé, mientras me tomaba la libertad de abrazarlo. Él correspondió igual de asustado que yo. — Toma, prueba a masticar regaliz de perro. Calma bastante. – no me negué, esto estaba bueno. Mi padre solía comprarlo cuando éramos más pequeños y andábamos mucho tiempo transformados en lobo. Era una forma de cuidar nuestros dientes al no poder lavarlos como humanos. Lo bueno es que los hay de sabores, el que me dio Zack, era de fresa. — ¿Rubí Wolf Dalaney? – Preguntó uno de los policías, mientras se acercaba por el pasillo. Me separé de Zack y seguí policía junto a mi padre. El trayecto hasta el despacho del comisario fue horrible, el pasillo me parecía interminable y mi pulso no dejaba de acelerarse. Eso sumado al horrible mareo que aún siento por la dichosa pastilla. Ambos entramos en el despacho, donde un hombre de unos cuarenta años y trajeado nos esperaba. Señaló las dos sillas y tomamos asiento en ellas. — Me alegro de verte, Mark Adams. – Comentó mi padre, mientras ambos hombres se daban un apretón de manos. — Lo mismo digo, alfa. Mark Adams era parte de mi manada, lo recuerdo bastante bien. Pero también recuerdo que estaban en China, él y su familia se mudaron a China por un caso urgente que le salió al hombre. Supongo que volvieron a Seúl.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD