Benjamín. —¿Qué quieres de premio?. —riendo y secándome la transpiración voy hacia las apuestas, todos enojados porque en cada ronda les gané. —Que quiero no, me llevo todo. —agarro todas las cosas riendo aun mas porque se enfurecen diciendo cosas, me llevo un gran botín. —Por los dioses Benjamín. —Welim viene contenta—. Ganaste unas telas preciosas. —Si, después las revisamos a ver que es tuyo. —agarra unas telas que se caían y vamos a las carretas—. Uufff, que calor tengo. —Estuvo duro el juego. —Queria ganar, vi unas telas que te van a quedar muy bellas y unas que a Catriel le sirven, por eso debo revisar y te digo cuales son tuyas. —Uuff, que alegría, telas nuevas. —subo el cofre a mi carroza donde ya vamos subiendo todo para irnos. —Casi que ese carro no va a poder andar de to