Catriel. Me despierto con mucha sed, empujo con todas mis fuerzas el brazo de Benjamín que me envuelve apretándome y tengo muchísimo calor, siento hasta que me ahogo, siento la transpiración correr por mi cuerpo y él no se da cuenta, ronca sin parar, nunca me molesta pero en este momento si, porque no hay como despertarlo. —Benjamin. —le doy golpes en la mano intentando despertar al gran hombre que me envuelve—. Benjamin despierte. —Mmmm. —No puedo respirar, —se sienta de un golpe—. Me cuesta... —se arrodilla agarrando una tablita finita que tengo para tirarme aire porque en las noches me cuesta respirar y casi duermo sentada, me comienza a tirar aire con fuerza—. No puedo... —Calma. —me agarra la mano y se acerca bien hablando con suavidad pero lo oigo como si hubiera corrido y estuv