Desperté escuchando al idiota de Izan aullar, los días después de luna llena, nos comportamos un poco como animales. Aunque mi hermano es así constantemente.
Me estiré en mi cama de perro y me levanté, tenía el uniforme metido en el armario de pared, con cerradura anti perros. Ridículo, pero prácticamente somos perros. Me vestí rápidamente y subí a la planta principal, mientras el idiota de Izan seguía atado y desnudo. Creo que el cachorro de la familia se portó mal anoche y papá tuvo que castigarlo.
Me senté en el comedor, junto a Ari, quien ya estaba preparada para salir. Se miraba al espejo, mientras retocaba su maquillaje.
- Uh que mala cara tienes chica, maquíllate antes de ir a clase.
- Ahora subo, primero quiero comer, tengo hambre. - ignore todo lo demás que dijo, y aún más cuando llegó mi hermano, estaba feliz con mis tostadas y mi café.
Después de desayunar, subí a mi habitación y me maquillé, después me eche un poco de perfume y agarré mi mochila. Antes de salir de casa, nos tuvimos que reunir en la entrada y esperar a mi padre.
Me puse firme al verlo bajar las escaleras, mis hermanos imitaron mi acción colocándose a mis lados. Nuestro padre adora tener nuestro respeto por encima de todo. Y es preferible no verle enfadado.
- Hoy estaré todo el día fuera, si tienen algún problema Tina se encargará de atenderlos. Ari, tienes que reunirte con el señor Park, para concretar la reunión entre familias. Nos conviene mantener la paz con los vampiros.
- Sin problema, papá. De todas maneras, Rubí debería acercarse al hijo mayor de los Park, ya que comparten clase. - me sonrió con arrogancia.
- No mantengo ninguna clase de relación con Park Jimmy, apenas he hablado con él una o dos veces en clase. - fui sincera, Park Jimmy no es el tipo de chico que se junta conmigo, mas bien yo no soy la típica chica que se junta con el y menos después de lo que paso.
Es un egocéntrico, que se piensa que es mejor por ser príncipe de la colonia de los vampiros. Ridículo, mi familia tiene el triple de poder y no voy a alardeando de ello.
- Debemos tener alguna alianza con los vampiros, y Park es el único en el instituto. - comentó Ari, mientras agarraba mis hombros.
- De hecho no, uno de los becados es vampiro. Simplemente tengan cuidado y tenerlos como amigos, no como enemigos. - dicho eso, salió de casa antes que nosotros.
Ari e Izan se pasaron el camino haciendo bromas y comentarios sobre los becados qué aún no conocían, ¡ah son tan estresantes! Bajé del coche en cuanto aparco.
Vi a Somi y Lena en la entrada, caminé hasta ella sintiendo varias miradas encima de mí. No es un secreto que mi padre es uno de los que mantienen a flote el International School Goya, es quien paga el mantenimiento y prácticamente el dueño. Además de haber dado becas a diez estudiantes de los cuatro años.
- Rubí llegando tarde, lo normal. - dijo, mientras se encendía un cigarro.
- No entiendo como puedes fumar, con eso matas a cualquiera que esté a tu lado. - y esa fue Somi, quien está totalmente en contra del tabaco.
- Relájate, me estoy matando a mi misma lentamente, el karma terminará conmigo. - Lena es la persona más negativa, pasiva e inerte que he conocido nunca. La vida literalmente se la suda.
Y Somi es todo lo contrario, vive para cuidar el planeta, odia ser inferior a los demás, es competitiva, y le gusta ser justa. Son polos opuestos, pero ambas unidas por mi.
Somi es un lobo, pero no es de la misma r**a que yo. Toda mi familia es extranjera ya que venimos del norte de Europa, así que, evidentemente tenemos razas diferentes, pero muy compatibles. Por otro lado, Lena es una zorra, con los dos sentidos de la palabra. Ella misma se denomina así. Es de los pocos zorros de tono y r**a negra, eso la hace completamente especial y exotica. La mayoría de zorros son pelirrojos, también tenemos casos de albinos, pero es más difícil de ver aquí en Seúl.
- Voy a ir entrando, necesito dejar cosas en mi taquilla. - Dije, mientras me encaminada a subir las escaleras de la entrada.
Ninguna de las dos chicas se opuso. Entré en el edificio y caminé por el largo pasillo hasta llegar a mi taquilla. Vi a cuatro de los nuevos becados, estaban hablando con la directora Kim.
Esta se alejó con ambos chicos y los perdí de vista cuando cruzaron la esquina. Seguramente les están enseñando las instalaciones, lo raro es que solo estuvieran cuatro de los nuevos, si son diez. Los becados se diferencian por su uniforme, ellos llevan las americanas grises y los jerséis también grises. El resto lo llevamos azul oscuro o n***o.
Sinceramente no se porque, pero así lleva siendo toda la vida. Aunque el año pasado no hubo becados, después de lo que ocurrió el año anterior con uno de ellos. Fue cruel y nos atormentó a todos, o al menos a mi me sigue atormentando lo sucedido.
Pegué un brinco del susto, cuando cerré mi taquilla y había un chico. Me inspeccionó completamente y chasqueó su lengua.
- Me asustaste idiota, ¿¡Quien narices eres!?
Su expresión facial era neutral, no veía signos de vida en él. Me empezó a inquietar su presencia. Hasta parpadea como si fuera a cámara lenta.
- ¡Rubí! - escuché tras mi espalda, me giré para ver de quien se trataba.
Al ver a Jimmy venir hacia mí, rodé los ojos y volví mi vista al chico misterioso. Pero este ya no estaba.
- ¡Ya, Rubí! No me ignores. - se quejó posicionándose donde estaba el chico misterioso antes. - tengo que hablar contigo.
- No, gracias. Ya sabes que no podemos hablar, hicimos un pacto y no podemos hablar ninguno de nosotros.
- No es justo, Somi, Lena y tú, siguen hablando. Y yo y los chicos seguimos hablando. Ya es agua pasada y es momento de superar ya, lo que le pasó a Sanghyun - le tape inmediatamente la boca al oír su nombre.
- No digas su nombre, ten un poco de respeto hacia su alma. Ya bastante daño le hicisteis en vida. - me encamine a mi clase, con Jimmy siguiéndome los talones.
- Hicimos, tú también estabas y tú también eres parte de lo que pasó. - corrigió, mientras se ponía delante de mí, para frenar mi paso.
Su estúpida sonrisa arrogante me hacía querer darle una patada.
- Princesa Wolf, debemos llevarnos bien, por el bien de tu manada. Si pones de tu parte, yo no le contaré a tu padre que tenías una relación de más que amistad, con el becado Sanghyun. - sonrió triunfante mientras me robaba un beso en la mejilla. - Nos vemos, Rubí.
¡Idiota, idiota! Quiero arrancarle esos bracitos de vampiro y roerlos como si de un hueso de cerdo fuera. Mi lado animal está muy visible hoy. Ni los colmillos puedo esconder, de lo enfadada que estaba.
- Relájate, Rubí, solo es clase de economía a primera hora.
- Vete a la mierda Wonho.
El chico me sonrió de lado, para entrar en clase. Entré tras él y tomé asiento junto a Jeon Jonan, mi compañero de mesa y peor enemigo. Ese chico adora ser el primero en todo, es igual de competitivo que su hermana. Sólo que Somi es competitiva en otras cosas, no en clase.
- Tenemos examen de inicio de curso, espero que te vaya como la mierda, porque quedaré primero, Rubí. - alardeo, mientras se acomodaba la corbata del uniforme.
Solo Zack y él, llevan siempre su corbata, los demás se la saltan.
- No seas estúpido, estamos hablando de economía. Tu familia no es que sea la mejor en eso, por algo tu padre está en la cárcel, ¿no? - si piensan que fui dura, él se burla constantemente del fallecimiento de mi madre.
- Te odio tanto, Rubí.
- Es mutuo, querido. - lo ignoré y me centré en ver quiénes eran los becados qué entraban.
Me quedé mirando fijamente al chico misterioso de antes. Lo seguí con la mirada, hasta que me miró y la aparté, con vergüenza. Me vio mirarlo.
Maldije cuanto el chico tomó asiento detrás de mí,en la última mesa, donde estaba Jimmy haciéndose sus ridículas selcas de siempre.
- ¿Rubí, me dejas un bolígrafo? - preguntó el susodicho a mis espaldas.
- No.
- Ya no seas estúpida, dame un bolígrafo. - ordenó, intentando sonar autoritario.
- Eres un niño de mamá, ¿es normal que los ricos no traigan sus materiales? ¿En qué os gastáis el dinero entonces? - preguntó el chico misterioso, consiguiendo llamar nuestra atención.
Me giré para mirarlo, sonreía con arrogancia, aun siendo un becado. Me intrigaba este chico y su aura misteriosa.