Noche de sangre

33

Me desperté con un horrible dolor de cabeza, no sabía dónde estaba. Me froté los ojos, intentando adaptarme a la luz. Sabía dónde estaba, por el olor. La habitación de Jeon Jonan ¿Cómo llegué aquí? No lo sé.

Lo último que recuerdo es recibir un nuevo mensaje de H y hablar con Zack. Los dos estuvimos tomando alcohol, mientras mirábamos el panorama.

No recuerdo qué decía el mensaje, pero se que hable de ello con Zack. Gruñí mientras me estiraba y quitaba las mantas de encima de mí cuerpo. Justo entraba Jonan, recién duchado y con una toalla a la cintura.

Puse los ojos en blanco, cuando me lanzó un beso. Me crucé de brazos, sin saber la razón por la que estaba desnuda en su cama. ¿En qué momento y en qué circunstancias terminé aquí? ¿Por qué no recuerdo nada? El alcohol no te hace olvidar, a no ser que llegues a desmayarte. El alcohol te hace hacer estupideces, no te crea amnesia. Y yo no recuerdo una mierda de anoche.

— ¿Qué hago aquí? ¿Qué pasó en la fiesta? – Pregunté sin tapujos, necesitaba saber qué hice exactamente.

El chico me dio la espalda, podía apreciar los tatuajes de su brazo y espalda. Recuerdo cuando se los hizo, estaba presente y de hecho tenemos uno juntos. Ambos tenemos una huella de lobo tatuada en la espalda y la frase "La luna, el sol y la verdad" tatuada en latin, en nuestros costados. Un lema, muy de lobos.

— Tú me pediste venir aquí, estabas muy rara. Me sorprendió tu actitud y que quisieras acostarte conmigo después de lo sucedido entre nosotros.

— ¿Qué? Tu y yo no, no hemos hecho nada, ¿cierto? – suplicaba mentalmente para que dijera que no, no podía ser verdad.

— Creo que el hecho de que estés desnuda en mi cama y como está la habitación, dejándome clara la respuesta… Si, lo hicimos. Pero porque tú quisiste hacerlo.

Agarré furiosa una camiseta suya y me la puse. Para después levantarme bruscamente de la cala y encararlo.

— ¿¡Cómo qué por qué yo quise!? ¿¡Cómo mierda voy a querer esto!? Me jodiste mucho, Jonan… ¿Cómo mierda voy a querer hacer lo mismo? Está clar– Me cortó inmediatamente mostrando un video de su teléfono.

El video lo había grabado Jim, por la risa que escucho. Yo estaba de rodillas suplicando como estúpida y pidiéndole a Jonan que me follara, mientras él intentaba sacarme de ahí. ¿Por qué haría yo algo así? algo tan denigrante y por lo que me llevaría burlas por el resto del año.

— No parabas de pedirlo y de tirarte encima de mí. Intenté controlarme y no caer, pero eres Rubí y yo soy un chico que no puede resistirse a ti… Además también había tomado alcohol y me dejé llevar.

Me llevé las manos a la cabeza, la situación me sobrepasaba. ¿Cómo había conseguido acostarme con é, si desde lo que pasó entre nosotros le tengo pánico a él sexo?

— Yo realmente lo siento, pero tú lo querías.

Razón no le faltaba, por lo que vi en ese video estaba desesperada por hacerlo con él. ¿Qué me hizo ponerme así? Y lo peor, delante de todos, otra vez quedé en ridículo y el video de nuevo está en Tik Tok. Maldito Park Jim y su mierda de video, es un hijo de puta; con perdón a su madre.

— Déjame ropa, iré ahora mismo a patearle la puta cara a Park Jim.

— Relájate, Jim no está hoy. Sabes que los domingos los pasa en casa de su padre y nadie entra allí.

Los padres de Jim están divorciados, mi padre tiene relación con el señor Park. Y la madre de Jim trabaja como dentista.

— Llévame a un sitio… bueno, no. Iré en uber, solo déjame ropa.

A él todo le pilló por sorpresa, estoy segura de que no pensaba que me iría después de lo que pasó entre nosotros. El chico me dejó ropa, me dijo que me diera una ducha, pero no quería estar más tiempo con él.

Me puse una de sus sudaderas y tenía intención de salir ya de su habitación, mientras él me miraba de brazos cruzados, sentado en su escritorio. Ya estaba vestido y su expresión facial me dejaba caer claro que no estaba de acuerdo con que me fuera.

Estaba por salir, pero recordé algo que debía dejar en claro. Giré sobre mis talones y lo miré atentamente.

— Dime por favor que usaste protección. – Al ver cómo apretó sus labios nervioso, me dejó en claro que no. – No puedo creerlo, Jonan. ¿en serio, de nuevo? Eres un completo idiota.

Salir de su habitación dando un portazo. No podía echarle la culpa a él, yo fui el principal detonante. Pero joder, el sabía lo que pasamos la última vez y mete de nuevo la pata de esta forma.

Me tocó saludar a las dos madres de Jonan, pero salí rápidamente de su casa. Agarré mi teléfono y entré a mis mensajes. Tenía cientos de mensajes privados y comentarios en Tik Tok, estaba saturada. No me atreví a entrar en el chat de H, no podía hacerlo sola.

Entre en el chat que tenía con Luke, necesitaba verle y hablar con él. Le envié un mensaje, para ver si estaba preocupado. Pero no me respondió, solo me dejó en visto. Suspire con frustración mientras me sentaba en un banco del parque cerca de la casa de Jonan. ¿Estará enfadado conmigo? Yo lo estaría.

Al no tener a Luke, mi segunda opción era Zack. El debe saber que pasó anoche. Estaba por llamarle por teléfono, pero en mi pantalla salió otra llamada. Conteste rápidamente, al ver el nombre de la pantalla.

— Luke…

— ¿Qué necesitas, Rubí? Estaba ocupado. – Su voz sonaba cansada. Creo que no está teniendo un buen día, pero más mierda que el mío no se si pueda ser.

— ¿Puedo ir a tu casa? – Pregunté de forma apresurada. Esperé ansiosa su respuesta, él parecía estar pensando qué decirme. Eso me dejó en claro, que estaba ocupado y que yo solo era una molestia. – Déjalo, yo lo siento… no debí haberte molestado.

Estaba por colgar la llamada y dejarle tranquilo.

— ¡Rubí espera! Joder me pillaste meando, si, si puedes venir. Obvio puedes venir a mi casa.

Sonreí internamente ante su excusa, aunque no la creía del todo. Quedamos en que llegaría a su casa en unos diez minutos. Pedí un uber y apenas tarde en llegar a su barrio. El uber me dejó en la pequeña plaza donde siempre están los niños jugando.

Caminé ignorando a estos y entré rápidamente en el edificio de los Min. Subí en el ascensor junto a la señora Do, quien me saludó de forma amable. Ya en la última planta, ambas salimos del ascensor. Llamé a la puerta del apartamento y el chico de tez pálida me abrió la puerta con el pecho al descubierto y el cepillo de dientes en la boca.

No pude contenerme y me lance a sus brazos en busca de un calor que él no podría darme, debido a su temperatura corporal. Pero necesitaba un abrazo.

— Menuda bienvenida, yo también me alegro de verte, Rubí. – Su tono era divertido, a pesar de deducir que pasaba algo más serio. – Jae, ve a casa de la señora Do.

— Pero yo no… Está bien, ya me voy. – Bufo mientras agarraba su chaqueta y sus llaves. Agitó su mano en forma de saludo hacia mi y salió por la puerta.

— ¿Ahora me dirás por qué estas así? También vi el video que publicó Jim, no se si quieres hablar de eso. – Su actitud cambió a una más seria. Me apartó con cuidado y tiró de mi brazo hacia su habitación.

Debo decir que él también estaba raro. A pesar de ser un vampiro y de no necesitar dormir, se veía muy cansado. Tomé asiento en su cama y él imitó mi acción.

— En una sola noche pasaron muchas cosas… Fui a la fiesta de Georgina Sanders, debía asistir a ella. Fui con Jonan, porque coincidió que estaba en mi casa y pues fuimos juntos.

— Hasta ahí, normal. Lo que no entiendo es que hacías suplicándole a Jonan de rodillas… es un video que me dejó rayado, porque no pareces estar en tus cinco sentidos.

— Sinceramente no me acuerdo de una mierda. Lo último que tengo en mente, es ir hablar con Zack, porque me había llegado un mensaje de H. Después todo está nublado… y horas más tarde desperté en la cama de Jonan. No entiendo nada.

Mi mente no llegaba a procesar todo lo que pasó y cada vez que intentaba recordarlo un intenso dolor de cabeza me dejaba atontada.

— ¿Qué te dijo H?

— No me atreví a entrar en su chat, me daba miedo hacerlo sola.

— Lo miraremos juntos y resolveremos qué pasó. Antes de seguir, debes saber que Georgina apareció muerta hace unas dos horas en el Goya. Al parecer se suicidó, o eso dicen.