¿Era el momento de contarle todo? Una parte de mi moría por contarlo y quitarse un peso de encima. Pero la otra sabía que contar algo así podia detonar en algo seguramente peor.
¿Estaba lista para contarle lo horrible que fui? Tenía miedo de que dejara de ser mi amigo y me viera como un monstruo. Pero entendía que llegara a pensar eso, porque yo misma me sentía un ser horrible.
Mis manos jugaban entre sí, debido a mis nervios. Él lo notaba, pero aún así, quería respuestas. Lo entiendo.
— Sanghyun entró como estudiante becado hace dos, casi tres años ya, al Goya. Desde el primer momento que entró en clase, los demás fueron reacios, no le admitían. Ese año apenas hubo tres becados. Dos chicas más mayores y él. – de solo pensar en el chico de rizos y pecas, se me hacía un nudo en la garganta. Ojalá pudiera recordarlo sonriendo y no tirado en el suelo ensangrentado.
El pelinegro al ver que no hablaba y al notar mis ojos cerrados con fuerza, agarró una de mis manos, con la que él tenía libre y las entrelazo.
— Sanghyun y yo nos hicimos amigos en el rincón cerca del lago del Goya, donde tu y yo pasamos muchas veces las horas libres… El me pilló llorando; fue por una discusión con Ari. – aclare, solté un suspiró de añoranza al recordar ese día. – Me ayudó a sentirme mejor, estuvo conmigo y empezamos a conocernos. Teníamos muchas cosas en común y a la vez éramos muy diferentes… Eso nos hacía más cercanos. Poco a poco empezamos una relación de amistad, no me importaba que los demás me vieran con el. Seguía siendo Rubí Wolf delante de los chicos del Goya, pero cuando estaba con Sanghyun, solo era Rubí, la chica que bromea con su amigo en la biblioteca, mientras leen cientos de libros o juegan al ajedrez.
— Sanghyun parecía un buen chico – comentó el pelinegro, mientras observaba como me incorporaba y pegaba mi espalda a la pared. Aún mantenía su mano entrelazada con la mía.
Me centré en mirarlas, mientras volvía a recuperar el aliento. — Al resto les molestaba verme con él, incluso a Somi y a Lena; quienes en ese entonces eran diferentes a ahora y mucho más inmaduras. Lo sucedido nos cambió a todos… Sanghyun aguantaba diariamente burlas, tanto por ser un elfo, como por ser un becado y persona de pocos recursos. Algo realmente ridículo e injusto. Llegamos a mitad del curso, todo parecía ir bien, hasta que me di cuenta que Sanghyun empezaba a comportarse un poco diferente… muchas veces estaba despistado, revisando a su alrededor o a su espalda constantemente. Algunas veces faltaba a clase y luego de la nada, los que lo insultaban, empezaron a integrarlo en su grupo.
— ¿Quienes están en ese grupo? – Levantó mi barbilla, para que lo mirara a los ojos.
— Park Jim, Izan y Ari Wolf, Jung Jaebong, Kim Zack, Jeon Jonan y Jeon Somi, también estaban Wonho, Lena Smith, Choi Yug, Nadia Falen, y Sam Cooper. Todos ellos estuvieron presentes en la muerte de Sanghyun. Y yo también, todos somos culpables. Escondimos lo sucedido y protegimos a un asesino entre nosotros…
— ¿Quién lo mató y por qué?
— Tengo nubloso ese día, mientras paso lo de Sanghyun en la fiesta de inicio de primavera, estaba en una de las habitaciones de la casa de campo de Kim Jake, con Jonan… Creo que te haces una idea de lo que estábamos haciendo. – él asintió, retome de nuevo el aliento. – Salimos a toda prisa de la habitación al escuchar el fuerte estruendo y los gritos de pánico de Somi y Jim… Cuando salimos, vi la barandilla de las escaleras rota, la madera tenía restos de sangre. Cuando nos acercamos a ver que miraban todos, Sanghyun estaba tirado en el suelo, lleno de sangre y con un fuerte golpe en la cabeza. Murió agonizando.
— ¿Estabais solos en esa casa? – asentí, mientras las lágrimas me nublaba la vista y mis mejillas empezaban a mojarse.
— Era una fiesta que prepararon Jim y Nadia. Le pidieron prestada a Jake la casa por el fin de semana, me pareció raro que invitasen a Sanghyun, pero entendí que tal vez estaban empezando a aceptarle.
— ¿Cómo es que la policía no detuvo a nadie?
— Todos estábamos muy bebidos y aceptamos la propuesta de Sam, debido al miedo que teníamos y a que no sabíamos qué hacer en una situación así… Sam y Nadia nos prepararon por si era necesario que los policías nos interrogaran… Tenía tanto miedo, que dejé que ellos me utilizaran a su antojo. El accidente quedó como eso, un ‐Accidente‐ terrible en una fiesta de adolescentes.
— Pero me dijiste que Sanghyun sabía que estabas embarazada, en ese entonces ya lo estabas ¿y Jonan no lo sabía?
— El día anterior a la fiesta, se lo conté a Jonan, él no me respondió, simplemente se fue sin decir nada. El día siguiente coincidimos en la fiesta, él se emborrachó bastante, discutimos en la habitación de Jake, pero la discusión llevó a otros temas y terminamos en la misma cama… dos semanas después mi madre y hermano fallecieron en otro accidente. La siguiente semana del accidente, me decidí y aborté. Jonan ya se había largado y estaba totalmente sola.
Sentí como los brazos del chico me rodeaban y me acercaban a él, cortando toda distancia entre nosotros. Entre sus brazos me rompí a llorar, lo necesitaba, necesitaba contarlo y quitarse ese enorme peso de encima.
— Averiguaremos qué pasó esa noche y lucharemos por hacer justicia por Sanghyun, Rubí.
— Pero tengo miedo Luke, me da miedo que puedan revelar de mi, por hablar y contar lo que sé… Soy una persona horrible. – Acariciaba mi espalda intentando tranquilizarme.
— No lo eres, Rubí. Ayudaste a Sanghyun, estuviste con él y estoy seguro de que le hiciste feliz. Quédate con eso, no con lo malo pasado.
Perdí la noción del tiempo, estando entre sus brazos. Era ridículo, pero no podía dejar de llorar. Debía ser una gran molestia para él. No sé en qué momento me dormí, ni tampoco si realmente dormí o solo cerraba los ojos a ratos.