Después de que Kenzo me provocó un poco más, mucho para mi molestia, me ayudó a ponerme mis bragas y me llevó a casa. Kenzo incluso me acompañó hasta la puerta de mi apartamento. Traté de pedirle que entrara, esperando poder convencerlo de dejarme acabar. No funcionó. Kenzo sacudió la cabeza, divertido por mi intento de salirme con la mía. Luego me besó en la frente y me empujó hacia mi apartamento. Incluso cerró la puerta antes de irse. Traté de apartar todos los pensamientos sobre lo que Kenzo iba a hacer durante el resto de la noche de mi cabeza. No necesitaba pensar en más cosas negativas. Kenzo tenía razón, tendré que ver qué hace por mí. Este fin de semana. Estoy un poco asustada por lo que exactamente estoy metiéndome. Aun no entiendo completamente. Sé que Kenzo entrena sumisos